Agentes de la Comisaría General de Información de la policía española y de los Servicios de Seguridad de Marruecos han desarticulado la célula más importante responsable del envío de yihadistas a Siria y otras zonas de conflicto, según ha informado el Ministerio del Interior.
Ésta es la primera operación en la que agentes marroquíes se han integrado directamente en grupos de actuación policiales españoles. También ha sido clave tanto la información facilitada por el CNI como la colaboración del FBI norteamericano.
Mustafá Maya Amaya, en 2001. JESÚS DOMÍNGUEZ
El principal dinamizador de esta red es el ciudadano español detenido y residente en Melilla, Mustafá Maya Amaya, quien, a través de Internet, se encargaba personalmente de escoger a los yihadistas voluntarios, cualquiera que fuese el país de origen.
Según la información oficiala, Maya, una vez superada la fase de selección, contactaba directamente con ellos y les proporcionaba las relaciones necesarias para que pudieran llegar, a través de pasadores, a la organización terrorista de destino. Esta red disponía de ramificaciones en numerosos países tales como Marruecos, Bélgica, Francia, Túnez, Turquía, Libia, Mali, Indonesia y Siria.
El Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat Al Nusra (JN) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), todas ellas organizaciones terroristas en la órbita de Al Qaeda, han sido las principales receptoras de los voluntarios captados por esta red, cuyo destino último ha sido bien su integración plena como dirigentes y activos partícipes en atentados y ejecuciones públicas, o su participación en atentados suicidas.
'Yihadistas' de Francia
Según informa el Ministerio del Interior en una nota, la operación se inició en el año 2010 bajo la supervisión del titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Las investigaciones tomaron un impulso definitivo cuando se detectó en el domicilio de Maya Amaya a varios yihadistas venidos de Francia, a los que había seleccionado previamente, y a quienes se disponía a preparar para su marcha a Siria de forma inminente.
Además de capturar a Maya Amaya, se detuvo a los ciudadanos de nacionalidad francesa que se encontraban en la vivienda de Mustafa Maya, Paul Cadic y Farik Cheikh, ambos a la espera de desplazarse a Siria. Además, se detuvo a tres miembros de esta misma célula asentados en Marruecos: Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz.
Además, en Málaga ha sido detenido también Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, de nacionalidad tunecina, quien ejercía funciones o tareas en el ámbito de la falsificación documental a nivel internacional. Éste ya fue detenido el día 24 de febrero de 2006 por pertenencia a organización terrorista.
Registros domiciliarios
En total, se han realizado cuatro registros domiciliarios en las ciudades de Melilla y Málaga, donde se ha intervenido diverso material informático y numerosa documentación pendiente de analizar. También se han llevado a cabo varios registros en distintas localidades marroquíes.
El pasado 11 de marzo EL MUNDO informó de que diversos informes policiales ponen de relieve que nuestro país sigue siendo una "base durmiente" de radicales. En esos informes, los servicios de inteligencia advierten de que el fundamentalismo islámico, vía hacia el yihadismo, sigue plenamente vivo en España.
30 radicales al mes
Entre otros elementos, esos informes constatan que en los últimos meses un centenar de yihadistas asentados en España se han trasladado a Siria vía Marruecos. Desde finales del pasado año han abandonado España una media de 30 islamistas radicales al mes. En muchos casos han viajado junto a sus mujeres e hijos.
Los informes de los servicios de Inteligencia constatan asimismo la importante cantidad de fundamentalistas que residen en España, pero que aún así están dispuestos a tomar las armas. Los analistas advierten de una segunda derivada del peligro: su regreso tras combatir en el extranjero, tras recibir entrenamiento y con experiencia bélica.
Los especialistas en la seguridad del Estado señalan en sus escritos que estos muyahidin viajan primero a bases de entrenamiento "donde, además de adoctrinarles, les enseñan el manejo de todo tipo de armas y explosivos".
En estos informes se constata que algunos de estos españoles que se han marchado a Siria han muerto en atentados suicidas.
Los captados (españoles y marroquíes) parten del reino alauí y, desde allí, viajan hasta Turquía, desde donde son trasladados a Siria. Las comunicaciones desde Marruecos se realizan con teléfonos móviles españoles, porque los integrantes de la red entienden que "no son controlados por las autoridades marroquíes".
La trama española fue prácticamente desmantelada por las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en la operación Cesto, una actuación policial coordinada entre Francia y Bélgica. Esta red ha podido trasladar a Siria no menos de 600 muyahidin, un centenar desde España y el resto desde Marruecos