El trato y las condiciones que reciben los integrantes de la delegación negociadora de las FARC en Cuba, que para la terminación del conflicto, es similar a la de cualquier misión diplomática.
Según informa el sitio La Patilla, que a su vez cita a El País de Colombia y al blog Mesa Redonda contra Comunista, desde hace diez meses cuando arribaron a La Habana, se convirtieron en los huéspedes consentidos del exclusivo sector de El Laguito, un lujoso condominio campestre con 120 casas de protocolo y un complejo esquema de seguridad, en el que sólo se recibe a presidentes, embajadores y los personajes más cercanos al régimen de los hermanos Castro.
En ese lujoso sitio se hospedaron presidentes como Hugo Chávez, Evo Morales y Nicolás Maduro y las delegaciones diplomáticas de los países asiáticos y africanos con los que Cuba mantiene relación cercana.
El Laguito, según afirman fuentes cercanas a las delegaciones que adelantan el proceso de paz en La Habana, “es de otro mundo” porque se trata de uno de los pocos lugares de la Cuba comunista en donde se vive con placeres y comodidades.
El barrio nació a principios del siglo XX alrededor del campo de golf del Country Club que aún se conserva. En 1911 un grupo de estadounidenses e ingleses residentes en La Habana, y liderados por Frederick Snare (ingeniero de Nueva York y constructor de puentes en Cuba), compraron los terrenos de una finca donde se edificó la casa del Club y un hermoso campo de 18 hoyos con una dimensión de 36 hectáreas.
Fue uno de los primeros lugares que se tomó la revolución Castrista de 1959 y un año después del triunfo, en 1960, Fidel Castro y el Che Guevara decidieron construir en sus instalaciones el actual Instituto Superior de Arte.
Alrededor del Club se construyó en los años 20 el proyecto residencial Miramar, que sigue siendo la zona residencial más lujosa de Cuba, con mansiones que el gobierno de Castro confiscó.
Aunque la mayor parte del tiempo los delegados del grupo guerrillero la pasan en el interior de la casa de tres niveles, con amplias habitaciones, dos salas de estar y acceso a internet, es común que algunos de ellos salgan a trotar por los prados y a jugar fútbol en la improvisada cancha que acondicionan en un sector de la grama.
Quienes más se ven por fuera de la casa son las mujeres y compañeras sentimentales de los comandantes guerrilleros que han establecido la rutina de salir a trotar y de alcanzar los mangos que por todos lados cuelgan de los árboles.
Respecto a los elementos que poseen en la gran mansión, el café, la cerveza, las frutas y el tabaco no escasean.
- Infobae