Otras notas
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Cuando mañana se presenten ante la jueza María Romilda Servini de Cubría cuatro ciudadanos españoles a declarar contra los crímenes del franquismo, aquí en Buenos Aires, Argentina continuará con el camino que emprendió España a fines de los ’90. Por entonces, el juez Baltasar Garzón perseguía crímenes de lesa humanidad cometidos en Chile y Argentina. Así se detuvo al dictador chileno Augusto Pinochet en Inglaterra, se juzgó al marino argentino Adolfo Scilingo en Madrid y se extraditó al capitán de corbeta Ricardo Cavallo desde España a la Argentina, habiendo sido detenido en México.
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Las asociaciones de recuperación de memoria histórica y de familiares de víctimas de España están, por demás, contentas. Ayer, en distintos puntos de su país, expresaron su satisfacción por la decisión de la Cámara Federal argentina de reabrir la investigación sobre los crímenes del franquismo. Además de anular el dictamen de la jueza María Servini de Cubría –que había archivado esas actuaciones–, ordenó que se envíe un exhorto al gobierno español para que informe si está investigando esos crímenes en el período comprendido entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.
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•ESPAÑA Y LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO
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Es una nueva victoria del Estado de deshecho.” Emilio Silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, calificó de “monstruosidad” la decisión del Tribunal Supremo de España de inhabilitar por once años al juez Baltasar Garzón.
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Al juez Baltasar Garzón le faltaba un año y 7 meses para que lo suspendieran, cuando se declaró competente para investigar los crímenes del franquismo. Después de 40 años, el 16 octubre de 2008, el juez que ya era vanguardia en la aplicación de la justicia universal, se convertía en el primer magistrado en considerar al dictador Francisco Franco, junto a 34 generales y ministros, responsable del plan sistemático de exterminio que, durante 1939 y 1975, había desaparecido a 114.266 personas y apropiado a 30 mil niños.
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“Abrir la puerta a una injusticia es dejarla abierta para todas las que le siguen.” Baltasar Garzón utilizó estos días esa célebre frase de Willy Brandt ante el tribunal que puede en breve inhabilitarlo de por vida como juez.
La frase de Brandt refleja exactamente lo que muchísimos españoles y no españoles piensan: que si el reconocido juez llega a ser condenado, España hará el mayor retroceso visto desde la recuperación de la democracia, hace más de tres décadas.