Por Redacción CaféFuerte
La prensa oficial llamó a “poner límites” a la actividad ilegal de profesores cubanos que se dedican a repasos particulares con fines de lucro, sin dedicarle el tiempo en el aula a sus propios estudiantes.
“Estas acciones revelan la ausencia de una ética profesional y la pérdida de la función del maestro, quien tiene el deber de dedicarles tiempo a sus estudiantes, sobre todo a aquellos más rezagados en el aprendizaje. Cobrar por ese trabajo es un ejercicio ilícito al que debe ponérsele límites”, indicó un reportaje de investigación, publicado este viernes en el diario Granma.
Los repasadores particulares fueron incluidos en la lista inicial de 178 empleos por cuenta propia, autorizados por el gobierno desde octubre del 2010, pero exceptuando a aquellos profesores que estuvieran activos.
Con el incremento de las actividades por cuenta propia, un grupo de personas pasó de ejercer como profesor particular en “la clandestinidad” a poseer su licencia de repasador, según reconoce el diario.
Más de mil repasadores
Datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social indican que un total de 1,023 personas tienen licencia para laborar de manera privada como repasadores.
“La existencia de este maestro por cuenta propia se mantuvo por muchos años de forma ilícita como consecuencia del debilitamiento de la fuerza técnica en el sector educacional. Sin embargo llegó a convertirse en una figura importante para aquellos jóvenes preocupados por su preparación, y sobre todo para su familia”, añade el artículo, firmado por la periodista Lissy Rodríguez Guerrero.
El reportaje cita los llamados “Repasos de Ángel”, una entidad de maestros repasadores que cobra en pesos convertibles (CUC) y se promociona con el eslogan de “¿Desea que su hijo sea universitario?”
Angel es un médico que repasaba varias asignaturas, pero que decidió luego que su negocio ofreciera clases especializadas, con un profesor para cada materia. El grupo prepara a estudiantes para pruebas de ingreso de preuniversitario y de universitario.
En las clases no se da todo
El reportaje descubre que existen profesores universitarios se dedican a dar clases particulares. Un testimoniante habla incluso de un profesor cuyas clases eran pésimas y trataba de explicar en los repasos lo que no enseñaba en el aula.
Los precios oscilan entre $10 dólares por repaso y 50 pesos cubanos por cada clase de dos horas.
Una estudiante menciona que existen profesores que insisten durante el curso en que “los repasos son necesarios” y advierten que “en las clases no se da todo lo que se examina”, de manera que sus discípulos se sientan intimidados y presionen a sus padres para que les costeen repasos y busquen un dinero que en ocasiones no poseen.
“El repaso particular es una actividad por la que puede pagar todo aquel que lo necesite y tenga los ingresos. Sin embargo, deben ser censurables aquellos actos que denigren el prestigio de la educación cubana que se esfuerza por superarse”, concluye el reportaje.
Fraudes masivos
Al comenzar el actual curso escolar, el Ministerio de Educación reveló que el personal docente con que se cuenta responde al 95 por ciento de la demanda en las aulas. En el caso de La Habana, ejercen actualmente unos 3,000 maestros de 11 provincias del país.
La crisis del sistema educacional dio también síntomas de fraude y corrupción el pasado verano, cuando el Ministerio de Educación se vio obligado a anular y repetir un examen final de Matemáticas de onceno grado tras revelarse que fue robado con fines de lucro.
Dos profesores de la enseñanza preuniversitaria y la trabajadora de una imprenta en La Habana fueron acusados y arrestados por las autoridades cubanas por sustraer el examen y propiciar un fraude masivo entre los estudiantes de un instituto del municipio Arroyo Naranjo.
Fraudes similares fueron también reportados en las provincias orientales por esa fecha, pero sin que trascendieran a la prensa oficial.