LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org – La zafra azucarera se iniciará en el país el próximo 20 de noviembre, por el central Comandante Manuel Fajardo, del municipio de Quivicán, en la provincia de Mayabeque. Según informó el gobierno, molerán en esta campaña 49 fábricas, una cifra similar a la del año anterior. El oficialismo pronostica que sea la mejor en los últimos diez años.
Para los entendidos en la materia resulta bastante dudoso este pronóstico, si se tienen en cuenta los problemas que existen en Matanzas, territorio que soporta un gran peso de esta industria, otrora motor de la economía isleña. El territorio yumurino, que incumplió el plan en la zafra anterior, enfrenta dificultades que perjudicarán los resultados generales.
En dicha provincia el central Mario Muñoz, de Los Arabos, ha presentado atrasos en las reparaciones e inversiones, problemas con el taller de maquinado y falta de recursos: tubos laminados y tornillería. Esta entidad, la de mayor norma potencial de molida, el pasado año demoró en arrancar debido a la prolongada espera de la unidad de procesamiento, pieza importada que almacena los datos de su funcionamiento.
Faltan mecánicos
El actual problema del Muñoz lo ha enfrentado también el René Fraga Moreno, ubicado en el municipio de Colón. Allí ha habido dificultades en el área de los molinos –motivada por la ausencia de mecánicos- y otras complicaciones, cuya solución depende de otras entidades.
También se estado en apuros el central México, situado en el mismo municipio, donde se deberá garantizar una estera que facilita el tiro directo de caña al basculador y el montaje de dos viradores de la gramínea, según informó la prensa oficial.
Debido a las posibles interrupciones –que de seguro se ocasionarán, por los atrasos en la arrancada, la demora en la transportación de la caña y las lluvias de primavera– los ingresos monetarios de los trabajadores disminuirán, al igual que su entusiasmo para incrementar la producción de azúcar, como ocurrió en la desastrosa campaña anterior. En esta se incumplió el plan técnico-económico.
Se ha conocido que en varios municipios matanceros es muy malo el estado de los caminos por donde deberá trasladarse la caña cortada. Para resolver esta situación son necesarios, entre otras cosas, recursos financieros y maquinaria especializada, con los que no cuentan muchos Complejos Agroindustriales.
Es bien conocido que los inconvenientes que han afectado la producción azucarera en Matanzas, como en otras regiones de Cuba, se reiteran. Esto se debe a la falta de interés y responsabilidad de muchos directivos, a su improvisación en el trabajo y a la ausencia del sentido de pertenencia de no pocos trabajadores, quienes a pesar de sus esfuerzos, no ven prosperar sus economías domésticas.
Está más que demostrado que las economías centralizadas basadas en la elaboración de un plan único, al que los sacrificados productores deben subordinarse, sin reclamos, no funcionan. Estas se caracterizan por la ineficiencia y el derroche de recursos, que en definitiva no están en manos del pueblo, sino del Estado explotador.
Llamado del Partido
Ante las situaciones expuestas, Teresa Rojas Monzón, primera secretaria del Partido Comunista en el territorio, llamó con urgencia, a “fortalecer el control sobre quienes poseen responsabilidades y a aumentar la preparación para acabar con las soluciones improvisadas”, así lo dio a conocer la prensa oficial. Existen poderosas razones para que la dirigente oficialista esté bastante preocupada.
Pero veamos cómo se comporta la labor de atención a los trabajadores, sobre todo, los que participarán directamente en el corte de caña manual, cuestión que incluye la adecuada alimentación, el oportuno suministro de agua potable, la información sobre las dificultades que se presentan y los resultados parciales de la producción, entre otros asuntos. En este sentido, siempre se manifiestan dificultades.
Llama la atención el hecho de que el Jesús Rabí, uno de los cuatro centrales del territorio que molerán en la próxima campaña, ya no será el primero del país en arrancar, como había pronosticado el semanario local Girón. Sus dirigentes administrativos y trabajadores están enfrascados en el cumplimiento de diez inversiones, de las cuales la fundamental es su planta bioeléctrica.
Ante la imposibilidad de hacerlo, fue suplantado por la fábrica Comandante Manuel Fajardo, del municipio de Quivicán, provincia de Mayabeque.
Nada, esas son las cosas que ocurren en un país, cuya economía, según nos dicen nuestros “sabios” gobernantes, está en proceso de actualización.