El presidente sirio, Bashar Al Assad, declaró este
domingo que su país acatará la resolución que emitió este viernes la
Organización de Naciones Unidas (ONU) para destruir las armas químicas
que se encuentran en esa nación árabe.
En una entrevista
especial a la televisión italiana Rai 24, el jefe de Estado Sirio
expresó con respecto a la resolución que "por supuesto, vamos a
respetarla" y recordó que " nuestra historia demuestra que siempre hemos
respetado nuestra firma en todos los tratados que hemos suscrito".
Al
Assad ratificó que el objetivo principal del Estado sirio actualmente
se centra en el hecho de acabar con los terroristas, y resaltó su
confianza en que el país "después de la crisis será mejor".
Del
mismo modo, señaló que la mayoría de los Estados europeos no tienen la
capacidad de desempeñar un rol en la solución de la crisis en Siria, y
en este sentido, aseguró que los mismos no deberían intervenir en las
negociaciones.
"Sinceramente, la mayoría de países europeos no
tienen la capacidad de desempeñar un rol en Ginebra 2 (conferencia de
paz sobre Siria), ya que no tienen lo que se necesita para tener éxito
en ese papel", expresó.
Con respecto a la pertenencia de armas
químicas, el presidente ratificó el compromiso de Siria con la
Convención Internacional sobre la Prohibición de Armas Químicas. También
dejó claro su determinación de seguir adelante con la solución
política, y de detener la violencia.
El corresponsal de teleSUR
en Siria, Hisham Wannous, reportó este domingo que la población de Siria
ha recibido con beneplácito la decisión del Gobierno de cumplir con la
resolución de la ONU y apoyar en todas las investigaciones pertinentes
sobre el arsenal químico.
El viernes pasado, la ONU aprobó por mayoría
una resolución calificada como histórica para destruir todas las armas
químicas en Siria y tratar de detener el incremento de violencia en el
país árabe, que lleva más de dos años sometido a una crisis interna.
La resolución fue saludada por muchos países, entre ellos Rusia y China,
que siempre ha abogado para que la salida del conflicto sea por vía
diplomática y no con intervenciones bélicas, como pretende hacer Estados
Unidos y sus aliados.