Editado por Nuria Barbosa León | 3/10/2013
Washington,
3 oct (RHC) El Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos en
Washington, se reabrió hace algunas horas tras haber sido cerrado
después de que se escucharan varios disparos en las inmediaciones del
edificio, según informó la Policía.
Las primeras informaciones señalan que el incidente comenzó en la
avenida situada frente a la Casa Blanca e implicó a una mujer que iba en
un vehículo, y algunos medios aseguran que una persona resultó herida.
Agregan las fuentes que la mujer intentó traspasar una barrera de
seguridad de la Casa Blanca y a raíz de ello comenzó una persecución por
fuerzas del Servicio Secreto que terminó en las inmediaciones del
Capitolio, donde ocurrieron los disparos.
Mientras se divulgó que el exdirector de la Agencia de Seguridad
Nacional de Estados Unidos, Maikel Hayden, defendió el programa de
asesinatos selectivos del gobierno norteamericano en otros países con la
ayuda de esa entidad de espionaje.
Durante un debate sobre ciberseguridad en el diario The Washington
Post, el exfuncionario reconoció que SÍ se hacen las ejecuciones, y
expresó su confianza en que para ello se utilicen las capacidades de
vigilancia de los servicios secretos.
Hayden añadió que el país está en guerra y puede aniquilar a
determinados individuos considerados como enemigos, a pesar de que los
asesinatos estén prohibidos por orden ejecutiva.
Así mismo, el gobierno de Estados Unidos desautorizará a grandes
firmas informáticas como Guguel y Maicrosoft a publicar la magnitud del
espionaje realizado por la Agencia de Seguridad Nacional, informaron
fuentes oficiales.
Ambas empresas solicitaron revelar la cantidad y el tipo de preguntas
que recibieron de los servicios secretos norteamericanos, pero
funcionarios de la Secretaría de Justicia ordenaron al tribunal
encargado de la decisión rechazar el pedido.
Tras el escándalo causado por las revelaciones del excontratista de
inteligencia Éduard Snouden, las reconocidas compañías informáticas
temen una disminución del número de sus clientes ante la posibilidad de
verse espiados.