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General: "no le deseo a nadie lo que vi!
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Respuesta  Mensaje 1 de 7 en el tema 
De: albi  (Mensaje original) Enviado: 06/02/2014 19:29

 HABLAN LOS VECINOS QUE FUERON TESTIGOS DE LA TRAGEDIA

“No le deseo a nadie ver todo lo que vi”

 

 
 

La tarde en Barracas era triste. No le cabía otro calificativo. En la esquina de Azara y Quinquela Martín, el sitio donde se encuentra la fábrica de Iron Mountain, todo era calor, olor a polvillo y silencio. Se escuchaban en forma discontinua los ruidos de las máquinas y las indicaciones a los gritos del personal de Bomberos y Defensa Civil, que todavía trabajaban en el lugar, lleno de humo y algunas llamas. También el murmullo de los vecinos y los periodistas, que curioseaban por novedades detrás de las cintas de precaución. Pero, aun así, la escena transcurría por debajo de un profundo aire de solemnidad. Lo peor de la tragedia había sucedido más temprano en la mañana y ya había calado hondo en todos los presentes.

“7.30 me despertaron las sirenas de los bomberos, las ambulancias y la policía. Cuando me acerqué a la fábrica, había mucho humo negro y el fuego ya se había iniciado”, relataba Juan Carlos, un vecino que vive en Coronel Salvadores al 1300, a dos cuadras del incendio. “Vi cuando cayó la pared de la esquina, tenía una grieta de 15 a 20 metros. Había mucha gente parada, mirando en los alrededores. Yo les gritaba que se corrieran, que era peligroso. Finalmente, se vino abajo sobre unos bomberos que estaban trabajando en una puerta. También golpeó a un camión de bomberos, que casi se voltea. Se levantó una gran polvareda sobre varias cuadras. Enseguida salí corriendo a llamar a los bomberos, ubicados unos metros más atrás. Fue una catástrofe.”

“Toda la gente está con un gran dolor. No le deseo a nadie ver todo lo que vi. Hace poco se incendió un conventillo que mató a tres chicos, pero accidentes así no vi nunca. Había tres o cuatro metros de fuego, incluso ahora sigue ardiendo”, agregaba el hombre, de no más de 50 años, mientras dibujaba parábolas en el aire con sus manos para graficar la escena. Todavía tenía el accidente en la piel.

Roque, quien vive en Jovellanos y Quinquela Martín hace más de cuatro años, tampoco recordaba un incendio de tal magnitud: “Primero salía humo por el techo de chapa a dos aguas. Después, las llamas comenzaron a tapar todo. Se iban para arriba, era impresionante. Había lenguas de fuego de 4 a 6 metros. Por suerte, el viento corría hacia el norte, donde continuaba la fábrica, sino el fuego hubiese llegado a casas de vecinos”. Acalorado, sentado en las escaleras de entrada de una casa cercana y con una botella de agua a medio acabar, el hombre, serio, detallaba que “cayó una pared y después se vinieron abajo otras tres. Hubo una gran explosión. Los vecinos que estaban enfrente se autoevacuaron. Por miedo y por el calor mismo, que era insoportable. También hubo cortes de luz en cuatro manzanas de la zona, pero, por suerte, no en mi casa”.

Sobre Coronel Salvadores, también a dos cuadras de Iron Mountain, el Centro para la Primera Infancia, un jardín de infantes del barrio, no había abierto sus puertas por precaución. “Antes de las 8 ya había humo. El cielo estaba tapado por una neblina grisácea. A los cinco minutos llegaron los bomberos y la policía. Desde el fondo del patio de atrás se veían las llamas, era un problema importante. Quisieron entrar pero se les vino la pared abajo”, indicaba Horacio, responsable del establecimiento educativo.

“Por prevención no tuvimos actividades. Además nos cortaron la luz y el gas. Nos avisó un policía más tarde. Estaba llorando. En general, noté a todo el personal shockeado. Para auxiliarlos, les ofrecimos que pasaran al baño para higienizarse, y algunos estaban devastados. Es lógico, estaban trabajando desde temprano y los chicos que habían muerto eran sus compañeros”, detallaba Horacio, rodeado de algunas de las maestras que se habían quedado a mirar lo que ocurría.

En la misma línea, Marisa, una vecina que barría la vereda llena de escombros de su casa de Jovellanos al 1300, justo enfrente de una de las paredes que se habían desmoronado, señalaba conmovida que “fue una verdadera tragedia. Un policía le decía con la voz quebrada a un bombero que, después de Cromañón, esto era el mayor desastre que había pasado en la ciudad”. También comentaba que “se sabía que podía pasar algo porque guardan mucho papel. La cuadra es impresentable, está llena de galpones. Con cualquier cortocircuito puede pasar de nuevo, en cualquier momento explota otro. Había un proyecto que planteaba sacar las fábricas del barrio pero quedó en la nada”.

Alrededor de la vivienda, ya con el operativo de rescate terminado, médicos del SAME se paseaban cansados por la cuadra y se dejaban caer donde sus cuerpos se los permitían. Por su parte, personal de bomberos seguía trabajando y movía restos de ladrillos y ramas de árboles caídos por el impacto. “Quiero destacar el despliegue del SAME y de todos los que trabajaron. Desde mi casa hasta la esquina, la vereda estaba llena de camillas para asistir a los heridos. Se movieron muy rápido. Es una lástima lo que les pasó a los nueve bomberos. Murieron con mucho honor y dignidad.” Marisa hablaba, pero había cambiado la escoba y se empeñaba en sacar la suciedad de la casa a manguerazos. Como si el caos se acabara sólo con agua.

Informe: Gonzalo Olaberría.



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Respuesta  Mensaje 2 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 19:30

La bombera a la que le gustaba salvar vidas

El 17 de marzo de 2013, Página/12 publicó la historia de vida de Anahí Garnica, una de las víctimas fatales en el derrumbe de ayer. Fue la primera mujer que se incorporó al cuartel de Bomberos de la Policía Federal. La nota formaba parte de una producción que reflejaba el avance de las mujeres en las fuerzas de seguridad a partir de la gestión de Nilda Garré en el Ministerio de Seguridad nacional. Aquí, el texto completo del artículo sobre la mujer bombera, que llevó como título una frase que ella pronunció en la entrevista: “Me gusta salvar vidas”.

 

 Por Mariana Carbajal

Desde chiquita, cuando veía a su papá con el uniforme de bombero, Anahí Garnica soñaba con seguir sus pasos. Pero sabía que no iba a poder, porque en el escalafón Bomberos de la Policía Federal históricamente no se aceptaban mujeres. Cuando terminó el colegio industrial donde cursó su secundaria y se recibió de maestra mayor de Obras, se inscribió en la Universidad Tecnológica Nacional para estudiar Ingeniería Civil. Era 2003. Y tuvo la suerte de que justo la Federal decidió abrir sus puertas a las mujeres a modo de prueba. Ingresaron ella y otras cuatro mujeres. Eran cinco y veinte varones en el aula. “No estaban seguros de que hubiera mujeres, pero querían probar”, contó Garnica, sobre ese cambio de política. En 2006, la destinaron al Cuartel 1º. Fue la primera bombera en un cuartel en la Federal. “No había ni habitación ni baño para femeninos. Me designaron a la ‘habitación de alarma’, donde las mujeres atienden el teléfono. Ahí dormía los días de guardia. Al año siguiente me hicieron una habitación para dormir durante las noches de guardia”, recordó. Hace diez guardias de 24 horas por mes, como cualquier bombero.

Es subinspectora y, al llegar al cuartel, en 2006, con 20 años, tuvo a su cargo bomberos que rondaban los 50 años y tenían larga experiencia apagando incendios e interviniendo en otro tipo de emergencias. “Algunos se resistían a la autoridad, pero a mis compañeros varones también les pasaba. No tenía que ver con el género sino con nuestra juventud”, piensa Garnica.

“Me gusta salir a incendios, ayudar a la gente, salvar sus vidas, sus objetos, sus mascotas”, dice Garnica. Está casada con un bombero del cuartel de La Boca. “Cuando hay incendio en la Reserva Ecológica a veces nos encontramos”, cuenta. Un día llegó a salir del cuartel para alguna emergencia 21 veces. En verano, dice, lo más habitual son ascensores detenidos; en invierno, accidentes con estufas eléctricas o velas o incendios en la calle porque gente sin techo prende residuos para calentarse. Siente que cuando hay niños y niñas en los incendios, son ellas, las bomberas, las que entablan mejor vínculo y pueden contenerlos mejor.

 

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Respuesta  Mensaje 3 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 19:46
asesinos

Respuesta  Mensaje 4 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 19:54
ASESINOS!!!

Respuesta  Mensaje 5 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 20:34
e

Respuesta  Mensaje 6 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 20:38
FFF

Respuesta  Mensaje 7 de 7 en el tema 
De: albi Enviado: 06/02/2014 22:32
Fijate que la gente que lo vio de cerca no invocó a Dios ni a la religión, estamos muy indignados y agradezco tu uruguaya solidaridad!!!


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