No digas nunca: “Ya no puedo más”
No sabes cuánta es la fuerza que descubre en sí
el que se mira por dentro,
el que se decide a seguir poniendo esfuerzos,
cada vez más redoblados.
No digas que no puedes más,
cuando se trata de corregir tus defectos,
siempre puedes poner un esfuerzo más.
No digas que no puedes más, cuando se trata de sufrir,
lo que tú has sufrido,
ciertamente que no ha llegado a lo que otros están sufriendo a tu lado,
si ellos pueden más,
¿por que tú no podrás?
No digas que no puedes más,
cuando se trata de ayudar a los otros;
es tanto lo que tú tienes para darles,
que nunca darás lo suficiente y nunca te darás del todo.
Sé más optimista contigo mismo,
tente más confianza, cobra más valor,
dilata tus horizontes, descubre nuevos campos de acción.
Sea éste tu lema:
“¡Siempre más y siempre mejor!”