Cuba ha experimentado notables avances en la ciencia médica en el año 2013, y entre sus propósitos para 2014 en este área, prevén extender a todo el país la medicina regenerativa, que se aplica actualmente en doce provincias.

La medicina regenerativa ha servido para tratar en el país a unos cinco mil pacientes con diferentes dolencias, en su mayoría relacionadas con ortopedia, traumatología, periodoncia y angiología.

La aplicación de estas técnicas ha dado muy buenos resultados, los más significativos han sido aplicados a fracturas complejas, pseudoartrosis, necrosis de cadera, lesiones musculares y de tendones, quistes óseos o periodontitis.

Personas afectadas por fibrosis pulmonar idiopática también se han visto beneficiadas de los avances en medicina regenerativa en Cuba, como el caso de un niño al que se pudo evitar un trasplante de pulmón, según ha señalado el doctor Porfirio Hernández.

La medicina regenerativa implica la curación de enfermedades sin tratamiento, mediante la regeneración de los tejidos dañados por la vejez o por algún traumatismo. Es sin duda una de las grandes armas médicas del futuro, y un campo prioritario para la investigación en el sistema de salud cubano.

Porfirio Hernández, médico y vicedirector de Investigaciones del Instituto de Hematología e Inmunología (IHI), ha afirmado que estos grandes avances en la ciencia de la medicina regenerativa han sido posibles por el apoyo de las instituciones territoriales al trabajo de los especialistas médicos.

El IHI ha cooperado con diversos hospitales como el Enrique Cabrera o el pediátrico William Soler, en el municipio de Boyeros, donde se iniciaron las investigaciones sobre terapia celular en 2004.

Otro logro importante en la medicina cubana en 2013 ha sido la puesta en funcionamiento del Centro de Ingeniería Celular y Trasplante de Órganos y Tejidos, que gestiona los injertos a nivel nacional, así como el diagnóstico molecular de las hemopatías e inmunodeficiencias.

En Cuba, las prioridades para 2014 en la rama de la medicina son: extender la medicina regenerativa a otras dolencias de origen genético, iniciar la aplicación de la sangre de cordón umbilical, y envasar y conservar células del tejodo adiposo para aplicación terapéutica.

De igual modo, según afirma Porfirio Hernández, continuarán las investigaciones en otras enfermedades de tipo cardiovascular, digestivas, cutáneas, respiratorias, oculares y neurológicas

Alba Sánchez Serradilla
Redacción