Rolando Hurtado Cobos | ÚN.- Este jueves la ciudad de Mérida
volvió a ser escenario de protestas pacíficas, como forma de rechazo por la violencia que se vive en el país, así como la represión que han sufrido estudiantes y sociedad civil durante las protestas que se han desarrollado en la ciudad, desde hace más de un mes.
Este jueves hubo
colas kilométricas en varios supermercados para comprar harina y papel sanitario. Incluso, en la Plaza Bolívar de Ejido, municipio Campo Elías, se registró un trifulca entre policías y personas que desesperada trataban de comprar un kilo de leche, el cual estaban vendiendo en un camión.
Vestidos de negro y con pancartas, los manifestantes se ubicaron a lo largo de la avenida Andrés Bello de la capital andina, mostrando su descontento por los hechos recientes donde 28 venezolanos han perdido la vida. Se destaca, que también el jueves se llevó a cabo en la “Ciudad de los Caballeros”, un paro parcial de transporte público (Taxis y Autobuses), ya que el gremio que agrupa a estos trabajadores no considera seguras las condiciones actuales de las calles para prestar servicios.
Benjamín Lara, Secretario General del Sindicato de Transporte de Mérida, dijo que el secuestro de un taxi la noche del miércoles, fue el detonante para tomar la medida de no trabajar, para resguardar a los conductores y las unidades. Esta situación obligó a las personas a caminar o a pagar sumas exorbitantes a los mototaxistas, quienes cobraron tarifas con incrementos de 100 por ciento.