Organizaciones sociales de los Estados Unidos
protestan este miércoles frente a la Casa Blanca en Washington (noroeste
del país) para exigirle al presidente Barack Obama el cierre de la
prisión de Guantánamo.
El corresponsal de teleSUR en los Estados Unidos, Eduardo Martínez,
publicó a través de su cuenta en la red social Twitter
(@EduardomteleSUR) que la manifestación de diversas organizaciones
sociales se da en el marco del Día Internacional de apoyo a las víctimas
de tortura.
“En el Día Internacional de apoyo a las víctimas de tortura,
organizaciones sociales exigen frenar esta práctica en prisiones de los
Estados Unidos”, publicó Martínez.
El periodista agregó de una situación irregular en la Casablanca. “Un
activista salta la cerca de la Casa Blanca y es detenida por agentes de
seguridad, donde los colectivos exigen poner fin a prácticas de tortura
en EE.UU.”.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que con la
tortura se busca destruir la personalidad de la víctima despreciando la
dignidad de todo ser humano y lo catalogó como “uno de los actos más
aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes”.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, despreció la práctica
de la tortura y pidió poner fin a esta problemática a nivel mundial.
"Insto a todos los Estados Miembros a que se adhieran a la Convención
contra la Tortura y a que apliquen plenamente sus disposiciones, y a
que hagan aportes al Fondo de las Naciones Unidas de Contribuciones
Voluntarias para las Víctimas de la Tortura”.
Ki-moon agregó que “trabajemos juntos para poner fin a la tortura en
todo el mundo y lograr que los países otorguen reparación a las
víctimas”.
Desde el pasado 6 de febrero más de 130 internos de Guantánamo
iniciaron un ayuno para llamar la atención sobre los malos tratos a que
son sometidos dentro de ese penal, considerado por activistas y
defensores de los derechos humanos como "un agujero negro".
Ese denominado centro de detención y tortura, ubicado en la ilegal
base naval que tiene Estados Unidos en una porción de territorio cubano,
fue abierto por Washington en 2002 para confinar allí a toda persona
que, bajo los estándares del Gobierno estadounidense, sea considerada
sospechosa de terrorismo.
Barack Obama había prometido cerrar la cárcel en su primer año de
gestión, algo que aún no ha cumplido. En abril pasado retomó el tema,
pero los senadores republicanos sancionaron un proyecto de ley para
mantener el penal abierto e impedir el traslado de los reos a sus países
de origen.