La expulsión por el presidente Nicolás Maduro de la jefa de la misión diplomática de Estados Unidos en Venezuela, Kelly Keiderling Franz y dos de sus colaboradores evidencia el recrudecimiento del plan para derrocar a la Revolución Bolivariana. Maduro aseguró poseer pruebas del involucramiento de los estadunidenses en el sabotaje contra la economía nacional y el sector eléctrico.