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De: carlos305  (Mensagem original) Enviado: 08/11/2013 14:44

Jubilados cubanos, la agonía de cobrar

| Por Gladys Linares
    

Jubilados hacen cola para cobrar en la Virgen del Camino. Foto Gladys Linares

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org – Como hemos dicho en otras ocasiones, la cotidianeidad de los ancianos en Cuba es un gran desafío. Enfrentarse día a día con la falta de dinero, la escasez de alimentos, las dificultades para recibir asistencia médica y las trabas burocráticas impuestas por el Gobierno, entre otros problemas, dificultan mucho los últimos años de nuestra existencia.

Nuestro archipiélago está entre los cincuenta países del mundo con mayor proporción de personas con sesenta años o más, lo cual representa el 17 % de nuestra población. La mayoría son jubilados o pensionados; a pesar de esto, el Estado no acaba de asumir una política verdaderamente efectiva para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en la tercera y la cuarta edad.

Para los pensionados, el cobro mensual es una agonía en lugar de ser motivo de júbilo. En Cuba se puede cobrar la jubilación en los bancos, el correo, en CADECA o por tarjeta magnética, a partir de la fecha señalada cada mes.

La tarjeta magnética frecuentemente se convierte en un problema. Muchas veces los cajeros automáticos no están funcionando, o no hay billetes de todas las denominaciones requeridas, o las tarjetas se traban.

A Ramón, un vecino que cobra por este sistema, en una ocasión se le trabó la tarjeta magnética en el cajero del Banco Metropolitano de Dolores entre 18 y 19, en Lawton. Asegura que nunca olvidará aquel mal rato, pues tuvo que esperar hasta las 12 del día para que lo ayudaran a sacarla, tal y como decía el cartel de la puerta.

Algunos, como Hilario, cobran en el correo. Según él, se lo permite la numeración de su chequera. Hace algún tiempo en este lugar había un servicio de mensajería para llevar la pensión a la casa. Él lo solicitó, pero no había personal entonces y nunca más lo ha habido.

Pero Jorge no está entre los que pueden cobrar en el correo, y como el banco le queda lejos, casi siempre cobra en la CADECA, donde la cola es más rápida. Aquí, sin embargo, el inconveniente es que algunas veces no hay suficiente efectivo. El mes pasado, por ejemplo, después de dos horas de espera, tuvo que irse porque se acabó el dinero.

En la CADECA de Dolores y 13, en Lawton, generalmente hay dos colas separadas, para cobro de pensión o cambio de dinero. Sin embargo, hace unos días había una sola, inmensa y lenta, pues solo estaban pagando por una ventanilla. Hasta que pasó un hombre en una moto, tocó el claxon e hizo esa señal tan significativa en Cuba que consiste en tocarse un hombro con dos dedos (se trataba de una advertencia de que estaba por llegar un jefe o algún funcionario importante). No habían pasado tres minutos cuando comenzaron a trabajar las tres ventanillas.

Cola para cobrar los retirados en La Vívora

En el banco, por otra parte, si bien no debe de existir el riesgo de que se acabe el dinero, la cola se vuelve lenta debido a que generalmente es la misma para cualquier gestión. Por este motivo, quienes pretenden cobrar su jubilación deben pasar largas horas en la calle, de pie, al sol o bajo la lluvia. A veces algún anciano se desmaya, pues no es raro que solo tengan en el estómago un buchito de café.

Panchito es uno de los que cobran en el banco. Ayer venía empapado porque había llovido y no encontró donde guarecerse. Y como todos los meses, se quejaba de que la pensión no le alcanza ni para comer, y decía que por eso recoge listas de bolita.

Felipe, de 84 años, hace la cola toda la noche para cobrar entre los primeros. Paga el refrigerador en el banco, y de ahí va a pagar la corriente y a comprar los mandados del mes. Y se acabó la pensión. Confiesa que el resto del mes sobrevive haciendo algún arreglito de carpintería.

La China, una vecina muy campechana, agrega que cobrar la pensión es difícil, pero más difícil es ver cómo se nos va de las manos sin alcanzarnos ni para empezar.

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