Orfilio Peláez
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Pronto el sueño de viajar por el espacio sideral y remontarse hasta los orígenes del Universo "podrá hacerse realidad", cuando en el venidero mes de diciembre abra sus puertas el Planetario-Centro Cultural para la Ciencia y la Tecnología, en pleno corazón de la Habana Vieja.
Según refieren el doctor Oscar Álvarez y la arquitecta Jeny Molina, el lugar será una magnífica opción para acercar los conocimientos científicos al ciudadano común. fotos: Arnaldo Santos
Se trata de un singular proyecto desarrollado por la Oficina del Historiador de la Ciudad con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), a través de su dirección de ciencia, cuyo propósito es poner al alcance del ciudadano común, de forma amena y creativa, los conocimientos atesorados por la humanidad en el campo de la Astronomía, Física, Matemáticas y otras ramas del saber.
El doctor Oscar álvarez Pomares, coordinador científico de lo que sin duda será una magnífica opción educativa y recreativa para todo tipo de público, explicó a Granma que el equipamiento del nuevo y moderno Planetario fue adquirido a través del programa de ayuda cultural otorgada por el gobierno japonés a las naciones en vías de desarrollo.
Desde el punto de vista constructivo, la adaptación del viejo edificio como sede del nuevo Planetario ha sido un proyecto bien complejo.
De ahí que la inauguración de la obra coincida con el ochenta aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Japón.
SALDAR UNA VIEJA DEUDA
Los planetarios son una suerte de simuladores reales del cielo nocturno, en los cuales pueden recrearse diferentes espectáculos como la ocurrencia de eclipses, mediante un proyector móvil que refleja las imágenes sobre una pantalla en forma de cúpula.
Datos recientes dan cuenta de la presencia en el mundo de alrededor de tres mil planetarios, destacándose los denominados digitales, capaces de asumir las más imaginativas representaciones de los fenómenos del Universo.
Nuestro país, precisa el doctor Oscar Álvarez, llegó a contar con varios planetarios en la década de los 80 del último siglo, pero por diferentes motivos (deterioro de la instalación, pérdida de los equipos, falta de mantenimiento), dejaron de funcionar y en la actualidad solo está disponible al público el que radica en el Museo de Historia Natural de Sancti Spíritus.
Entre ellos está el de Pinar del Río, que fue desmontado un buen día y nadie sabe cuál fue su destino final.
Muchos cubanos pertenecientes a generaciones anteriores todavía guardan en su memoria los recuerdos del que existía en el Capitolio Nacional. A pesar de sus limitaciones, aquel lugar era capaz de desatar la fantasía infantil e incentivar el interés por la Astronomía.
Por eso, subraya Oscar, la pronta culminación y puesta en funcionamiento del nuevo Planetario salda una vieja deuda con los amantes de esta disciplina, y abre nuevos espacios para fomentar la cultura científica.
RETO A LA IMAGINACIÓN
Situado en una antigua edificación de estilo colonial donde se localizaba el otrora cine Habana, en el mismo centro de la Plaza Vieja, la remodelación del inmueble resulta bien compleja, pues según expresa la joven arquitecta Jeny Molina Saavedra, de la dirección de Proyectos de la Oficina del Historiador, se trata de adaptar un local que originalmente no fue destinado a esa función.
Además de contar con el moderno Planetario de procedencia japonesa (estará situado en el interior de una enorme esfera que, dentro del salón principal, representa al Sol y dispondrá de más de 70 capacidades para presenciar las proyecciones), en sus cuatro pisos aparecen diferentes salones y galerías, entre ellas el Salón del Universo, la Sala del Espacio y la Técnica Espacial, el Pasaje Cósmico y el Balcón del Sistema Solar.
Como bien refiere el doctor Oscar Álvarez, el público podrá maravillarse con la simulación de un emocionante viaje desde la Tierra hasta el borde visible del Universo, durante el cual apreciará vistas muy realistas de los planetas, estrellas y galaxias.
En el umbral de acceso al Pasaje Cósmico se hará una representación tridimensional de la Gran Explosión (Big Bang ), donde mediante la combinación de imágenes y sonido, será posible recrear el célebre suceso que dio origen al Universo conocido.
Otras de las atracciones lo constituye la representación real de la configuración de los planetas del sistema solar correspondiente al solsticio de verano de 1986, donde aparece el cometa Halley viajando dentro de él, y la presencia de básculas digitales que le mostrarán al visitante cuál sería su peso si se encontrara en Marte, Saturno, Júpiter, la Luna, u otro lugar del espacio sideral.
Desde el observatorio exterior ubicado en el último piso del edificio, las personas tendrán la oportunidad de experimentar con el uso de pequeños telescopios hacer observaciones del disco solar y de fenómenos astronómicos notables.
La obra enriquecerá el patrimonio científico-cultural de la parte más antigua de la ciudad, junto con el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo de Historia de las Ciencias Carlos J. Finlay, y la Casa Alejandro de Humboldt. También será un homenaje a la desaparecida doctora Rosa Elena Simeón, su más entusiasta promotora.