El presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica manifestó este martes que ni las transnacionales ni mucho menos los poderes financieros deberían gobernar el mundo, por lo que instó a la comunidad internacional a movilizar las grandes economías, para ayudar a levantar a los más pobres.
En su participación en la 68° Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el mandatario
consideró que es necesario no crear bienes descartables, sino
redituables.
Afirmó que el mundo necesita menos organismos mundiales, que
organizan foros y conferencias, que en muchos de los casos no dan ningún
resultado ni recogen soluciones.
Al mismo tiempo, abogó por un mundo en el que la ciencia sea utilizada con sabiduría.
“Creemos que el mundo requiere a gritos reglas globales que respete
los logros de la ciencia, pero no la ciencia que gobierna al mundo”,
dijo Mujica al referirse a la economía globalizada subordinada por la
política que, según sus palabras, ha sido incapaz de entender que la
humanidad no se escapa de ello.
“Hemos sacrificado los viejos dioses inmateriales y ocupamos el
templo con el Dios mercado. Nos organiza y hasta nos financia cuotas de
felicidad. Parece que hemos nacido solo para consumir y consumir”,
comentó el jefe de Estado uruguayo.
"Es posible un mundo con una humanidad mejor, pero tal vez la primera
tarea sea salvar la vida", dijo el presidente Mujica al fustigar los
conflictos que se han presentado en algunos países, tales como el bloque
a Cuba, la deuda social, el espionaje y el colonialismo.
El mandatario uruguayo señaló que el debilitamiento de la política ha
hecho que el mundo sea incapaz de crear regulación a la globalización.
“Continuará la guerra hasta que la naturaleza nos llame y haga inviable
nuestra civilización”.
Resaltó que lo que algunos llaman la crisis del planeta es
consecuencia de la crisis avasallante de la civilización humana.
Enfatizó que la población se cuadriplicó y el Producto Interno Bruto
creció 20 veces en el último siglo.
Consideró que “no somos iguales en este mundo, donde hay màs fuertes y
más débiles”, por lo que afirmó que “vivimos es una democracia
planetaria herida y cercenada”.
“La ONU languidece, se burocratiza por falta de poder y autonomía, de
reconocimiento hacia el mundo más dèbil, que constituye la mayorìa
aplastante del planeta. Somos el país con la mayor cantidad de militares
en misiones en todo el mundo”, dijo el presidente quien apuntó que es
necesario crear estabilidad en el planeta.
Finalizó su discurso acotando que para que todos los sueños sean
posibles, es necesario “gobernarnos a nosotros mismos o sucumbiremos
porque no somos capaces de estar a la altura de la civilización que en
los hechos fuimos desarrollando”.