El canciller ruso, Serguei Lavrov, exhortó a todos los negociadores a respetar estrictamente los principios básicos del derecho internacional, entre ellos la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos. También advirtió que Rusia partía consecuentemente de que el conflicto no tiene solución coercitiva y podría ser superado únicamente mediante la concordia recíproca entre las partes.
Ese acuerdo expresa claramente que solo al pueblo sirio corresponde determinar el futuro de su país y plantea el establecimiento de un órgano de gobierno transitorio, que podrá incluir a miembros de la actual administración y de la oposición.
Pero en su discurso este miércoles en el foro, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, afirmó que "de ninguna manera" el presidente Bashar al-Assad puede ser parte de un gobierno de transición.
Sus declaraciones provocaron la reacción inmediata del ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid Muallem, al advertir que solo al pueblo corresponde elegir las autoridades y demandó respeto para la soberanía nacional. "Señor Kerry, nadie en el mundo tiene derecho a otorgar o retirar la legitimidad de un presidente, una constitución o una ley, excepto los propios sirios", dijo Muallem.
En sintonía con las posiciones de Occidente, el jefe de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Yarba, pidió también la salida del poder del presidente legítimo de ese país.
Siria es una nación soberana y hará lo que considere necesario en interés de su pueblo, insistió por su parte el canciller Muallem, quien encabeza la delegación oficial a la conferencia, convocada por la ONU.