“Acá siguen reprimiendo” explicaba Lefxaru Nawel, joven kona y uno de los voceros de la comunidad mapuche en comunicación con lavaca desde las afueras del edificio lisérgico de la Legislatura de Neuquén, construido con regalías petroleras. El diputado del FIT Raúl Godoy, trabajador de Zanon, confirmó por su parte que se convocará a un paro provincial. Y con 25 votos contra 2 los diputados aprobaron ese acuerdo a la madrugada, tras un oscuro miércoles 28 de agosto en el que la policía atacó desde la mañana a los que se oponen a la aprobación del contrato plagado de cláusulas secretas entre Chevron e YPF para extraer petróleo mediante la peligrosa y contaminante hidro fractura (fracking). Hubo un herido de un balazo de plomo en el pecho, Rodrigo Barreiro, docente de 33 años, según confirmó desde afuera de la Legislatura a lavaca la periodista Alba Fernández, de la cooperativa de comunicación 8300 web. “Los detenidos fueron cinco y ya los liberaron pero la represión siguió en todo momento”.
“Desde que mataron a Carlos Fuentealba no se veía este nivel de violencia” agregó Alba Fernández.
Consulta al joven mapuche antes de conocerse la votación: ¿Qué harán si los diputados insisten con llevar adelante y aprobar el acuerdo? Lefxaru contestó con algo que por ahora es un enigma: “En ese caso resolveremos qué haremos”.
Dentro del recinto, hubo mociones para levantar la sesión teniendo en cuenta la tensión social producida por la violencia policial hacia los manifestantes. Esas mociones chocaron con la idea de los oficialismos provincial (Movimiento Popular Neuquino) y nacional (Frente para la Victoria) de firmar el acuerdo y actuar a partir de los hechos consumados. Alba: “Es doloroso ver a diputados del kirchnerismo que son compañeros, que han apoyado las luchas, y ahora están claramente del otro lado, del lado de lo que las comunidades rechazan”. La frase “Democracia o Corporaciones” que tan bien parece definir el tema de la Ley de Medios, no parece aplicarse a Chevron, que curiosamente no es considerada una corporación, mayor incluso que Clarín.
Ganó esa mayoría favorable a la extracción con métodos denunciados internacionalmente (los rechazos fueron tapa del diario Times de Londres, ya que en Gran Bretaña se registraron sismos de más de 4 puntos de intensidad como consecuencia del fracking).
Los diputados pudieron hacer oratoria en favor de la extracción de petróleo y gas no convencional mediante fractura hidráulica, sin que nadie contestara: los diputados opositores se habían retirado. En la calle seguían reprimiendo sin discriminar a nadie. Hubo al menos 25 heridos. El jefe de la policía Raúl Laserna declaró que los manifestantes atacaron a las llamadas fuerzas del orden “a mansalva”. Esta falsedad fue la excusa para reprimir con balas de plomo, goma y gases lacrimógenos lanzados, en serio, a mansalva. Como recordaba Alba Fernández, el estilo neuquino no parece haber variado desde abril de 2007, cuando la policía asesinó con un balazo en la nuca al docente Carlos Fuentealba.
En realidad la manifestación de unas 5.000 personas había sido pacífica: Confederación Mapuche, sindicatos de trabajadores, asociaciones ambientalistas contra el fracking, centros de estudiantes universitarios y secundarios, y vecinos contrarios a un acuerdo que oculta más de lo que muestra mediante cláusulas secretas. Entre los detenidos se encontraba el periodista Paulo Tejeda, de la cooperativa y agencia de noticias 8300. Hubo decenas de heridos y tanto ATEN (Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén) como ATE (Asociación Trabajadores del Estado) y el diputado Raúl Godoy (obrero de Zanon, del Frente de Izquierda y los Trabajadores) denunciaron al menos un herido de bala, Rodrigo Barreiro, de 33 años, con un disparo que le dio en el pecho pero cuya vida está fuera de peligro.
Miriam Bregman, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos, declaró: “Tiran al cuerpo gases lacrimógenos vencidos sin parar y se acaban de llevar a un periodista del diario Río Negro con la cabeza partida. Es una represión como pocas veces se ha visto”. La historia del fracking en la Argentina cerraba así otro capítulo, con la aprobación parlamentaria entre las lágrimas de los gases.