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13 de agosto de 2013, 01:24Por Daniel Urbino*
La Habana (PL) Dicen que fue el escritor y periodista español Vicente Blasco Ibáñez (1867-1928) quien pronunció aquello de que la juventud es la edad de los sacrificios desinteresados y de la ausencia de egoísmo.
La frase retrata a algunos de los jóvenes latinoamericanos que llegaron aquí con la XX Brigada Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad con Cuba.
La venezolana Laura Castillo, con solo 16 años, es la más joven del grupo. La mocedad se le nota todavía en el rostro aunque al hablar, revela la madurez típica de quienes piensan con "cabeza propia".
La primera vez que visitó el país lo hizo como turista y lo que percibió la motivó a regresar en uno de los tantos grupos de activistas que visitan cada año a Cuba. Este acercamiento, confesó, le permitió conocer mucho más al país caribeño y a su gente, gracias al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), que organizó encuentros, conferencias y recorridos por varias provincias.
Según dijo Laura a Prensa Latina, lo más gratificante es sentir que contribuyó con su granito de arena a defender y apoyar las ideas y principios que defiende Cuba.
Junto con ella llegaron otros 182 brigadistas de más de 13 países del continente. Aunque es la más joven, el colombiano Juan Pablo Vélez apenas le lleva unos meses.
Mi padre -contó Vélez- es parte de la Corporación de Solidaridad con Cuba y llevaba rato insistiendo para que yo viajara acá y descubriera la realidad de esta maravillosa isla.
En mi país es poco conocida la Cuba verdadera, y es una oportunidad apreciarla tal cual es, agregó.
Para Vélez, la matriz de opinión que generan los medios en Colombia propone una visión muy parcializada de la mayor de las Antillas.
Lo común -añadió- es encontrar solo noticias negativas, y hay mucho desconocimiento sobre los logros sociales. Solo cuando uno llega hasta acá puede darse cuenta de eso.
LOS CINCO
Aunque el tratamiento de los grupos mediáticos al tema Cuba ya es un lugar común, el silencio y la manipulación se hacen aún más evidentes cuando se trata del caso de los cinco antiterroristas.
Hace 15 años, en septiembre de 1998, el FBI apresó en la ciudad de Miami a varios cubanos que monitoreaban a grupos de ultraderecha que organizaban, financiaban y ejecutaban acciones terroristas contra Cuba.
Tras un juicio calificado por expertos legales y organizaciones multilaterales como injusto, los antiterroristas fueron condenados en Estados Unidos a largas penas en prisión que incluyeron varias cadenas perpetuas.
Según datos oficiales, el terrorismo promovido en la Florida contra esa nación ha costado la vida de más de tres mil personas y causado lesiones y discapacidad a más de dos mil.
El gobierno cubano ha denunciado en diversos foros y organismos internacionales que el caso de los Cinco, como se conoce a René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero, es una vendetta política por parte de Estados Unidos y exige la liberación de todos.
Solo René ha regresado al país, tras cumplir su sentencia en prisión en el 2011 y someterse a un régimen de libertad supervisada que le exigió la renuncia de su ciudadanía estadounidense para poder retornar.
Al respecto, la hija mayor de Ramón, Ailí Labañino, declaró que el regreso de René no es una victoria, pues él cumplió "hasta el último segundo de una sentencia injusta".
Sin embargo, muchos como el joven Juan Pablo Vélez, desconocen sobre semejante desafuero político y legal.
Jamás escuché sobre ellos en Colombia. Descubrí el caso cuando llegué aquí y me parece increíble que con el movimiento mundial que exige su liberación, se hable tan poco del asunto en los medios, opinó.
Lo cierto es que más de una decena de premios Nobel, así como jefes de Estado, legisladores, intelectuales, artistas y académicos de diversas regiones del orbe han expresado públicamente su apoyo a la causa de los antiterroristas.
Similar es el criterio de su coterráneo Ramón Jaramillo, un dinámico activista por la liberación de los Cinco.
El problema -comentó a Prensa Latina en la sede del campamento internacional Julio Antonio Mella, en la provincia de Artemisa- es que a los grandes grupos de poder colombianos no les interesa denunciar las aberraciones que cometen las administraciones norteamericanas.
No tiene lógica alguna que un grupo de personas que evitaron muertes y atentados sean condenadas y vilipendiadas. Ante esta situación solo surge la indignación, expresó Jaramillo.
En otras partes de la región sucede lo mismo. Prensa Latina conversó con otro integrante de la brigada, el periodista mexicano José Meneses, quien maneja con más criterios las claves del silencio sobre el caso.
Hace mucho tiempo descubrí que cuando se habla de este país, el discurso predominante es el mismo en todos los medios, incluso de diferentes naciones. Igual sucede con los antiterroristas, explicó.
En México, los diarios ni siquiera se toman la molestia de investigar un poco el tema y reproducen sin ningún pudor ni cuestionamientos el punto de vista del gobierno estadounidense, apuntó Meneses.
Para él, los medios no tienen una noción del papel de las organizaciones terroristas anticubanas de la Florida y el daño que causan a la isla. O sea, no solo está silenciado el caso, también está mal enfocado, concluyó.
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