28 de septiembre de 2013, 00:20Washington, 28 sep (PL) El Senado estadounidense, con mayoría demócrata, devolvió la bola a la Cámara de Representantes, tras aprobar un proyecto de ley de fondos de continuidad y eliminar la iniciativa republicana de cortar el financiamiento a la ley de salud.
Apenas a dos días del llamado shutdown o cierre parcial del gobierno (el año fiscal concluye el 30 de septiembre), los legisladores no acaban de ponerse de acuerdo en un proyecto definitivo que baje las tensiones en torno al tema presupuestario.
Con una votación de 54 a 44, los senadores eliminaron la disposición republicana aprobada en la Cámara de Representantes la semana pasada sobre el programa sanitario firmado por Obama en 2010, y reduce hasta el 15 de noviembre la autorización temporal de fondos, que antes abarcaba hasta el 15 de diciembre.
Como advirtieron desde el principio los observadores, esa medida tendría muy pocas posibilidades de pasar en el Senado y así ocurrió.
Ahora el nuevo texto fue enviado a la Cámara de Representantes para su debate y votación, solo que el tiempo pasa y así lo subrayó Obama ayer durante una declaración a la prensa en la que se refirió a dos temas: economía y política exterior.
Obama admitió ayer que el impago de la deuda nacional tendría un profundo efecto desestabilizador en la economía mundial y urgió al Congreso obtener el pacto que evite el shutdown.
En una declaración a la prensa en la que se refirió a dos temas: economía y política exterior, el gobernante instó a "romper este ciclo" de desacuerdos partidistas en un claro llamado a los legisladores republicanos para zanjar un capítulo muy similar al vivido en 2011 y que costó a Estados Unidos la rebaja de su calificación crediticia.
El mandatario, quien saludó la aprobación en el Senado del mencionado proyecto, reconoció que ya el pueblo estadounidense está cansado de este tipo de situciones, las cuales, a juicio de observadores, crean una enorme incertidumbre en Washington.
Si no hay un pacto en el Capitolio, el 1 de octubre miles de empleados no esenciales de varias dependencias gubernamentales tendrán que acogerse a una licencia obligatoria no remunerada durante varias semanas, e incluso el Pentágono advirtió a los militares que sus pagos podrían dilatarse debido al cese de labores del personal administrativo.
El secretario del Tesoro, Jack Lew, advirtió en una carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, que Estados Unidos contaría en cajas 30 mil millones de dólares a mediados de octubre.
Sin embargo, tendría que saldar deudas por valor de 60 mil millones de dólares y esto dejaría al país en situación de impago.
Los republicanos de la Cámara baja se reunirán este sábado en el Capitolio para trazar sus próximos pasos en la lucha fiscal.
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