Obama confiaba en un acuerdo de última hora para frenar el 'cierre'.
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La dirección de presupuesto de la Casa Blanca ordenó a las agencias federales que inicien el proceso de cese de actividades, ante el fracaso del Congreso de aprobar un nuevo presupuesto.
Las agencias federales de EE.UU. recibieron órdenes de suspender sus actividades no esenciales por primera vez en 17 años por la falta de fondos para financiarlas, ante el desacuerdo en el Congreso para aprobar un presupuesto.
Justo antes de la medianoche del lunes, la Oficina de Presupuesto y Gestión de la Casa Blanca (OMB) dio instrucciones a las agencias federales para que ejecuten ‘los planes para un cierre ordenado debido a la falta de fondos’.
El cierre del Gobierno, el primero en Estados Unidos desde enero de 1996, forzará a prescindir de unos 800.000 funcionarios y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca. "Por desgracia, el Congreso no ha cumplido con su responsabilidad.
No ha sido capaz de aprobar un presupuesto y como resultado, gran parte de nuestro Gobierno debe cerrar ahora hasta que el Congreso vuelva a financiarlo", dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, en un vídeo difundido por la Casa Blanca.
El mensaje de Obama se dirige a los militares del país, que continuarán trabajando pese al cierre del Gobierno y que, gracias a una ley de emergencia firmada por el mandatario la noche del lunes, seguirán recibiendo sus cheques de pago.
El cierre se produce tras más de una semana de debates y propuestas de ley cruzadas en ambas cámaras del Congreso, divididas ante la estrategia republicana de utilizar el debate sobre el presupuesto como pretexto para modificar la reforma sanitaria promulgada en 2010.
"Este es realmente un día muy triste en la historia del Congreso", dijo la líder demócrata en la Cámara baja, Nancy Pelosi, a los periodistas poco antes de la medianoche.
La Casa Blanca instó de inmediato al Congreso a continuar negociando para acabar lo antes posible con la crisis.
"Urgimos al Congreso a actuar rápidamente para aprobar una resolución que proporcione fondos durante el tiempo suficiente para aprobar un presupuesto para el resto del año fiscal, y para restaurar la operación de servicios públicos críticos", dijo la directora de OMB, Sylvia Burwell, en el mensaje a las agencias. Mientras algunos republicanos siguen debatiendo en el pleno de la Cámara Baja, el Senado ha levantado sus sesiones.
LAS CONSECUENCIAS DE UNA PARÁLISIS DEL ESTADO FEDERAL DE EE. UU.
El Estado federal estadounidense se verá paralizado a partir de este martes, y centenares de miles de funcionarios públicos entrarán en licencia sin goce de sueldo, luego de que el Congreso no lograra consensuar un presupuesto para la medianoche del lunes.
A continuación las consecuencias previstas por algunas agencias u observadas en oportunidad del precedente cierre del Estado federal, en 1995-96.
DEFENSA
La mitad de los 800.000 empleados civiles del Pentágono, el mayor empleador público, pasarían a régimen de licencia sin goce de sueldo. Las operaciones militares proseguirían normalmente, aunque los soldados podrían recibir su paga con retraso.
PARQUES Y MUSEOS
Los 368 parques y museos nacionales cerrarían sus puertas, incluidos los grandes museos de arte y de historia y el zoológico de Washington.
AMBIENTE
El 95 por ciento de los alrededor de 16.000 empleados de la Agencia para el Ambiente (EPA), encargada de aplicar las reglamentaciones sobre medio ambiente y polución, permanecerían en sus hogares. "De hecho, la EPA cerraría, con excepción de un núcleo de individuos para casos de urgencia", dijo su directora, Gina McCarthy.
Numerosas obras se verían retrasadas al no poder contar con los permisos ambientales correspondientes.
VISAS, PASAPORTES
Durante la anterior crisis presupuestaria, que se extendió durante 15 semanas, en 1995-96, el examen de unas 500.000 demandas de visas y 200.000 de pasaportes fue suspendido.
INVESTIGACIÓN
Los institutos nacionales de salud (NIH), los centros de investigación médica, dejarían de aceptar nuevos pacientes para tratamientos experimentales.
ADMINISTRACIONES
La mayoría de las agencias federales conocerían reducciones de efectivos, en ciertos casos de más de 80 por ciento, lo cual podría provocar retrasos en la implementación de autorizaciones de nuevos medicamentos, la concesión de préstamos públicos a las pequeñas y medianas empresas, los seguros públicos para la compra de inmuebles, etc.
EXCEPCIONES
La justicia, la seguridad nacional y los servicios considerados esenciales para la seguridad y la protección del país no serán por lo general alcanzados por estas medidas.
IMPACTO ECONÓMICO
Un cierre gubernamental de dos semanas provocaría la caída del crecimiento del Producto Interno Bruto del cuarto trimestre del año en 0,3 puntos, según los economistas de Macroadvisers, pero la economía se recuperaría en el curso de los primeros tres meses de 2014.
Según Mark Zandi, jefe de los economistas de Moody's, un cierre de entre tres y cuatro semanas costaría 1,4 puntos de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre (sobre 2,3 por ciento de crecimiento del PIB previsto, según la rama de Filadelfia del Banco Central de Estados Unidos).
ACUSACIONES MUTUAS
El fracaso del Congreso coronó 33 meses de forcejeo permanente por el presupuesto entre demócratas y republicanos.
En ese escenario, la bancada del Partido Republicano en la Cámara de Representantes se vio súbitamente controlada por la tendencia ultraconservadora llamada Tea Party. Para el influyente senador Reid, la responsabilidad directa por lo ocurrido cae sobre el Tea Party.
"Es una vergüenza que esta gente, elegida para representar al país, termine por representar apenas al Tea Party", lamentó Reid sin esconder la amargura.
En respuesta, el legislador republicano Ted Poe publicó en Twitter un mensaje responsabilizando al gobierno: "Estamos en esta situación porque el presidente y los demócratas del Senado querían este resultado desde el inicio".
El núcleo de la situación es la firme oposición del Partido Republicano a la implementación del 'Obamacare', que obliga a las empresas a brindar seguros de salud a sus empleados, en tanto el gobierno prevé ayudas a las personas que no tengan dinero para pagarse uno por sí mismas.
De acuerdo con la reforma, todo estadounidense deberá tener un seguro para el 1 de enero de 2014, pero los republicanos quieren impedir su aplicación, alegando que el sistema constituye un abuso de poder del Estado federal y que hará estallar el presupuesto federal.
AGENCIAS