10 de agosto de 2013, 08:49Washington, 10 ago (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reconoció hoy que millones de norteamericanos todavía sufren las consecuencias de la crisis que comenzó en 2008 en el multimillonario mercado inmobiliario.
Los precios de las casas se desplomaron, los trabajadores de la construcción se quedaron sin empleos y muchas familias perdieron sus viviendas, recordó el mandatario.
En su mensaje semanal a través de la radio e Internet Obama llamó al Congreso a ayudar a resolver de una vez por todas estas secuelas y lograr que la clase media tenga mayor seguridad económica al propiciarle nuevas posibilidades de ser propietarios de sus viviendas.
Es necesario trabajar en conjunto, poner la política a un lado y reconstruir la economía del país, ningún programa del Ejecutivo resolverá todos los problemas pendientes en este tema, porque se necesitará mucho tiempo para recuperarnos del todo, señaló.
Obama dijo que resulta vital aprovechar la coyuntura actual en que el mercado inmobiliario se recupera, y a la vez anunció nuevas medidas del Ejecutivo para ayudar a las personas más afectadas.
El jefe de la Casa Blanca agregó que el Congreso debe darle a cada estadounidense la oportunidad de disponer de financiamiento para obtener un hogar decente, hacer que los obreros de la construcción regresen a sus empleos y reedifiquen las comunidades golpeadas por la crisis.
Los precios de las viviendas en Estados Unidos alcanzaron su máximo nivel en 2005, pero a partir de 2006 se inició un proceso de caída que en 2008 llegó a cifras sin precedentes, lo que fue el detonante de una crisis económica de grandes proporciones.
Según estadísticas oficiales, más de 650 mil estadounidenses viven en la calle o en refugios temporales, aunque según otros estimados la cantidad es muy superior, debido a los efectos todavía vigentes de la crisis iniciada en 2008.
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