Acabar 2013 como número uno del mundo. Un objetivo que será relativamente fácil para Nadal ya que Novak Djokovic solo podrá sumar gran cantidad de puntos en el Masters de París donde cayó en segunda ronda en 2012. Rafa, en cambio, no tiene que defender ninguno en los torneos que restan ya que el año pasado se los perdió por su maldita lesión de rodilla.
Superar los 11 títulos individuales que ganó en 2005. Podría haber igualado su mejor marca de haber batido a Nole este domingo en la capital china, pero aún tiene oportunidades de firmar el mejor año de su carrera.
Revancha con Djokovic tras la final perdida en Pekín. Al menos tendrán tres o cuatro torneos más de aquí a final de año para verse las caras. La primera será a partir de esta semana en Shanghai.
Superar las 109 semanas de Bjorg como número uno. Si consigue igualar o superar al genial tenista sueco, su próximo objetivo en la lista será el estadounidense John McEnroe, quien estuvo 170 semanas al frente de la clasificación mundial. Y a partir de ahí solo le quedaría por superar a Jimmy Connors (268), Ivan Lendl (270), Pete Sampras (286) y el suizo Roger Federer, líder indiscutible con 302 semanas.
Ganar la Copa de Maestros, título que aún le falta. De todos los torneos, Masters y Grand Slams que tiene Rafa en sus vitrinas este último Master del año es que aún no ha podido morder, perdiendo la final del año 2010 contra Roger Federer.
Brillar en el Masters de París. Si la capital francesa es coto reservado a Nadal en la tierra batida de Rolnald Garros, el torneo que se disputa en Bercy es territorio donde el balear aún no ha sido capaz de brillar, retirándose incluso en alguna ocasión y ganándose la bronca del público parisino.
Superar los 17 Grand Slam de Roger Federer. Con 17, el suizo es el tenista que más grandes victorias acumula en toda la historia del tenis. Nadal, a sus 27 años y con 13 grandes tras la victoria en el pasado US Open, tiene a tiro ser el mejor tenista de la historia.
Un Grand Slam en el mismo año. El último tenista en conseguir este hito fue el australiano Rod Laver en 1969 algo que por supuesto ni el mejor Federer ni el mejor Djokovic ni tampoco el mejor Rafa han sido capaces de sellar.