Tras realizar una evaluación negativa sobre el proceso de capitalización de su red ferroviaria, lo que incluye la mitad occidental que administra el grupo Luksic, Bolivia procederá a la "nacionalización" de los trenes durante el nuevo mandato del Presidente Evo Morales.
Así lo confirmó a "El Mercurio" en una entrevista telefónica desde La Paz el viceministro de Transportes de Bolivia, José Kinn: "La decisión está tomada", declaró.
Kinn precisó que aún no se ha definido la fecha para aplicar la medida, pero que se buscará hacerlo en forma "amistosa" con la empresa afectada. "Un elemento claro de definición", según dijo, lo darán previas auditorías técnica y financiera a la que será sometida. "(En el gobierno boliviano) hay una visión general de que al momento de ser capitalizado se inició un proceso de deterioro del sistema ferroviario en su conjunto. Muchos tramos fueron abandonados y expuestos a robos de rieles. Algunos han desaparecido. El sistema en su conjunto no sólo se estancó, sino retrocedió", dijo.
Estado de inversiones
El viceministro planteó que sólo los tramos rentables han recibido inversiones y mantenimiento, enfatizando sus críticas hacia el Ferrocarril Andino, en manos de la chilena Antofagasta Public Limited Company (su filial es Antofagasta Railway). "Allí se han abandonado ramales como los de Oruro a Cochabamba y de Potosí a Sucre", dijo.
El cónsul general de Chile en La Paz, Ricardo Herrera, no quiso precisar si la medida puede afectar la relación con Bolivia, y enfatizó que Antofagasta PLC ha cumplido todas las inversiones comprometidas.
"No he tenido ninguna notificación ni señal del Presidente Morales de que vaya a haber un cambio. Por lo que me he informado, los ferrocarriles no están hoy en las prioridades de renacionalización", dijo Herrera. Pero puntualizó que "eso no significa que no lo vayan a estar".
El gerente general de Antofagasta PLC, Miguel Sepúlveda, declinó ayer atender a "El Mercurio". La empresa controla el 50% más uno de las acciones y nombra a cuatro de los siete directores del Ferrocarril Andino, empresa a cargo de 2.200 kilómetros de vías férreas que conectan La Paz y Oruro con la frontera con Chile (Charaña y Ollagüe) y Argentina (Villazón), además de ramales hacia Cochabamba y Sucre.
En 1996, Bolivia entregó los ferrocarriles a manos privadas. El grupo chileno Cruz Blanca se hizo cargo de las redes oriental y andina, que traspasó la primera a la estadounidense Genesee Wyoming y la segunda a su entonces socio minoritario Antofagasta Railway. El compromiso era invertir US$ 13,5 millones en cinco años en la red occidental.
El objetivo de la capitalización era atraer capitales que revirtieran el deterioro de las redes.
El viceministro Kinn señaló que la nacionalización es necesaria para impulsar el ambicioso plan de formar un corredor ferroviario que conecte a Brasil con los puertos chilenos y peruanos en el Pacífico.
Ello requiere invertir US$ 8 mil millones, que provendrían de empresas chinas interesadas en acceder a materias primas.
Fuente: El Mercurio de Santiago