17 de junio de 2013, 00:47Washington, 17 jun (PL) El espionaje a llamadas telefónicas y correos electrónicos de líderes participantes en la cumbre del G20 en Londres 2009, atiza hoy el fuego del escándalo que sacude a Washington y más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Un equipo de espías de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que opera desde North Yorkshire lograron interceptar las comunicaciones secretas del entonces presidente ruso Dimitri Medvedev, antes de su encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama, asegura el diario británico The Guardian.
El periódico afirmó también que el gobierno del Reino Unido autorizó el espionaje a través de una operación que incluyó la creación de cibercafés para uso de las delegaciones, los cuales eran monitoreados secretamente por los servicios de inteligencia del Reino Unido.
La revelación ocurre justo cuando este lunes se inicia la reunión del Grupo de los 8 (G8) en la localidad de Enniskillen, Irlanda del Norte, y en momentos que llueven críticas aquí por los excesos de la NSA.
Durante la cumbre del 2009, se interceptaron prácticamente la totalidad de las llamadas y los correos enviados por los delegados a través de sus BlackBerrys, de acuerdo con el reporte.
A esa operación contribuyeron 45 analistas y permitió saber casi todo tiempo quién estaba comunicándose con quién en aquellos predios, indicó el medio de prensa.
La información, facilitada a The Guardian por el ex analista de la CIA Edward Snowden, detalla cómo la NSA y el Centro de Escuchas y Decodificación británico han trabajado muy unidos en los últimos cuatro años.
En materia de escándalos por espionaje, la administración Obama tiene un fatal record en este segundo mandato.
Una intromisión sin precedentes en el caso de la intervención de 20 líneas telefónicas de la agencia The Associated Press (AP), según se conoció en mayo, es seguida ahora por la revelación de la existencia de dos programas de vigilancia a miles de usuarios de la filial telefónica Verizon y de Internet.
Grupos de derechos civiles señalan que se ha violado la Cuarta Enmienda de la Constitución que protege a los ciudadanos de "búsquedas injustificadas".
Algunos expertos consideran que más allá de puntos de vista políticos y partidistas, estos casos tocan por diferentes aristas el tema de los derechos ciudadanos.
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