13 de agosto de 2013, 08:50Roma, 13 ago (PL) El papa Francisco instó hoy a trabajar para hacer del fútbol un deporte sin violencia o discriminación, durante un encuentro con integrantes de los equipos de Argentina e Italia, los cuales sostendrán mañana un tope amistoso.
Ante unas 200 personas -incluyendo jugadores, funcionarios y dirigentes de las dos selecciones-, el Sumo Pontífice pidió realizar nuevos esfuerzos encaminados a eliminar la discriminación en este deporte, "pues así desaparece también la violencia y en los estadios comienzan a verse nuevamente las familias".
Francisco recordó a los futbolistas que la popularidad obtenida implica además una gran responsabilidad social, pues ellos constituyen ejemplos a seguir.
En este sentido, los exhortó a actuar siempre como "hombres en la vida, portadores de humanidad", pues antes de campeones son personas con virtudes y defectos, aspiraciones y problemas, consideró.
Con respecto al partido amistoso que acontecerá en el Estadio Olímpico de Roma en honor al Papa, el Pontífice de origen argentino manifestó que le resultará difícil apoyar a una de las dos selecciones.
"Por fortuna es un amistoso y les pido que así sea. Un deportista, incluso siendo un profesional, hace un bien a la sociedad cuando cultiva esta dimensión del amateur, pues construye el bien común a partir de los valores de la gratuidad, de la camaradería, de la belleza", agregó. Asimismo, pidió a los deportistas que recen por él con el propósito de que "yo también, en la cancha donde Dios me puso, pueda jugar un partido honesto y valiente por el bien de todos nosotros".
Las filas de jugadores presentes estuvieron encabezadas por el argentino Leo Messi y el italiano Mario Balotelli.
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