19 de septiembre de 2013, 01:25Por Roberto Correa Wilson*
La Habana, El Conde Georg Leo von Caprivi no visitó alguna vez el territorio africano, tampoco puede asociarse al sistema esclavista, la Corona británica abolió la trata en 1834 varias décadas antes de que este canciller de Alemania dejara para siempre su nombre en un rincón del continente en el siglo XIX.
El político teutón aunque no conoció personalmente África, si participó en el entramado de negociaciones creado por las potencias europeas para obtener ventajas territoriales en medio de las disputas por el control de nuevas colonias y sus riquezas naturales, todo ello de espaldas a las
aspiraciones e intereses de las poblaciones autóctonas.
Caprivi o franja de Caprivi se denomina la región que forma un estrecho saliente en la parte más oriental de Namibia de unos 450 kilómetros de longitud entre Botswana, al sur, y Angola y Zambia al norte.
La ciudad y capital del área es Katima Mulilo.
La región fue llamada así en homenaje a Leo von Caprivi que
negoció en 1890 con Gran Bretaña para anexar el territorio al África Alemana Suroccidental, logrando que Alemania tuviera acceso al río Zambeze, importante vía fluvial de dos mil 700
kilómetros.
El río Zambeze nace al norte de Zambia, luego se dirige
hacia el sur haciendo frontera con Zimbabwe, tuerce al este y entra en tierras de Mozambique y al tornar al sudeste desemboca en el Océano Índico. La cuenca del Zambeze es una de las más sobre utilizadas del mundo.
Esta valoración fue la que hizo, probablemente von Caprivi.
El canciller logró que la Coronas británica cediera al
imperio alemán la región que es la más tropical de Namibia, a cambio de Zanzibar (actualmente forma parte de la República Unida de Tanzania), y Uganda, que habían sido ocupadas por Alemania, ambas en el África Oriental.
Hábil negociador, también obtuvo la isla de Heligoland en el
mar del Norte. Curiosamente esta ínsula en plena Europa, es hoy lo que le queda a Alemania de aquel intercambio de posesiones con Gran Bretaña, tras la desaparición de las colonias teutonas en África.
El predecesor de Caprivi, el canciller Otto von Bismarck fue el creador del Imperio colonial alemán en el continente.
Después de la derrota de Alemania en la Primera Guerra
Mundial (1914-1918) la nación europea perdió todas sus colonias que comprendía África Sudoccidental, Camerún y Togo(Zanzibar y Uganda las cedió antes a la
Corona británica).
Camerún y Togo pasaron al poder de sus rivales en el saqueo del continente, Gran Bretaña y Francia. Londres y París constituyeron los mayores imperios coloniales en África.
Era el apartheid Después de la conflagración universal, las potencias aliadas decidieron acerca de lo que se debía hacer con las colonias hasta entonces alemanas y acordaron que se designara a miembros de la sociedad de Naciones para administrar esos teritorios Camerún y Togo, por Gran
Bretaña y Francia. En el caso de África Sudoccidental (Namibia), Gran Bretaña deseaba que se incorporara a la vecina Unión Sudafricana que forma parte del Commowealth Británico.
En vez de ello, en 1920, la Sociedad de Naciones confirmó el
mandato sobre ese territorio a su Majestad Británica, para que fuese administrado como una parte integrante de la Unión Sudáfricana.
Se colocó el territorio de Namibia bajo su mandato lo que le permitía a Sudáfrica administrarlo como una parte integrante de la Unión.
En virtud del mandato se declaraba que Sudáfrica podría
aplicar sus leyes allí. En 1933, el gobierno sudafricano presionó a la Liga de las Naciones para anexarse el territorio namibio, pero la Comisión Permanente de Mandatos rechazó la petición. Posteriormente, la Asamblea General de
Naciones Unidas (sucesora de la Liga de las Naciones). creada después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), resolvió que Sudáfrica debía poner fin a su mandato
sobre Namibia.
Caprivi integró el África Sudoccidental ya que estaba bajo
mandato, aunque ilegal de Sudáfrica. Durante la era del apartheid, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Odendaal, nombrada por el jefe del régimen
sudafricano F.H Odendaal, en ese territorio se formó el bantustán (reserva para los nativos) llamado Caprivi del
Este, con el eufemístico carácter de Estado.
Los racistas sudafricanos estimulaban las divisiones entre
los diferentes grupos étnicos de la región. Caprivi del Este fue destinado para los miembros dela etnia lozi, que se
dividía en dos comunidades: los subiya en el este y los fwe en el oeste. Estos fueron los únicos reconocidos
oficialmente.
Otros grupos como los yeyi y los mayuni fueron ignorados. Esta política ocasionó fricciones y conflictos. El régimen sudafricano declaró a Caprivi independiente en 1976.
El dominio de Sudáfrica sobre la región al igual que el resto de la llamada África Sudoccidental colonizada no fue reconocido por la comunidad internacional.
En todo el país las autoridades sudafricanas implementaron
el represivo y cruel régimen de apartheid, basado en el desarrollo separado de las razas, repudiado en todo el mundo. En Caprivi, aunque la mayoría de los habitantes habla varios idiomas, la lengua predominante es la lozi, lo cual no
sería totalmente ajeno al reconocimiento oficial sólo a esa etnia.
LA SWAPO Y CAPRIVI
Ante la negativa de Sudáfrica de cumplir el mandato de Naciones Unidas, el pueblo de Namibia optó
por emprender la lucha armada para alcanzar su independencia bajo la dirección de la Organización Popular de África Sudoccidental (SWAPO), fundada en 1960.
En el territorio se desarrolló una intensa actividad
guerrillera: sabotajes, emboscadas, colocación de minas en las vías de comunicación utilizadas por el ejército sudafricano, que frecuentemente realizaba horribles masacres en la población. Tras largos años de lucha y sacrificios Namibia con el aporte decisivo de los internacionalistas cubanos y de combatientes angolanos, obtuvo en 1989 la independencia. Fue un triunfo de la SWAPO.
Con la liberación, la región que lleva el nombre del conde y
canciller alemán, y que fue convertida en un estado por Sudáfrica, Caprivi del Este, fue disuelta como entidad aparte,
y reincorporada al territorio restante de la nación namibia.
La visión colonial del político teutón después de casi un
siglo llegaba a su fin, aunque su huella quedaba para siempre en la historia de ese país
africano.
rcw/rcg
*ex corresponsal de Prensa Latina en Africa |