30 de julio de 2013, 14:09Por Luis Manuel Arce Isaac Panamá, 30 jul (PL) Guillermo Cochez, el exembajador de Panamá en la OEA, demuestra que es pésimo diplomático, mal pintor y peor calumniador al fracasar en su mentira sobre la nacionalidad del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Cochez ha hecho un esfuerzo grande para mantenerse en los medios de comunicación de Panamá, con ataques viscerales contra la revolución bolivariana de Venezuela, una espina clavada en su garganta.
El miércoles 16 de enero de este año en la Organización de Estados Americanos (OEA) Cochez criticó la situación política en Venezuela, la toma de posesión del presidente Hugo Chávez, y fustigó la postura del secretario general, José Miguel Insulza.
La actitud del diplomático contra Venezuela fue tan grosera que al gobierno del presidente Ricardo Martinelli no le quedó otra alternativa que destituirlo al día siguiente, lo cual lo sorprendió muchísimo pues siempre había contado con su respaldo.
Cochez se fue de la OEA con las orejas calientes, pues el representante de Venezuela, Roy Chaderton, con su proverbial erudición, le dijo verdades muy dolorosas para él:
"Actual embajador del gobierno de Panamá, usted no es un político, ni un diplomático, ni un caballero. Señor embajador de Panamá, usted es un patán. Y para colmo nadie se ha atrevido a decírselo, yo me voy a atrever: usted es un muy mal pintor".
Esto último quedó prontamente establecido en Panamá cuando días después presentó una exposición de pinturas a la que asistieron unos cuantos amigos, y la prensa especializada apenas si se hizo eco de ella, a pesar de que se sabía la intencionalidad de la muestra y su relación con la evaluación de Chaderton.
Desde entonces, las vísceras de Cochez deben estar como el hígado de los gansos cuando son apaleados antes del sacrificio para convertirlos en foie gras, pues no desperdicia oportunidad para inventar calumnias contra Venezuela como sucedió durante la enfermedad de Chávez.
Esta chapucera mentira de ahora, de que Nicolás Maduro es colombiano y que vivió allí hasta los 11 años, superó todas sus anteriores, pero ha hecho un ridículo de marca mayor al ser tajantemente desmentido por la estatal Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia.
Cochez exhibió en Panamá un supuesto registro de nacimiento que aseguraba que Maduro había nacido en noviembre de 1961 en la ciudad colombiana de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, a 400 kilómetros al noreste de Bogotá.
La entidad colombiana demostró que se trataba de un documento groseramente falso y muy mal confeccionado con evidentes imprecisiones y deficiencias y, por tanto, la calificó de inscripción ilícita.
Si sus pinturas son como la partida de nacimiento de Maduro presentada en Panamá, razones le sobran a Chaderton para decir lo que dijo de los cuadros de Cochez.
Pero que el desmentido colombiano sobre este caso no lo desanime, pues como le dijo un tuittero, aún tiene el aliciente de encontrar la partida de nacimiento de Carlos Gardel cuya paternidad la disputan Francia, Argentina y Uruguay.
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