La prensa registró en días recientes la muerte en Miami del terrorista internacional de origen cubano Pablo Gustavo Castillo Díaz, alias El Cojo, uno de los tantos criminales protegidos por las autoridades norteamericanas y otro de los autores materiales del asesinato del técnico cubano Artaigñán Díaz Díaz, ocurrido en México el 23 de julio de 1976. Escapó a las autoridades de México, pasó a Estados Unidos y después se trasladó a Venezuela, donde se fraguaba, en el marco de la Operación CORU, el sabotaje a un avión civil cubano, seleccionado entre las rutas aéreas de Cubana de Aviación por el Caribe, declarada por los terroristas de Orlando Bosch Ávila como “zona de guerra”.