Aproximación al aspecto religioso del águila como símbolo jupiterino en la Legión romana.
El estandarte del águila que acompañó a los legionarios romanos durante siglos, en sus agotadoras marchas y en sus combates, desde las fronteras de Germania o Asia, hasta los confines de África, Dacia o Britania, no era, ni mucho menos, una simple enseña militar. Formó parte de la esfera religiosa pagana en la vida del combatiente de la Legión.
No era casualidad que el águila fuese la enseña más representativa del ejército romano. El águila, estaba vinculada desde época muy arcaica a IVPPITER OPTIMO MAXIMO, Dios celeste y soberano, protector del pueblo y del ejército romanos. Ese carácter de animal simbólico, representativo del Dios, le daba ese matiz “sanctum” (santo, sagrado).
El portar el águila, símbolo del Dios, era un honor especial e implicaba una responsabilidad extrema ante su pérdida. El portaestandarte recibía el grado de “aquiliferi” y estaba encargado no sólo de marchar con el estandarte del águila imperial legionaria durantes las largas caminatas , los combates o los desfiles, sino de engalanarlo y perfumarlo los días de fiesta religiosa y castrense. La pérdida del águila en combate suponía el más severo castigo ya que no sólo era una deshonra militar, sino una impiedad religiosa, por eso los “aquiliferi” debían tener características especiales. Los “aquiliferi” eran legionarios especialmente curtidos, con ciudadanía romana.
La vida del legionario estaba marcada por un calendario religioso muy estricto entre cuyas festividades estaba la celebración del “DIES NATALIS AQUILAE”, dedicado a conmemorar el aniversario de la fundación de la legión de que se tratase. El día de la fundación de la unidad se entregaban las enseñas y estandartes y cada año se celebraba el aniversario de esa fecha, considerada sacra, con solemnes rituales religiosos donde se renovaban los juramentos sagrados de fidelidad.
La importancia religiosa del águila legionaria está atestiguada, por ejemplo, en el templo consagrado a MARS VLTOR que Augusto hizo construir en Roma para depositar los estandartes recuperados en Hispania (“signa militaria complura per alio duces amissa devictis hostibus reciperavi ex Hispania”. ) y en las luchas contra los Partos. Dionisio de Halicarnaso insiste en el carácter sagrado de los “signa”. Los “GENIUS SIGNORUM”, o fuerza espiritual de las “águilas” son denominadas por Tácito como las auténticas divinidades de las legiones. Tertuliano, fanático cristiano, consideraba el culto a los estandartes del águila una blasfemia, precisamente por el carácter religioso de culto a IVPPITER que implicaba.
La cristianización forzosa del Imperio romano trajo consigo el abandono de este emblema sagrado de la Legión, debido a ese fuerte componente religioso politeísta, y fue sustituido por el Chrismón o monograma de Cristo, emblema del rabí divinizado. Sin duda ese abandono simbólico de las águilas sacras significó la pérdida del viejo espíritu castrense y espiritual romano y trajo consigo, en poco tiempo, la desaparición no ya sólo del mundo clásico europeo, sino de todo el mundo antiguo politeísta y el advenimiento de la Europa judeocristianizada.
Durante la fallida rebelión del ejército pagano de Eugenio, a fines del siglo IV d.C, las tropas de Eugenio no llevaron ya como emblema el viejo águila legionaria pagana, pero si un estandarte con la imagen de HERCVLES, una de la divinidades más queridas por los legionarios paganos . El ejército cristiano llevaba como símbolo el monograma de Cristo.
En HISPANIA, son conocidas varias inscripciones realizadas por militares hispano-romanos con ocasión de conmemorar la creación de una legión o de un cuerpo auxiliar. En concreto la LEGIO VII GEMINA y las cohortes I CELTIBERORUM y I GALLICA. Así mismo, en una de estas aras aparecidas en León y actualmente en el museo de Astorga, existe un relieve que representa una edícula o capilla, con columnas y frontón, dentro de la cual hay un águila con las alas extendidas y un rayo entre sus garras, signo indiscutible de IVPPITER. El relieve, junto a la inscripción conmemorativa del nacimiento de la legión, refuerza la idea del culto profesado al águila legionaria como símbolo palpable del propio IVPPITER en Hispania.
Por otro lado, en el Museo Provincial de Teruel se conserva una lucerna de cerámica hispano-romana, de gran belleza plástica, con la representación de un águila con las alas extendidas y aferrando un rayo con las garras y tras éste el busto del Dios protector del Imperio romano emergiendo entre las alas desplegadas del ave jupiterina.
IVLIANVS.