Durante el fragor de la Primera Guerra Mundial, el ejército británico compró la mayor parte de los caballos de Inglaterra y los envió al Frente Occidental. Muchos granjeros y comerciantes tuvieron que encontrar bestias de carga alternativas, pero ninguna más exótica que los elefantes.
Sobre las calles empedradas de la industrial Sheffield, un elefante de India avanzaba con pesadez.
Su tarea era importante. Tenía que transportar municiones, máquinas y chatarra por toda la ciudad, un trabajo que antes hacían tres caballos que habían sido llevados al frente.
Lizzie, nombre con el que se la conocía, solía hacer trucos como parte de un espectáculo itinerante.
Pero con el estallido de la Primera Guerra Mundial, fue destinada a ayudar con el trabajo pesado: le pusieron un arnés y fue enviada a trabajar con comerciantes de chatarra.
No era el único animal exótico trabajando en Reino Unido.
Camellos, probablemente procedentes del mismo espectáculo que Lizzie, también fueron empleados en Sheffield para tirar de pesadas cargas.
Y en Surrey, los elefantes de un circo cercano llenaron el hueco dejado por los caballos ausentes, labrando campos y transportando heno.
¿Cuán útiles eran estos animales de circo para el esfuerzo bélico? ¿Y cómo acogió la gente del campo y la industria a sus nuevos compañeros de trabajo?
Reseña en la revista de la Exposición Universal
El periódico de la Exposición Universal publicó la primera crónica sobre la aparición de Lizze en febrero de 1916, haciendo notar que la "escasez de recursos para transportar carretas en Sheffield" había hecho que Lizzie fuera "forzada a entrar en servicio" desde la casa de fieras de Sedgewick.
Se leía: "La semana pasada se la vio marchando con facilidad con una carga de acero hacia la fábrica de municiones".
"El peso de la carga era equivalente al que se le solía asignar a tres caballos".
"Algunos caballos quedaron sorprendidos por esta reducción inesperada de su trabajo, y resoplaron y miraron a un lado cuando pasó la elefante".
Según la historiadora, autora e ilustradora de Sheffield, Clare Trowell, no se sabía cómo iba a desempeñarse en Tommy Ward's, un vendedor de chatarra en la ciudad.
"Lizzie era un elefante indio, inteligente y fácil de entrenar, estaba acostumbrada a la gente porque era parte de una casa de fieras. Estaría deambulando arriba y abajo por las calles donde vivía la gente, e imagino que sería una imagen peculiar.
"Era todo un personaje, hay una historia sobre cómo se introdujo a través de la ventana de alguien y le robó la cena" añadió Trowell.
Lizzie recibió un par de botas de piel especiales para proteger sus patas de la basura de metal que se amontonaba en un campo de chatarra.
No se sabe mucho sobre cuál fue su destino después de la guerra; sin embargo, la expresión "utilizado como un elefante de Tommy Ward's", que se emplea cuando alguien transporta algo pesado, ha sobrevivido en la zona.
Algunas pruebas indican que fue enviada a trabajar en una granja donde el terreno era menos hostil.
Otras regiones del Reino Unido
Un grupo de elefantes también colaboró con el esfuerzo bélico en la ciudad de Horley, en Surrey.
Alan Reid, de la Sociedad de Historia de Horley, señaló: "Creces pensando que los elefantes son animales africanos o indios, así que verlos caminando por Horley durante la Primera Guerra Mundial debió ser todo un choque.
"Eran animales pesados y seguro que fueron muy útiles tirando de arados y cargando con mercancías".
Los elefantes de Horley provenían del circo de Lord Sanger, que tenía su sede allí cuando no estaba de gira por el país.
Los utilizaron durante la guerra para labrar campos y transportar cargas agrícolas en las granjas de la zona.
"Eran empleados para propósitos prácticos, pero probablemente funcionaban también como pequeño reclamo publicitario para el circo", explicó Reid.
Cruz Azul para la protección de animales
La Cruz Azul ayudó a cuidar de los caballos heridos en la Primera Guerra Mundial.
Se calcula que el Ejército Británico empleó cerca de 1,2 millones de caballos y mulas durante la guerra, y que cerca de 484.000 de ellos murieron. Durante la guerra, la Cruz Azul, una organización británica de atención a los animales, recaudó fondos para su cuidado.
A Steven Broomfield, manager del hospital Victoria de la Cruz Azul, no le sorprende que los elefantes resultaran útiles ante la falta de caballos.
"El caballo seguía siendo el principal medio para trasladar cosas", dijo.
"Gran parte de la artillería de campo y otros objetos eran transportados por caballos, el grueso del trabajo de levantar cosas pesadas se hacía con energía equina.
"Eran mucho más confiables, no se venían abajo demasiado rápido, eran baratos y fáciles de arreglar en comparación con los camiones de la época.
"No era una vida sencilla, una cantidad alarmante debió morir por las bombas o las enfermedades.
"Pero había que ganar una guerra, y francamente, teníamos que utilizar todas las herramientas y equipos que tuviéramos a mano, incluidos los elefantes".