16 de junio de 2013, 17:04Washington, 16 jun (PL) El gobierno de Estados Unidos reiteró hoy que ampliará su respaldo a a los grupos irregulares que tratan de derrocar al presidente sirio Bashar al Assad.
En declaraciones hoy al programa Face the Nation, de la cadena CBS News, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, no dijo si los envíos de armas a esas bandas incluirían artillería y otras armas pesadas, pero sí dejó claro que "el alcance y la escala" de la denominada asistencia será mayor.
El cambio de postura de Washington, que hasta ahora solo refería su apoyo a la llamada ayuda no letal, se produjo el jueves a raíz de dar por hecho que las autoridades de Damasco utilizaron armas químicas durante un conflicto que es alentado por Occidente hace dos años.
Según dijo el presidente Barack Obama -desde este domingo de viaje por Europa a la Cumbre del G-8, pero con la mente puesta en Siria- el presunto empleo de armas químicas por Al Assad sería el cruce de una línea roja para que cambiara de actitud sobre el conflicto.
McDonough insistió en que se tomarán las acciones que sean mejores para Washington, pues "nos hemos apresurado en ir a la guerra en esta región en el pasado".
La cadena Fox News confirmó ayer que Estados Unidos suministrará armas a los opositores sirios a través de un programa de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la que, además, entrenará a esas fuerzas.
Rusia, por su parte, cuestionó la evidencia presentada por la administración Obama sobre las armas químicas y subrayó que esta "no cumple con los estrictos criterios de fiabilidad".
Mientras, Siria calificó de parcializado y plagado de mentiras el informe aprobado el viernes en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de las Naciones Unidas, en el cual se acusó a Damasco de cometer masacres en la región de Qusseir.
Faisal al-Hamwi, representante permanente del país levantino ante el CDH, aseguró que el documento se encuentra lejos de la realidad, pues entre otros elementos no menciona la presencia de mercenarios y yihadistas (extremistas islámicos) procedentes de más de 40 naciones, algunos de cuyos gobiernos patrocinan el proyecto y respaldan el terrorismo en Siria.
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