Desde hace unos días,
un mensaje xenófobo, recorre el éter. Un mensaje contra los rumanos, que ningún
progresista puede aceptar Y MENOS REENVIAR. Por desgracia, muchos de quienes reenvían esta bazofia, aunque lo
hacen engañados, son progresistas. Recuerdo que en la Francia pompiduliana,
mientras el heredero de Charles De Gaulle insinuaba que la culpa de la crisis
la tenían los extranjeros que enviaban dinero a sus países, corría la voz de,
¡¡cuidado con los vendedores ambulantes que a veces no lo son y cuando abres la
puerta te hipnotizan y te roban todo!!
EL MIEDO A LO
DESCONOCIDO HACE VIRGUERÍAS.
La burguesía, cuando el
pueblo tiene dificultades, hace que la gente mire a otro lado.
El verso atribuido a
Bertolt Bretch podía empezar desde que tenemos noción de la historia;
Primero fueron los
aldeanos (aquellos que vivían miserablemente en las aldeas.
Después fueron los
villanos (por quienes vivían en las villas, no menos miserablemente)
(Los burgueses vivían
en sus burgos rodeados de vasallos, mientras que “la plebe”, vivía en aldeas y
villas).
Posteriormente, la
burguesía, podíamos decir, progresista, ante la llegada de los gitanos, y los
robos latentes, inventó un refrán, “roban los aldeanos a la sombra de los
gitanos” dejando entender que al fin y al cabo, siempre fueron “los otros”
quienes robaban la burguesía nunca
Después fueron los
judíos
Después fueron los
moros
Y llegando a la época
moderna
Primero fueron los
anarquistas
Después fueron los
socialistas
Después fueron los
comunistas
Después fueron los
progresistas
Después fueron los que
siempre protestan
Después fueron los
descontentos
Y ahora el extranjero,
¡¡que siempre lo fue!! pero vuelve cada vez que la burguesía lo necesita.
Recuerdo que el medio
metro de El Ferrol, caudillo de España por la gracia de Dios, atribuía a los
comunistas con ideas foráneas, el motivo por el cuál, él debió alzarse en armas
contra un gobierno legalmente constituido, tomando las armas contra el pueblo
que lo armó.
Otro fascista al otro
lado del Atlántico, esta vez en el Chile masacrado el felón Pinochet, acusaba a
ideas foráneas quererse apoderar de la Patria “por lo cual tuvo” que
“defenderla asesinando a decenas de miles de patriotas chilenos.
Y volviendo a la
Francia ocupada, los alemanes, para justificar el asesinato de comunistas,
decían, “communiste, pas français” Los comunistas no eran franceses. Por
supuesto, no fueron aquellos que firmaron el Comité Contra la Intervención, en
la guerra civil española. Como siempre el enemigo viene de fuera, por lo visto,
los alemanes, sí eran franceses. Los “compañeros socialistas” que sí lo
firmaron, así debían creerlo.