El presidente ruso, Vladimir Putin criticó este
domingo el respaldo de Europa a los armados sirios, durante una rueda de
prensa posterior a un encuentro privado con el primer ministro
británico, David Cameron, con quien abordó la crisis siria, previo al
inicio de la Cumbre del Grupo de los 8 (G-8).
“No negará usted que ambas partes del conflicto sirio son
responsables por el derramamiento de sangre”, respondió el presidente
ruso a un periodista británico que preguntó si es ético suministrar
armas a un “régimen que tiene sangre de civiles en las manos”.
Enseguida, Putin afirmó “dudo que haya que apoyar a gente que al
asesinar a sus enemigos destripan sus cadáveres y comen sus órganos
delante de todo el mundo y ante las cámaras”, en alusión a un vídeo
difundido en mayo en el cual aparece un terrorista sirio que extrae las
vísceras de un soldado para luego ingerirlas.
Este tipo de acciones “nada tienen que ver con los valores
humanitarios que Europa defiende desde hace siglos”, agregó el
presidente ruso. El pasado 27 de mayo la Unión Europea levantó el embargo de armas a la oposición de Siria, lo que favorece la acción de terroristas en contra de la población civil.
Putin y Cameron decidieron realizar una reunión privada antes de
asistir a la Cumbre del G-8, prevista para este lunes en la localidad de
Enniskillen, al oeste de Irlanda del Norte. El encuentro contará con la
asistencia de los ocho países más industrializados del mundo: Alemania,
Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia.
La reunión de Cameron y Putin tuvo lugar en la residencia oficial del
primer ministro británico, ubicada en Londres (capital de Reino Unido) y
se centró en tratar la gravedad de la situación en Siria y las
reiteradas denuncias sobre el uso de armas químicas en los
enfrentamientos contra los opositores al Gobierno sirio.
Por su parte, el premier británico (cuyo país ostenta la presidencia
de turno del G-8) aseguró que la reunión de estas ocho naciones ayudará a
dar un “nuevo impulso” a las conversaciones que conlleven a la solución
del problema. Siria necesita la asistencia “fuerte, decidida y
coordinada” de la comunidad internacional para dar fin al conflicto que
la afecta desde 2011, y que tiene como objetivo derrocar al presidente
de la nación, Bashar Al Assad.