TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 16 de febrero de 2014 12:00 AM
La calle es sólo una chispaLas manifestaciones públicas en contra de este gobierno son tan justificables como necesarias. Razones sobran hoy en día para que los venezolanos estemos molestos y pensemos además que la única alternativa que nos queda es la protesta. Pero debemos entender algo: una protesta sin articulación no nos va a llevar a ningún lado.
Me explico, el país está viviendo desde hace más de una semana un caos, producto de manifestaciones en distintas ciudades del país. Muchas de esas protestas se generaron espontáneamente y otras se activaron luego de los sucesos en la marcha estudiantil. Pero cuando profundizamos sobre las razones que tienen a estas personas en las calles, prevalece la confusión y la incertidumbre más que cualquier otra cosa. Esto se debe exclusivamente a la falta de liderazgo y a la falta de una propuesta clara. A las protestas les falta un norte en pocas palabras. Falta articulación entre los actores políticos y esto es el talón de Aquiles de las manifestaciones en la calle.
Actualmente los movimientos de calle en el país carecen de una vocería importante. Ni los estudiantes ni los dirigentes políticos están llenando ese vacío. Estamos atravesando el peor momento económico de la última década y en consecuencia pareciera que el mensaje para los líderes fuera obvio, aun así, estas razones no se han convertido hasta el momento en la cara de la protesta.
No es sano comparar al movimiento estudiantil que está ahorita en las calles con aquel movimiento estudiantil del 2007. En primer lugar porque las condiciones del país son diferentes, en segundo lugar porque el adversario es otro, y en tercer lugar porque la oposición está hoy en día, a pesar de todo, más fuerte que el 2007. Sin embargo, si es prudente y objetivo decir que hay una gran diferencia entre ambos movimientos: la vocería. La gran virtud de aquel entonces era que la mayoría de los dirigentes estudiantiles de las distintas casas de estudio tanto de Caracas como del interior gozaban de una buena oratoria y en consecuencia se producía una comunicación política muy interesante entre ellos y el resto de los venezolanos. Eso no lo estamos presenciando con estos chamos y es la cruda realidad.
En cuanto a la vocería de los dirigentes políticos, ni Leopoldo López ni María Corina Machado le están haciendo un seguimiento comunicacional a su propuesta de "La Salida". Es decir, ambos plantean que llegó el momento de salir de este régimen pero lamentablemente se han quedado muy cortos en el cómo. Su propuesta pierde fuerza al ser incapaces, por los momentos, de articular lo que está sucediendo en las calles. Pareciera que es más importante para ellos diferenciarse de Capriles que cualquier otra cosa.
En pocas palabras lo que estamos viendo hoy en día en Venezuela con las protestas son miles de personas muy molestas pero sin capacidad de llevar esa lucha a otro nivel. Mil chispas por si solas no hacen una fogata.
Pienso, sin embargo, que sí puede haber una escalada. Tal como está el panorama, esa escalada la veo más posible por torpezas del gobierno que por logros de la oposición y esa es básicamente el gran punto positivo de las protestas desordenadas. Ver a estudiantes en las calles pone nervioso al gobierno, tal como hemos visto con declaraciones recientes de Maduro o Cabello. Y bajo esta presión cometer un error es muy posible.
Mientras las calles sigan llenas de cauchos quemados sin una propuesta clara el gran ganador es el gobierno de turno. Por una razón muy sencilla: mientras más se hable de la violencia, menos se habla de la economía que es justamente lo que nos está acabando.
@TomasHHR