09 de agosto de 2013, 00:04Washington, 9 ago (PL) Los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, John Kerry y Chuck Hagel, recibirán hoy a sus pares rusos, Serguei Lavrov y Serguei Choigu, con una agenda enfocada en el asilo de Edward Snowden y el programa nuclear iraní.
El encuentro, denominado 2+2, tiene lugar dos días después que la Casa Blanca suspendió una reunión entre los presidentes Barack Obama y Vladimir Putin programada para septiembre próximo en Moscú, días antes de la cumbre del G20 en San Petersburgo.
La Oficina Oval dijo que la cancelación de la cita responde al malestar causado por la decisión del Kremlin de conceder refugio temporal a Snowden, acusado de traidor por divulgar un programa secreto de espionaje de la Agencia estadounidense de Seguridad Nacional (NSA).
Según Jennifer Paski, portavoz del Departamento de Estado, Kerry y Hagel "seguirán presionando" a las autoridades rusas para extraditar al joven, de 30 años de edad.
Snowden informó en junio pasado a reporteros estadounidenses y británicos sobre programas intrusivos de la NSA para espiar los registros telefónicos, audios, vídeos, fotografías, correos electrónicos, documentos y conexiones online de millones de usuarios, gobiernos y empresas extranjeras.
Desde entonces, Estados Unidos lo persigue, le canceló el pasaporte y lo acusó de espionaje, robo de comunicaciones confidenciales y propiedades del Gobierno, por lo cual podría enfrentar una sentencia máxima de 10 años en prisión.
Por otro lado, la cita de alto nivel entre Washington y Moscú también incluirá otros temas controvertidos como la crisis en Siria, el nuevo tratado de desarme nuclear START, la cooperación con Afganistán tras el repliegue militar en 2014 y el programa nuclear de Irán.
Estados Unidos -junto a Israel y las potencias europeas- han aprobado varios paquetes de sanciones contra Teherán porque la acusan de querer fabricar una bomba atómica, hecho desmentido por la República Islámica y analistas estadounidenses en varias ocasiones.
Las autoridades iraníes aseguran que se trata de un proyecto con fines pacíficos, pero Washington le atribuye connotaciones bélicas.
La Casa Blanca condicionó el domingo pasado su disposición de trabajar con la República Islámica a que su nuevo presidente, Hassan Rohani, cumpla con la exigencia de abandonar el desarrollo de energía atómica.
Además, 76 senadores demandaron en una carta a Obama la promulgación de un proyecto de ley aprobado la semana pasada en la Cámara de Representantes, que incluye más sanciones y acciones militares contra Teherán.
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