الصفحة الرئيسية  |  إتصال  

البريد الإلكتروني

كلمة السر:

سجّل نفسك الآن

هل نسيت كلمتك السر؟

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
عيد ملاد سعيد gallegocarlosmario !                                                                                           عيد ملاد سعيد SHADIRA !
 
مستجدات
  أدخل الآن
  جدول الرسائل 
  معرض الصور 
 الملفات والوتائق 
 الإحصاء والنص 
  قائمة المشاركين
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  أدوات
 
General: ataque al corazón del modelo K
إختار ملف آخر للرسائل
الفقرة السابقة  الفقرة التالية
جواب  رسائل 1 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá  (الرسالة الأصلية) مبعوث: 10/05/2014 18:50
Ataque al corazón del modelo K

Por Alberto Dearriba

Quienes baten el parche con un supuesto aumento de la pobreza, apuntan en realidad a desprestigiar el modelo.

La última encuesta sobre pobreza difundida por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el hecho de que el gobierno discontinuara la difusión del índice oficial de pobreza del Indec sirvieron para que la oposición desatara una campaña que no apunta sólo a un eventual empeoramiento de la situación social, sino a cuestionar el corazón del modelo kirchnerista. 

En principio, cabe señalar que el indicador difundido por la universidad privada fue severamente cuestionado, debido a oscilaciones un tanto incongruentes en la secuencia histórica. Y que el gobierno anunció que la no publicación del índice oficial de pobreza obedece al cambio de metodología en la medición de los precios minoristas, cuyos valores sirven para establecer la línea de pobreza. La modificación del IPC –tan reclamada por la oposición– impide comparar ahora dos series distintas.

Pero más allá de estas cuestiones es necesario puntualizar que una medición posterior a la devaluación y anterior a los aumentos de salarios, puede revelar un empeoramiento coyuntural de la situación social, que obedece a la deflagración de la modificación de la paridad cambiaria y la consecuente alza de precios posterior.

Sin embargo, si se mide la variación de la pobreza en un período más prolongado, se advierte obviamente que desde 2003 a la fecha se redujo, que aumentó la clase media, que bajó la desigualdad y que creció la participación de los asalariados en el PBI.

El Banco Mundial –insospechado de aportar a lo que la oposición llama el relato K– sostuvo que durante la década que va de 2003 a 2013 se duplicó la clase media con más de 9 millones de personas, las cuales abandonaron la situación de pobreza para ascender un escaloncito. La Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL), así como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también vienen midiendo la mejora social en la Argentina en sucesivos informes.

Por supuesto que si se aborda la cuestión inmediatamente después del pico inflacionario del primer trimestre del año y no se tienen en cuenta los aumentos salariales que se van logrando en las paritarias tendientes a corregir el desfasaje, las cifras pueden señalar un desmejoramiento o un aumento de las personas que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.

Pero si se advierte con buena leche que las paritarias han corregido en general las pérdidas del poder adquisitivo de los salarios, medido por los índices de precios más opositores, se concluirá que no existe tal aumento de la pobreza. Sobre todo si se tiene en cuenta que en las negociaciones colectivas, casi siempre se agregaron puntos por encima de la inflación.

Algo parecido ocurre con las jubilaciones, en las que el mecanismo de actualización automática viene cubriendo en general los aumentos de precios. Por supuesto que el punto de partida de una jubilación mínima, sobre el cual se aplica el porcentaje de aumento, es siempre bajo. Pero en general, el ajuste cubrió el alza de precios medido por los opositores. Resta saber cómo quedarán los haberes previsionales luego del pico inflacionario generado por la devaluación y también cómo se corregirá el salario mínimo y la Asignación Universal.

Sin embargo, es difícil entender cómo puede incrementarse sensiblemente la pobreza si no se han producido despidos masivos, más allá de algunas suspensiones, si se ajustan los ingresos del modo señalado y si el gobierno no da marcha atrás con los planes sociales. Con un desempleo en alrededor del 6% y el consumo en niveles algo más moderados que antes de diciembre pasado, pero aún en buenos registros, no existe posibilidad de que aumente la cantidad de personas que viven en la pobreza o en la indigencia.

Está claro que hay millones de argentinos que integran el nucleo duro de pobreza, que no ha podido acceder a la bonanza generada desde 2003 a la fecha. Son personas que no integran la enorme masa de 6 millones de seres que consiguieron empleo a partir de 2003. Cientos de funcionarios de gobierno pertenecen a organizaciones políticas que denunciaron permanentemente la desigualdad social en sus respectivas militancias. De modo que resulta paradójico que quienes en el pasado integraron gobiernos que fabricaron pobreza al por mayor, sean ahora los que apestillen a un gobierno que puso a la pobreza en el centro de sus decisiones. Y no sólo por una cuestión de justicia social, o por vocación igualitaria, sino porque el modelo económico se fundó precisamente en el empleo y el consumo interno, al cual se alimentó con salarios para mover la rueda. Parece injusto que quienes redujeron salarios en términos relativos y absolutos cuestionen por la pobreza a quienes restablecieron las paritarias y la fijación del salario mínimo desde 2004, dos costumbres que habían caído en desuso.

No parece congruente que aumente la pobreza en un país donde el gobierno tiró un salvavidas a dos millones de personas que pudieron ingresar al sistema previsional de mayor cobertura en América Latina, sin haber cumplido los requisitos de un país que despedía y negaba trabajo. No se trata de desconocer las vicisitudes que afrontan los viejos para llegar a fin de mes, pero de aquellos casi 3 millones de jubilados, entre los que muchos ganaban apenas 150 pesos convertibles, a los casi 6 millones de hoy, en los que un 40% subsiste con la mínima de 2757 pesos, hay una distancia considerable.

¿Cómo sería la Argentina si 1,7 millones de familias no recibieran la Asignación Universal por Hijo para atender a 3,3 millones de chicos, cuyos padres no trabajan o sólo changuean? ¿O sin las más de 6000 cooperativas del plan Argentina Trabaja? ¿Cómo sería la fotografía si el gobierno decidiera reducir la inversión social por la estrechez del sector externo? 

En principio, estas preguntas tienen una respuesta: el kirchnerismo no hubiera podido gobernar 11 años si no hubiera llevado adelante esta política de crecimiento con inclusión social. Como contrapartida, puede concluirse que la campaña por el supuesto aumento de la pobreza apunta en realidad a cuestionar el corazón del modelo, la razón de ser del gobierno. Eso es lo que hacen quienes llegaron a comparar la situación social con la existente en los '90. Es como afirmar "con Menem estábamos mejor". Por supuesto que no pueden decirlo taxativamente, porque saben que el neoliberalismo dejó a una cuarta parte del población económicamente activa en el desempleo y que cuando Néstor Kichner entró a la Casa Rosada como presidente de la Nación el país ardía con la mitad de los argentinos en la pobreza. Pero el cuestionamiento al corazón del modelo apunta precisamente a desprestigiar la estrategia de desarrollo con inclusión, para proponer a cambio un retorno a aquellos tiempos en los que el Estado no garantizaba cierta protección a los más débiles ni se atrevía a cuestionar o pellizcarles ganancias a las corporaciones. Porque cualquiera que observe la realidad objetivamente, sin mala leche, que perciba empíricamente el nivel de empleo y de consumo, no puede creer de ningún modo que la pobreza haya aumentado. 


أول  سابق  2 إلى 10 من 10  لاحق   آخر  
جواب  رسائل 2 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 18:52
Fácil y rápido

Por Luis Bruschtein

El documento de la Iglesia sobre inseguridad, el griterío en el Congreso porque no se publicaron los índices, los linchamientos, las promesas de arreglar todo con camaritas y el debate mezquino contra la reforma del Código Penal demuestran que hay un tema del que se habla mucho con más demagogia que interés por abordarlo. Nadie dice lo más importante porque gran parte de la sociedad se enojaría con el que lo hiciera. Es un tema que sirve para atraer voluntades y no para alejarlas. El que dijera que no existen soluciones mágicas, que no es un tema que se arregla de la noche a la mañana, perdería popularidad. Por el contrario, los que se rasgan las vestiduras y claman públicamente dan a entender que ellos lo arreglarían fácil y rápido.

Los índices no son desconocidos. Las últimas estadísticas de Naciones Unidas, de diciembre del año pasado, ubicaban a la Argentina como el país latinoamericano con menor cantidad de homicidios por cada cien mil habitantes. En el continente, esa marca solamente es superada por Canadá y Estados Unidos, con sistemas estadísticos similares, y Chile con un sistema particular y cuestionado. Al mismo tiempo, aparece como el país de la región que tiene mayor cantidad de robos y otros delitos por cada cien mil habitantes.

Los datos para estos índices son provistos por los sistemas de Justicia de cada país, menos en Chile, donde los encargados de hacerlo son los mismos Carabineros, razón por la cual son muy cuestionados ya que les da por debajo, incluso, que los de Canadá. Argentina está en 5,4 (2160 homicidios en el año) y Uruguay un poco por encima de 6 asesinatos cada cien mil personas por año. Para los Carabineros, Chile apenas supera el 1,4 de homicidios por cada cien mil personas al año.

Los índices sobre robos y otros delitos se elaboran sólo con los que son denunciados. Se trata de una limitación, porque la acción de denunciar depende mucho de cómo la comunidad valora las fuerzas de seguridad en cada país. México, Centroamérica o Brasil son países con muy altos niveles de delincuencia organizada, con bandas de maras y verdaderos ejércitos de narcos, y sin embargo sus índices aparecen casi con la mitad de delitos que Argentina.

Las estadísticas en relación con homicidios que difundió el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tienen cifras del año 2008 de Argentina, son viejas. Pero un relevamiento realizado el año pasado con mucho rigor por la Corte Suprema en la Ciudad de Buenos Aires dio índices similares.

Para las matemáticas, 5,4 homicidios cada cien mil personas por año quiere decir que en Argentina son asesinadas alrededor de seis personas por día. En 20 años son más de cuarenta mil muertes. El diario La Nación tituló con ese cálculo. Y a los familiares de las víctimas no les importa el porcentaje, para ellos en particular es como si fuera el ciento por ciento. Sin embargo, para los que trabajan el tema de la inseguridad, para los que tratan de resolver este problema dramático de las sociedades humanas, se trata de una cifra baja. Mejor sería que no se produjera ninguno, pero lamentablemente eso no sucede en ningún rincón del mundo.

En Argentina, estas cifras tuvieron un pico alto en 2002 y un descenso abrupto en 2003. Después siguieron en general con leves declives y ascensos, aunque con marcas más altas que en décadas anteriores.

La Iglesia y la oposición conocen estas cifras. Las estadísticas que se reclaman son conocidas. Porque el reclamo responde más al clima que se creó con la epidemia de linchamientos que al interés por esos datos. Un sector de la política se apropió del impulso de una parte de la sociedad de hacer justicia por mano propia y, para contenerla, la justificó. Pero cuando se justifica la violencia, no se la contiene, sino que se la estimula.

La violencia de la justicia por mano propia aparece como opuesta a la violencia delictiva, pero tienen raíces parecidas, igual que las consecuencias, porque los linchadores se convierten automáticamente en delincuentes como los que quieren exterminar. No son situaciones nuevas. Ya se verificaron cuando una parte de la sociedad justificó el terror desatado por la dictadura.

Sin importar el monto, esas cifras siempre estarán expresando una problemática que interpela en forma dramática a la sociedad. Se puede responder de diferentes maneras: como son bajas, el problema es menor; como son altas, hay que poner bajo control y vigilancia a toda la sociedad. La mano dura policial y judicial es la historia de la seguridad en este país. Es una opción que no ofrece más posibilidades. En general, daría la impresión de que las miradas tradicionales sobre la problemática de la inseguridad han perdido actualidad.

Daría la impresión de que el delito pasó a ocupar un lugar en la sociedad diferente al que tenía en otras décadas. El crecimiento de los robos y otros delitos constituye en todo el mundo un fenómeno de las nuevas sociedades, donde la familia y la educación fueron desplazados a otros roles que los tradicionales, donde los medios, desde la televisión hasta Internet y los videojuegos, han transformado hábitos y valores, construyen nuevos sentidos, generan necesidades y establecen parámetros. Son sociedades donde el consumo de drogas duras como la cocaína, la heroína o el paco se ha masificado, atraviesa a todas las clases sociales y trastoca a su vez comportamientos y reglas de juego y produce nuevos fenómenos delictivos. Son sociedades con una composición diferente a las del viejo capitalismo industrial con sus clases estructuradas. Estas son sociedades más bien fragmentadas en múltiples experiencias, con aportes entrecruzados, donde los conceptos de obrero o de desocupado tienen connotaciones culturales ideológicas muy diferentes a las del siglo pasado. El obrero de una línea de producción fordista del siglo pasado no tiene nada que ver con el que ahora maneja la computadora en una fábrica de automóviles. Son experiencias concretas y saberes que producen relacionamientos muy diferentes. Lo mismo sucede en otros grupos sociales. Son sociedades donde las fuerzas policiales son elefantiásicas, superiores a las Fuerzas Armadas, y tienden a autonomizarse como un territorio aparte y fronterizo entre lo legal y lo ilegal con sus propias reglas de juego de poder, punitivas, supralegales e impunes, con formas paralelas, ajenas y desconocidas para el resto de la sociedad.

En esa maraña de cambios profundos están las causas y motivaciones que todavía apenas se vislumbran, están las explicaciones de que una persona, muchas veces chicos que ni han llegado a adolescentes, dejen correr sus vidas hacia la destrucción propia y de otros. Son sociedades que han logrado avances, pero que nunca podrán ofrecerles lo que les da el narcotráfico, que es lo que requieren para consumir o para existir según los valores que reciben de la sociedad o para construir prestigio según esos mismos valores. Son pautas de vida establecidas por determinados consumos que establecen lo que es vida y lo que no. Son pautas altísimas y elitistas, excluyentes, que presionan por un consumo que ni las clases medias pueden sostener. Esos bombardeos para poseer y sobresalir promueven una forma de “éxito” individualista y antisocial y han desplazado a la familia y a la educación en muchos planos.

Ese bombardeo cultural ya muy extendido, pero esencialmente mediático, triunfante en el neoliberalismo, se origina en la misma sociedad que a la vez estigmatiza a los jóvenes y a los pobres que son el blanco de esa descarga. Es un bombardeo que establece superioridades y jerarquías que reaccionan con violencia cuando se sienten cuestionadas. Eso genera violencia política, como los insultos casi permanentes contra la Presidenta. Todos los han escuchado. Violencia no es disentir con un periodista, sino difundir su dirección para que lo vayan a agredir como hicieron con Víctor Hugo Morales. Cada discurso de Elisa Carrió es una convocatoria a la violencia, es un estilo que llena de odio al que lo escucha, sea opositor u oficialista. Las descripciones exageradamente apocalípticas de la Argentina crean angustia y violencia porque esencialmente son falsas. La corrupción crea violencia, y más cuando es impune, pero la misma o más violencia generan las acusaciones generalizadas que, como todas las generalizaciones, crean falsas imágenes que enfurecen a la gente, o las acusaciones infundadas y demagógicas que producen impactos mediáticos que alimentan esa violencia, aunque después se sepa que son falsas.

El fenómeno de la inseguridad se manifiesta y redimensiona en todo el mundo y por su complejidad solamente puede ser encarado desde muchos enfoques al mismo tiempo. No existen soluciones mágicas ni puede llevar a las sociedades a dar respuestas que las equiparen con los delincuentes. En el caso argentino, esa problemática no llega a extremos de gravedad como en la mayoría de los demás países de América latina, pero se articula con un alto nivel de tensión y violencia política verbal que es amplificada por una poderosa corporación de medios que al mismo tiempo exacerba, repite y multiplica los casos de inseguridad. El origen de esa tensión es la reacción conservadora contra cualquier medida de justicia social.

10/05/14 Página|12

جواب  رسائل 3 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 18:53
CFK INAUGURA HOY UNA ESCULTURA EN SU HONOR A 40 AÑOS DE SU ASESINATO

El recuerdo del cura Mugica

El sacerdote Carlos Mugica será homenajeado hoy por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La obra está emplazada en 9 de Julio y Juncal. Fue realizada por Alejandro Marmo, el autor de los rostros de Evita del Ministerio de Desarrollo Social. Será descubierta por Cristina Fernández de Kirchner en una ceremonia prevista para las 15.

El cuadragésimo aniversario del asesinato del cura tercermundista Carlos Mugica será conmemorado con múltiples actos. El más importante se desarrollará esta tarde, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugure una escultura de hierro del recordado “cura villero” en la Avenida 9 de Julio. Se espera, también, que durante la jornada el papa Francisco emita un mensaje en conmemoración al cura vinculado con el Movimiento de Sacerdotes Tercermundistas y de intenso trabajo social, que desarrolló activamente en la Villa 31 de Retiro.

El homenaje tendrá lugar en la esquina de 9 de Julio y Juncal, en donde se instalará la escultura realizada en hierro sobre un fondo blanco por el artista plástico Alejandro Marmo. Se trata del mismo autor de los rostros de Eva Perón ubicadas en las fachadas norte y sur del Ministerio de Desarrollo Social. Las agrupaciones kirchneristas que reúne Unidos y Organizados convocaron para las 13. La inauguración de la obra y el discurso de la Presidenta están previstos para las 15. En el acto participarán integrantes del gabinete nacional y del Gobierno de la Ciudad –trascendió que fue invitado el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri–, y miembros de organismos defensores de los derechos humanos.

“Es una obra que construye unión, porque tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad confluyen en un mismo icono –la Legislatura emitió una ordenanza mediante la cual ‘aceptaba’ la donación de la escultura de parte del Ejecutivo nacional–. Y además une dos asimetrías urbanas, como son el barrio de Recoleta y la Villa 31”, contó Marmo. Realizada en hierro, de 3 metros de altura y montada sobre una base de hormigón, la escultura busca “dar testimonio en el espacio público de personajes de nuestra cultura que tuvieron que ver con la militancia social”, apuntó el artista.

Unas horas después de la celebración oficial, a las 19, en el barrio La Cárcova, de la localidad bonaerense de San Martín, una misa presidida por el padre José María “Pepe” Di Paola recordará al cura villero.

Mañana, en cambio, el escenario de los homenajes será la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31, en Retiro, fundada por el propio Mugica en 1970, en donde descansan sus restos desde 1999, cuando fueron trasladados en una multitudinaria procesión desde el cementerio de la Recoleta.

Allí tendrán lugar una misa y un festival popular organizado por los vecinos y organizaciones sociales, coordinados por el actual párroco de Cristo Obrero, el padre Guillermo “Willy” Torre. Pese a que numerosas investigaciones de corte historiográfico dan cuenta de la soledad en la que la cúpula eclesiástica nacional dejó a Mugica durante la persecución que sufrió debido a su militancia barrial y tercermundista, la apertura del homenaje en Retiro comenzará a las 10 con un mensaje del arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, quien bendecirá una placa conmemorativa del equipo de sacerdotes para las villas, quienes darán a conocer un documento.

El lunes, y también a modo de homenaje, el secretario de Justicia, Julián Alvarez, inaugurará un Centro de Acceso a la Justicia “Padre Carlos Mugica”, en Villa Jardín, partido bonaerense de Lanús.

Proveniente de una familia tradicional, Mugica fue un sacerdote vinculado con el Movimiento de Sacerdotes Tercermundistas, que trabajó activamente en la Villa 31 de Retiro y fue asesinado en 1974 por la Triple A, la fuerza parapolicial creada por José López Rega.

10/05/14 Página|12
 

جواب  رسائل 4 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 18:56
Llevan a juicio a cinco miembros de la Triple A por asociación ilícita

Estaban procesados como integrantes de ese grupo parapolicial organizado por José López Rega. Siguen bajo investigación los casos de asesinatos atribuidos a la banda, como el del sacerdote Carlos Mugica.

El juez federal Norberto Oyarbide dio por cerrada la instrucción y envió a juicio a cinco detenidos por integrar una "asociación ilícita", la Triple A, en una parte de la causa que no investigó cada caso de asesinato sino el accionar de la organización en general, explicaron fuentes tribunalicias. Este juicio se realizará por el antiguo Código Procesal Penal, es decir por escrito, y quedó a cargo de la juez federal María Servini de Cubría, quien ya abrió la etapa de prueba, recibió la acusación de la querella y aguarda la de la fiscalía.

Paralelamente, la sala I de la Cámara Federal porteña resolverá en los próximos días un planteo de "excepción por falta de acción por inexistencia de delito" hecho por uno de los acusados, Rubén Pascuzzi, quien pide ser sobreseído.

El mismo tribunal de apelaciones negó en enero pasado la excarcelación a Pascuzzi y recordó que ya estaban ratificadas las prisiones preventivas dictadas para todos los acusados por Oyarbide en 2012.

El tribunal entendió que "más allá de la gravedad de los hechos investigados, hay que tener en cuenta la naturaleza de los crímenes por los que se persigue a los encausados y, en especial, su anclaje en el marco de estructuras de poder, lo cual determinó una larga historia de impunidad."

La investigación relativa a los asesinatos del padre Carlos Mugica y otros perpetrados por la organización sigue en manos del juez Oyarbide y está en etapa de instrucción desde el 2006, cuando se reabrió la causa.

En esa causa la querellante Liga Argentina por los Derechos del Hombre pidió al juez que se acuse a ocho detenidos por "homicidio, tormentos y privación ilegítima de la libertad". 

En cuanto al crimen de Mugica, quien estaba sindicado como el autor material del asesinato y jefe operativo de la Triple A Juan Carlos Almirón, fue extraditado desde España y murió en Argentina en 2009, tras haber pasado detenido en prisión un breve lapso y ser beneficiado con el arresto domiciliario.

Los procesados con prisión preventiva y detenidos en la cárcel bonaerense de Marcos Paz son el ex periodista Jorge Héctor Conti, yerno del fundador de la Triple A López Rega; su ex secretario privado Carlos Alejandro Gustavo Villone, el ex jefe de la Juventud Peronista Julio Yessi.

También están con prisión preventiva Rodolfo Alberto Roballos, Carlos Jorge Duarte, Raúl Ricardo Arias, Norberto Cozzani y Rubén Pascuzzi.

Todos están imputados por los asesinatos de Mugica, del diputado Rodolfo Ortega Peña, del ex subjefe de la Policía Bonaerense Julio Troxler, entre otros.

Los delitos de la organización fueron declarados de "lesa humanidad" y por ende imprescriptibles.

Por esta causa, Oyarbide había reclamado a España la extradición de la ex presidenta María Estela Martínez de Perón, pero fue rechazada. 

Télam
 

جواب  رسائل 5 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 18:57
Los documentos que comprometen a Massot

Por Camilo Cagni. Periodista
argentina@miradasalsur.com

Lesa humanidad. Los archivos de la inteligencia provincial suministran pruebas de la colaboración del director de La Nueva Provincia y otros empresarios, con las Juntas Militares.

Y llegó el día. Como un acontecimiento impensado, inimaginado por muchos, Vicente Massot tuvo que prestar testimonio ante la justicia de Bahía Blanca al ser imputado como coautor de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar. La causa contra el director del diario bahiense La Nueva Provincia se abrió a partir de la sentencia que en el año 2012 condenó a 14 represores del V Cuerpo de Ejército y en la que el Tribunal Oral estableció investigar al periódico por haber realizado una “campaña de desinformación” que buscaba imponer “la versión de los victimarios”, y así “colaborar en la creación de un Estado tal de anomia legal en la sociedad, que permitió el ejercicio brutal de violencia irracional y desatada por parte de la estructura estatal”.

Los documentos pertenecientes al archivo de la Ex Dipba (Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires) fueron presentados en el marco de la investigación, por ser indispensables al momento de darles un sustento probatorio a los fiscales para plantear las acusaciones contra el director del matutino. Uno de ellos es el “Plan Nacional de Comunicación Social (PNCS) de 1978”, que representó la combinación de una diversidad de organismos públicos y privados con el fin de trasmitir los objetivos políticos de la dictadura. En él, las Fuerzas Armadas, de seguridad, los servicios de inteligencia, las entidades públicas y los medios de comunicación privados, unieron esfuerzos en la construcción de una estrategia comunicacional a la medida de los intereses de la junta militar. Los objetivos de este plan eran “Consolidar la confianza de la Opinión Pública (OP) Nacional en el Proceso de Reorganización Nacional mediante la difusión sobria y precisa de sus objetivos políticos y pautas, de los actos de gobierno, de los logros obtenidos, de los beneficios concretos que de ellos se deriven y de las perspectivas futuras resaltando los valores básicos de la gestión oficial (austeridad, eficiencia, vocación de servicio, equidad, moralidad, sensibilidad social y receptividad a la sana y justa crítica)”. En este contexto es necesario remarcar que La Nueva Provincia participó necesariamente en la cadena informativa siendo un medio privado de comunicación que reproducía los valores y conceptos antes mencionados junto a la agencia estatal de noticias Télam, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), los servicios de inteligencias de las Fuerzas Armadas, embajadas y distintas empresas privadas de comunicación. En el análisis de este material documental se observa cómo las intervenciones en comunicación estaban íntimamente relacionadas al concepto de “Acción Psicológica”, o sea, a los modos en que se debe influir en las opiniones, sensaciones y modos de pensar de una población.

La otra causa. Massot fue imputado recientemente como coautor del homicidio de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, ambos secuestrados el 30 de Junio de 1976 cuando se desempeñaban como delegados sindicales de los trabajadores de La Nueva Provincia. Sus cuerpos fueron hallados cuatro días después en un paraje llamado La Cueva de los Leones, a 17 kilómetros de la ciudad de Bahía Blanca.

Remitiéndonos nuevamente a los documentos de la ex-Dipba, observamos que desde marzo de 1974 existen informes de inteligencia donde se describe quiénes eran las autoridades del sindicato de Artes Gráficas de Bahía Blanca. Ahí figura Heinrich como secretario general y Loyola como tesorero, y además sus datos personales en un “anexo confidencial”. Heinrich figura también como “delegado de congresos FATI”, o sea, como integrante de la Federación Argentina de Trabajadores de la Imprenta, cargo que demuestra el compromiso que él tenía en la defensa de los trabajadores gráficos y que le generó ciertas rispideces con los directivos del matutino. En una editorial del 1 de septiembre de 1975, en el marco de un conflicto sindical, La Nueva Provincia publicó lo que puede ser interpretado como una “sentencia de muerte” contra los dos dirigentes: “La labor disociadora de algunos delegados obreros cuyos fueros parecieran hacerles creer temerariamente que constituyen en verdad una nueva raza invulnerable de por vida”, afirmaba el texto, al mismo tiempo que sugería que los delegados pretendían intervenir el diario para “cooperativizarlo” o crear alguna otra forma de autogestión “sovietizante”.

Burocracia policial. En el archivo de la ex Dipba se encuentra documentación que confirma que la Policía bonaerense estaba al tanto de los conflictos gremiales en el sur provincial, a partir de la realización de investigaciones propias. Los expedientes o legajos que allí se producían eran distribuidos para lograr un orden interno en “Factores” y “Mesas” (factor político, social, económico, religioso, estudiantil y laboral) donde, una vez que la información era analizada y procesada, iba a parar a diferentes mesas. Así existía la Mesa “A” que involucraba a los factores comunal, estudiantil, político y prensa; la Mesa “B” al factor económico, gremial y laboral; la Mesa “C” que se refería a las actividades comunistas, y la Mesa “DS” donde se analizaban actividades y personas vinculadas con la llamada “Delincuencia subversiva”. Dentro de esta última mesa existen varios informes de inteligencia en donde se analiza y describe un conflicto gremial entre la CGT de Bahía Blanca y La Nueva Provincia desde 1975, y menciona el “activismo” de los delegados. Aquí también se evalúan las opiniones de los directivos del diario en relación con dicha disputa: “Para LNP y su editora responsable, Diana Julio de Massot, los delegados obreros y las comisiones internas (…) son ‘soviets comunizantes’ cuyo único fin sería el de (…) anarquizar la producción y hacerles la vida imposible a los directivos y empresarios”.

04/05/14 Miradas al Sur

جواب  رسائل 6 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 19:01
No por mucho revolear datos va a cambiar la realidad

Por Alejandro Robba

A pocos días de haber enfrentado con éxito la séptima corrida contra el peso, que las reservas del BCRA volvieran a crecer, que la inflación comenzara una dinámica bajista, que se sellara el acuerdo YPF-Repsol con la emisión esta semana de los bonos para el pago del resarcimiento por la expropiación, y que, en definitiva, quedara completamente desacreditada la operación "Chau Cristina", el nuevo artilugio para limar al gobierno es probar que después de once años de kirchnerismo explícito, estamos igual que a fines del 2001.

No hace falta abundar sobre que este será un año difícil, de crecimiento menor al que veníamos acostumbrados y que la devaluación y la suba de tasas de interés que pararon la corrida tendrán efectos adversos sobre el nivel de actividad y los precios de estos meses.

En efecto, el primer trimestre cerró con una caída del sector industrial del 3,1% y bajas del salario real privado del orden del 5 por ciento. Pero afirmar que la situación social es similar a la del fin del modelo de la convertibilidad, sólo puede instalarse como una verdad por el poder de los medios de comunicación hegemónicos para marcar la agenda. En efecto, los inconsistentes datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA no tendrían ningún valor si no fueran propalados por los diarios opositores, que los utilizan hasta el infinito, torturando esas cifras hasta afirmar lo que el mismo organismo no dice. Pero nadie que no sea un manipulador serial puede decir que la pobreza a fines de 2013 está en los niveles de 2001.

Quien viene batallando casi en soledad contra los datos de la UCA es el titular de la Consultora Equis, Artemio López, que certeramente desnuda esas contradicciones. Ya en un informe del año 2012 señalaba que para ese serio e imparcial observatorio, la pobreza del Área Metropolitana de Buenos Aires había descendido del 34,9% al 22% en seis meses. Según López, "no existía ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso", 12 puntos porcentuales en seis meses. Por mucho menos que ese desaguisado se ponen en duda los datos del INDEC desde hace años y, por el contrario, nadie duda de la verosimilitud de tales eclesiásticas cifras de la UCA. Por lo menos, el instituto oficial de estadística ha recogido el guante, y actualizó recientemente las bases de cálculo y la cobertura del índice de precios. Para rematarla, ese Observatorio no sólo tiene una muestra pequeña del año del jopo, sino que está sesgada hacia sectores pobres, es decir mide entre pobres, lo que obviamente le da más pobreza que en la realidad. Además, y en una actitud de mala praxis, no publica los datos de esa misma encuesta que concluyen que Argentina tiene niveles de desigualdad de países como Suecia o Noruega. En definitiva, no tiene el menor rigor metodológico: mide subas y bajas de pobreza inexistentes, sobreestima la cantidad de pobres y estima que Argentina tiene niveles de equidad distributiva similares a los países escandinavos. ¿Alguien publicó estas deficiencias? Nadie. Se las toma como verdad revelada. Así las cosas, la universidad privada sigue sin tener que dar explicaciones, gracias a la cobertura y complicidad mediática.

Ya ni el sentido común tiene cabida cuando el bombardeo es constante. Un país que ha reducido el desempleo, el trabajo informal y ha incorporado millones de jubilados, pensionados y perceptores de ingresos de diferentes políticas de protección social, no podría nunca mantener actualmente los mismos indicadores socioeconómicos que hace diez años atrás.

Veamos fuentes alternativas. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la agricultura), conocida agrupación ultrakirchnerista, en su último informe "Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2013", afirma que la Argentina ha erradicado el flagelo del hambre. Por su parte, el Informe sobre Desarrollo Humano 2013 del Programa de Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD) relativo al Índice de Desarrollo Humano (IDH) no sólo destaca que la Argentina ocupa uno de los primeros puestos en la reducción de ese índice, sino que incluye a nuestro país en la categoría más alta posible de desarrollo humano, el de los países con “Desarrollo Humano Muy Alto”. Otra organización camporista como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) en su informe “Mejores pensiones, mejores trabajos, hacia la cobertura universal en América Latina y el Caribe” destaca que en la Argentina no sólo la cobertura es casi total para los adultos mayores de 65 años, sino que además es el único país de la región con ingresos superiores a 10 dólares diarios para casi toda la nómina de beneficiarios. Adicionalmente, la CEPAL y el Banco Mundial, periódicamente informan niveles de pobreza e indigencia más bajos de los que ha informado el INDEC.

Se menciona la situación argentina como de preocupante pobreza o con riesgo alimentario, brindando datos que nos ubicarían por arriba de países vecinos, que son señalados por los organismos internacionales como atravesados por fuertes desigualdades y asimetrías sociales. En efecto, en nuestro país se dan cifras de incidencia de pobreza que, por ejemplo, superan al 16,6%, dato que el Instituto de Estadística de Perú estimó para sus áreas urbanas en 2012, al 17% de pobreza urbana medida en Paraguay en 2013 y hasta superan también a las mediciones del año 2001 para nuestro país. En mayo de 2001, la pobreza se estimó en 35,9% mientras que la indigencia era del 26,2 por ciento. En aquellos días la desocupación alcanzaba al 16,4%, los salarios llevaban más de un lustro congelados, la tasa de cobertura de jubilaciones y pensiones rondaba el 70% con una percepción mínima inferior a $150, las asignaciones familiares llegaban a muy pocos hogares (ya que no sólo faltaba trabajo sino que más del 40% de los empleos era informal), y no existían programas como la Asignación Universal por Hijo o el Progresar.

El año 2013 terminó con 6,4% de desocupación y 5 millones más de empleos registrados en la AFIP que los que había en 2003. A la cantidad de trabajadores que recibe las asignaciones familiares se suman 3,5 millones de perceptores de la Asignación Universal por hijo y centenares de miles se están anotando en el PROGRESAR; la tasa de cobertura de jubilaciones y pensiones supera el 93% con jubilaciones mínimas de casi $2800.

Para estos analistas, la indiscutible universalidad en el sistema de protección social y los altos niveles de empleo parecieran entonces haber incrementado la pobreza en lugar de haberla disminuido.

En definitiva, en nuestro país cualquier "especialista" que revolee datos sin ningún rigor es subido a la posición de ídolo y paladín de la justicia social por los medios opositores y con esto bastaría para reanudar la serie interminable de operaciones mediáticas. Pero también los medios son selectivos a la hora de buscar información del CONICET. Nunca van a levantar los rigurosos informes sobre condiciones sociales en Argentina de los investigadores Demian Panigo o Andrés Asiain, porque tienen posturas cercanas a las del gobierno, sino que prefieren darle espacio a una nueva estrella como Tamara Seiffer, que acaba de argumentar livianamente que "lo que hizo Menem en términos de gasto social no es muy distinto de lo hecho por el kirchnerismo". Luego continúa con que "en relación a los 90 estamos más o menos iguales en términos de pobreza y de salario". Con sólo tomar los salarios de los investigadores del CONICET de esos años y los actuales, se podría dar por cerrada esta discusión pero con el agravante de que en esos años no sólo los salarios eran bajos, sino que el presupuesto de Ciencia y Técnica era inexistente, tanto así que esta investigadora y sus colegas eran habitualmente invitados a "ir a lavar los platos" cuando hacían notar sus reclamos. Por esa razón los científicos se fueron del país. Ciertamente, ahora regresan porque este es un país muy diferente al de Menem-Cavallo, donde los platos estaban limpios, pero las bibliotecas, los claustros y los lugares de estudios, se encontraban vacíos.

جواب  رسائل 7 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 19:03
¿Y por casa...?

Por Washington Uranga

El documento de los obispos conocido ayer reúne un largo listado de quejas y denuncias que, en términos generales, son las mismas que ha recitado en los últimos tiempos tanto la oposición política como el frente de la oposición mediática. Los jerarcas de la Iglesia –que tienen todo el derecho como ciudadanos y como dirigentes a pronunciarse sobre la vida social y política del país– decidieron sin más dar por cierta esa letanía de lamentos, muchos de los cuales toman la forma de veladas acusaciones hacia el Gobierno. No es una novedad en el estilo episcopal.

Si se les reclama que además de denuncias hagan propuestas, la respuesta será, palabra más o menos, que “no somos técnicos”, con lo cual se preservan de toda crítica. Es verdad en todos los sentidos. Que los obispos no son técnicos queda en evidencia por el tratamiento que le otorgan a ciertos temas. Pero lo grave no es eso, sino que reclamando ellos mismos “objetividad” y “compromiso con la verdad” no se esmeren algo más en ahondar en el diagnóstico, trabajando las causas y, sobre todo, recurriendo a quienes, desde miradas plurales, pueden inspirarle aportes a la situación. Contribuciones estas que seguramente serían bienvenidas, no sólo por los fieles católicos, sino por una parte importante de la sociedad que aún escucha con respeto las palabras episcopales.

De más está decir que pronunciarse a modo de queja sobre la situación actual de la Argentina usando y haciendo suyos sólo los argumentos de una parte de la sociedad, no constituye una buena contribución de los obispos que ponderan a quienes “trabajan por la paz”.

Pero, sumando a lo anterior, sería también oportuno que la jerarquía eclesiástica mire un poco más hacia sus propias filas y, en busca de mayor coherencia que reafirme su credibilidad ante quienes aún se la dispensan o le devuelva el crédito ante aquellos que se muestran escépticos frente a sus declaraciones, se pronuncie también sobre otros temas que directamente le afectan. Sólo a modo de recordatorio habría sido sumamente interesante escuchar a los obispos dando explicaciones sobre la forma como la Iglesia afronta la situación del cura Aldo Vara (foto), acusado por delitos de lesa humanidad y encubierto por la propia institución. O que, como se lo han pedido reiteradamente las Abuelas de Plaza de Mayo, digan qué están haciendo para aportar documentación que está en poder de la Iglesia y que podría ser sumamente útil para clarificar la suerte de desaparecidos y niños nacidos en cautiverio. Y que a todo ello agregaran, en un acto de justicia interna, pero también ciudadana, el reconocimiento de la condición martirial de muchos cristianos que murieron en la Argentina defendiendo sus ideas de justicia social, comenzando por el cura Carlos Mugica y el obispo Enrique Angelelli. Esto último también sería una forma de dar respuesta a múltiples reclamos que provienen de las propias filas católicas.

Los obispos, sin ninguna duda, cumplen su misión haciendo los llamados de atención que crean necesarios, convencidos de que con ello ayudan a la paz social. Están en su derecho. Pero no estaría de más que, también en vista de la integralidad de su servicio pastoral, abran su mirada para recibir otras perspectivas, atiendan la integralidad y la complejidad de los problemas y, al mismo tiempo, miren hacia adentro para contemplar también cómo estamos por casa.

10/05/14 Página|12

جواب  رسائل 8 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 19:05
La “nueva derecha”, tan vieja como siempre

Por Juan Carlos Junio

En estos días, las resonancias de la ultraderecha recorrieron distintas expresiones de manera encubierta o desembozada, revelando su naturaleza autoritaria.

El 9 de mayo se recuerda en todo el planeta el 69 aniversario de la derrota del nazismo. Ese día, las tropas soviéticas tomaron el Reichstag en su ofensiva desde el este, uniéndose en Berlín con los ejércitos aliados. La barbarie hitleriana, el genocidio y la muerte de 60 millones de seres humanos llegaban a su fin. La Escuela de Frankfurt fue la primera en señalar que los crímenes contra millones de judíos, gitanos, y otros grupos humanos caracterizados por el fascismo como objetos eliminables, no hubiesen sido posibles sin la previa experiencia histórica del genocidio en tierras de América. Los 300 años de colonialismo iniciados con la conquista del continente sumaron –en la trágica contabilidad de vidas humanas– 80 millones de habitantes originarios. Fueron masacrados en los campos de batalla, por la explotación sin límite o por enfermedades importadas desde la Europa medieval. Además, resulta imprescindible sumar a millones de africanos muertos en el tráfico humano que circulaba desde el Continente Negro hasta el mítico Dorado Americano. Un gran genocidio de dos continentes.

El colonialismo desplegó con todas sus energías una cultura del sometimiento y la desigualdad étnica y social, decretando la inferioridad del indio y del negro, materializando una clasificación de mixturas que definían rangos jerárquicos entre "razas" y justificaban los más diversos mecanismos de explotación, exclusión y segregación. La Santa Inquisición inició en nuestro continente la quema de herejes, principalmente judíos, hace más de cuatro siglos, constituyendo un importante antecedente de racismo, fanatismo y muerte.

Volviendo al siglo XX, resulta oportuno ponderar una serie de dimensiones de la ideología nazi, que expresa una concepción cultural fundada en el principio de la fuerza como vector de dominación, la segregación de los más vulnerables y la idea de que el fin (el ejercicio del dominio) justifica los medios. Incluso el uso sistemático de la mentira es ensalzado como instrumento legítimo para el gobierno de la sociedad.

En estos días, las resonancias de la ultraderecha, ahora mutada en la "nueva derecha" han recorrido distintas expresiones de manera encubierta o desembozada, revelando su naturaleza autoritaria.

Un ejemplo en el primer sentido fue la convocatoria del jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, a un grupo de ex combatientes a propósito de la conmemoración de la Guerra de Malvinas. Esos personajes militan activamente en la reivindicación del genocidio cometido en Argentina, en la defensa de asesinos y torturadores e inclusive en la reivindicación del nazismo. Vaya como ejemplo la crónica que realizó este mismo diario el 4 de mayo del corriente año al describir a los convocados por Macri. Uno de ellos, Carlos Szyrkoviec, es descripto como "suboficial del Ejército retirado, quien fue invitado a la actividad como 'dibujante'." En su cuenta de Facebook, Szyrkoviec no esconde su adoración por el nazismo. Públicamente, el 20 de abril, el ex combatiente celebró el 125º aniversario del nacimiento de Adolf Hitler a quien 'saludó' por su cumpleaños. 'Feliz cumpleaños Adolf..!!!', escribió sin tapujos. Incluso, añadió un link en el que le rinde honor y loas a uno de los mayores asesinos de la historia. Hay más, pero para muestra basta un botón. No es el primer gesto que tiene el alcalde en este sentido. Está presente en nuestra memoria la entrevista en la que declaró que su intendente predilecto –en la historia de la Ciudad– es Osvaldo Cacciatore, delegado de la dictadura genocida entre 1976 y 1982. Este brigadier ostentaba el "mérito" de su participación, en 1955,en el bombardeo sobre la Plaza de Mayo, un crimen de Estado que se cobró centenares de víctimas. El Jefe de Gobierno además nombró al apologista de la dictadura Abel Posse como Ministro de Educación de la Ciudad. Es sintomático también que los dos primeros jefes de la Policía Metropolitana estén procesados, y no resulta extraño oír de la boca de Macri que los sucesos del Indoamericano, que terminaron con tres muertes y decenas de heridos, se debieron a la "inmigración descontrolada". Racismo puro.

Otra muestra patente de la "nueva derecha" fue la publicación, en el matutino La Nación, de una columna de Mario Vargas Llosa, quien está en Venezuela apoyando la estrategia fascista de violencia callejera. En su titulada columna "La gesta libertaria de los estudiantes venezolanos", Vargas Llosa sitúa el origen del conflicto en el intento de violación de una estudiante universitaria que "llevó a los estudiantes a convocar una gran marcha contra la inseguridad, la falta de alimentos, los secuestros, los desmanes de los sicarios y la sistemática restricción de las libertades ciudadanas".

El literato, devenido en fiscal de la libertad y la democracia, critica las detenciones de "presos políticos" como la del golpista Leopoldo López, y reivindica a quienes están "en la vanguardia de la batalla pacífica que da la oposición para impedir la desaparición de los últimos resquicios de libertad que aún quedan en Venezuela". Su descripción fantástica no resiste el análisis de los hechos. La oposición venezolana ha sido derrotada en las urnas en 18 de las 19 elecciones ocurridas en ese país.

Vargas Llosa revela su verdadera crítica al modelo bolivariano cuando afirma su perspectiva, sus intenciones y sus objetivos: "Mientras más pronto se vaya, será mejor para Venezuela y para América Latina. La manera como el régimen, en su empeño frenético de colectivizar y estatizar la nación, ha empobrecido y destruido a uno de los países potencialmente más ricos del mundo, quedará como un caso emblemático de los desvaríos a que puede conducir la ceguera ideológica en nuestro tiempo". El escritor exhibe su anacrónico macartismo y un renovado antipopulismo. El texto destila odio y está cargado de flagrantes omisiones y contradicciones.

Celebramos el fin de la Segunda Guerra Mundial, seguramente el acontecimiento más dramático y doloroso del la historia humana. Resulta obligatorio señalar a sus epígonos modernos que "valoran" y exhiben a racistas xenófobos y adoradores de Hitler como luchadores por la democracia. La "nueva derecha" intelectual y política muestra su verdadero rostro en Argentina y en la región. Tras las brumas del modernismo, esconde su anclaje en viejas ideas antidemocráticas. 

Infonews

جواب  رسائل 9 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 19:06
Una historia que se repite

Por Ricardo Ragendorfer

La construcción del miedo y el acto de elegir un enemigo público (como, por ejemplo, los pibes chorros) son tareas necesarias e ineludibles para algunos dirigentes.

La propuesta de restaurar el Servicio Militar Obligatorio –derogado por el gobierno de Carlos Menem luego del asesinato del soldado Omar Carrasco en un regimiento de Neuquén– fue una iniciativa del intendente massista de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, y mereció la inmediata adhesión del senador provincial del FPV, Mario Ishii. En tanto, el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, deslizaba la posibilidad de vehiculizar el asunto a través de una consulta popular. Un asunto, por cierto, nunca mejor resumido que por Ishii: "Para quien no trabaja ni estudia y duerme hasta las 2 de la tarde, servicio militar." Una situación generalizada que –según el planteo– arrastra a sus protagonistas al mundo de "las drogas y el delito".

Ya se sabe que semejante proyecto generó una oleada de rechazos; desde voces del oficialismo –como las del ministro de Defensa Agustín Rossi, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, y el gobernador Daniel Scioli– hasta el líder del PRO, Mauricio Macri, pasando por el general Martín Balza, entre otras personalidades. Todos ellos coincidieron en tres ejes argumentales: el reclutamiento forzoso no resuelve los conflictos sociales, estigmatiza a los jóvenes de clase baja y, además, es una medida sencillamente anacrónica. Todo muy correcto, aunque poco abarcativo.

En cierto aspecto, este debate se asemeja al que hubo hace apenas unas semanas sobre los beneficios y las contraindicaciones del acto de linchar a quienes actúan por fuera de la ley. Por un lado, los partidarios del método basaban su discurso en las siguientes tesituras: "La gente está cansada" y "Hay un Estado ausente". En las antípodas de tal pensamiento, hubo por aquellos días una profusión de frases alrededor del siguiente concepto: "La justicia por mano propia no es justicia". Apenas una tímida manera de decir que agruparse en una horda para patear a una persona hasta la muerte es un recurso inconducente y poco republicano. Como si en la "parte sana" de la población no hubiera un gen criminal.

Algo similar ocurre con el debate acerca de la vuelta a la "colimba". Sus detractores, si bien advierten la matriz autoritaria de la cuestión, no toman en cuenta su naturaleza absolutamente imbécil. Porque brindar instrucción militar a muchachos en conflicto con el Código Penal no es, lo que se dice, una idea brillante. ¿Pretenden acaso perfeccionar su puntería?

No obstante, es de suponer que esa idea no fue fruto de un exabrupto por parte de sus hacedores. Contrariamente, todo indica que estos actuaron en base a un corpus estadístico debidamente elaborado a tal efecto.

De hecho, una encuesta elaborada por el portal de noticias MDZ arrojó cifras elocuentes: el 84% de los sondeados está de acuerdo con el Servicio Militar Obligatorio para jóvenes que no estudian ni trabajan. El 83% está de acuerdo con que ello contribuirá al restablecimiento del orden social. Y el 70% privilegia esta solución ante otras, como los subsidios educativos y la realización de tareas comunitarias.

Ya hace años, el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos acuñó el concepto de "fascismo societal". Un fenómeno diferente a los procesos que durante la primera mitad del siglo XX condujeron al poder en Europa a sectores ideológicos de ultraderecha.

Por el contrario, en este caso no se trata de un régimen político articulado desde el Estado sino una manifestación social, pluralista y civilizatoria, cuyo fin consiste en desplegar el estadio salvaje del capitalismo, pivoteado por grandes y poderosos actores económicos. En ese vidrioso contexto, la construcción del miedo y el acto de elegir un enemigo público (como, por ejemplo, los pibes chorros) son tareas necesarias e ineludibles. En resumen, un caldo de cultivo ideal para las ambiciones de ciertos dirigentes. Por ello, lo de la consulta popular al respecto no debe ser leído como una ocurrencia descabellada.
Aun así, reflotar la cuartelización compulsiva de adolecentes en riesgo ni siquiera es un truco novedoso.

Sería injusto omitir que el pionero indiscutido de ello fue nada menos que el ex presidente provisional Eduardo Duhalde, quien en diciembre de 2009 decoró sus aspiraciones de volver al sillón de Rivadavia con su propuesta de encomendar a la comunidad castrense la tarea de "instruir a los chicos marginados". Aquella iniciativa, en su momento, impresionó gratamente a un vasto sector del espíritu público, entre ellos, algunos taxistas y no pocos comunicadores.

Pero alguien redoblaría la apuesta: el entonces diputado salteño Alfredo Olmedo. Este sujeto supo descollar en los debates parlamentarios con su fina oratoria; al respecto, se lo recuerda cuando fundamentó su oposición a la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo con las siguientes palabras: "Tengo la mente cerrada y la cola también."

No obstante, su raíz conservadora no fue en detrimento de su espíritu mundano. Tanto es así que algunas noches se lo solía ver en el sector VIP del club nocturno Cocodrilo. Tal vez allí, inspirado por el burbujeo del champán, haya elucubrado su proyecto más audaz: el retorno al Servicio Militar Obligatorio, con la finalidad –según sus dichos– de "contribuir a la defensa nacional, brindando el esfuerzo de los jóvenes y su dedicación personal".

En ocasión de presentar la propuesta en la Cámara Baja, profundizaría su alcance con elocuencia: "Lo importante –dijo– no es qué país les dejamos a nuestros hijos, sino qué hijos le dejamos a nuestro país". Su idea terminó archivada en la Comisión de Defensa.

Lo que por aquel tiempo sí resultó aprobado en el Senado fue la media sanción de un proyecto impulsado por el bloque radical y el peronismo disidente, algunos de cuyos integrantes –los radicales mendocinos Ernesto Sanz y Laura Montero, junto con el peronista puntano Adolfo Rodríguez Saá– fueron sus arquitectos. En realidad el asunto no fue de su propia inventiva sino una versión copiada del programa que, a partir de 2005, implementó el gobernador mendocino Julio Cobos. Una experiencia que fracasó con estrépito, al registrarse en el lapso de un año y medio una deserción del 60% de los educandos. A su vez, el emprendimiento legislativo que inspiró, quedaría irremediablemente estancado en la Cámara de Diputados.
Ahora, sólo en el aspecto enunciativo, la historia se repite.

Infonews

جواب  رسائل 10 من 10 في الفقرة 
من: alí-babá مبعوث: 10/05/2014 19:49
IX. ACERCA DE LOS DESORDENES CREADOS POR UN PEQUEÑO NUMERO DE PERSONAS 

En 1956, se registraron en algunos lugares huelgas obreras y estudiantiles con un pequeño número de participantes. La causa inmediata de estos disturbios fue que no se había satisfecho ciertas demandas de beneficios materiales, que en algunos casos debían y podían haber sido atendidas, mientras que, en otros, no podían ser satisfechas en ese momento por ser inadecuadas o excesivas. Pero una de las causas más importantes de los desórdenes fue el burocratismo de la dirección. La responsabilidad de estos errores burocráticos debe imputarse, en algunos casos, a los organismos superiores, y no exclusivamente a las instancias inferiores. Otra causa de los disturbios fue la insuficiente educación ideológica y política dada a los obreros y a los estudiantes. Ese mismo año, un pequeño número de miembros de cooperativas agrícolas provocaron desórdenes, siendo también en este caso las causas principales el burocratismo de la dirección y la insuficiente educación impartida a las masas. 
Se debe admitir que, con mucha frecuencia, alguna gente del pueblo se inclina a preocuparse de sus intereses inmediatos, parciales y personales y no comprende, o comprende insuficientemente, los intereses a largo plazo, nacionales y colectivos. Una buena parte de la juventud, por falta de experiencia política y social, no alcanza a ver el contraste entre la vieja China y la nueva; no le resulta fácil comprender a fondo ni las incontables penalidades que nuestro pueblo experimentó en su lucha por liberarse de la opresión del imperialismo y de la reacción kuomintanista, ni la necesidad de trabajar duro por un largo período para construir una bella sociedad socialista. He aquí por qué debemos realizar constantemente una educación política viva y eficaz entre las masas, decirles siempre la verdad sobre las dificultades que surjan y estudiar con ellas la manera de resolverlas. 
No aprobamos los desórdenes, ya que las contradicciones en el seno del pueblo pueden ser resueltas por el método de "unidad -- crítica -- unidad"; además, los desórdenes siempre causan ciertas pérdidas y son perjudiciales para el avance de la causa socialista. Estamos convencidos de que las amplias masas populares de nuestro país están por el socialismo, acatan conscientemente la disciplina, son razonables y nunca crearán desórdenes sin motivo. Pero esto no significa que en nuestro país esté excluida la posibilidad de que gente del pueblo provoque desórdenes. Sobre este asunto, hay que prestar atención a lo siguiente: 1) Para eliminar radicalmente las causas de los desórdenes, debemos extirpar en forma resuelta el burocratismo, intensificar en grado considerable la educación ideológica y política y tratar de manera adecuada las diversas contradicciones. Hecho esto, hablando en general, no se presentarán más desórdenes. 2) Si surgen desórdenes a consecuencia de nuestro mal trabajo, habrá que conducir al camino acertado a la gente del pueblo que participe en ellos, aprovecharlos como un medio especial para el mejoramiento de nuestra labor y para la educación de los cuadros y las masas y, en fin, resolver las cuestiones que hayan quedado sin solucionar. En el tratamiento de los desórdenes debemos realizar un trabajo minucioso y no emplear métodos simplistas, ni batirnos en retirada antes de que el problema haya sido efectivamente resuelto. No debemos emplear a la ligera los recursos de expulsión o despido contra los cabecillas de los desórdenes, salvo aquellos que, por haber infringido el código penal o por ser contrarrevolucionarios activos, deben ser castigados con arreglo a la ley. En un país tan grande como el nuestro no es motivo de alarma el que un reducido número de personas provoquen disturbios; antes bien, eso puede ayudarnos a superar el burocratismo. 
En nuestra sociedad hay también un pequeño número de personas que, desdeñando los intereses públicos, proceden arbitrariamente, cometen delitos y violan la ley. Puede ocurrir que, utilizando y tergiversando nuestras políticas, presenten, de modo premeditado, exigencias irrazonables a fin de instigar a las masas o, con aviesa intención, difundan rumores y armen líos buscando alterar el orden público. De ninguna manera aprobamos la tolerancia con gentes de esta calaña; por el contrario, creemos que hay que castigarlas según la ley. Las grandes masas exigen darles el castigo merecido; dejarlas impunes iría contra la voluntad de las masas. 

X. ¿PUEDE UNA COSA MALA TRANSFORMARSE EN BUENA? 

Como he dicho antes, en nuestra sociedad es una cosa mala el que gente del pueblo promueva desórdenes, y esto no lo aprobamos. Sin embargo, su aparición puede impulsarnos a sacar lecciones, superar el burocratismo y educar a los cuadros y a las masas. En este sentido, una cosa mala puede convertirse en buena. Los desórdenes tienen un doble carácter. Todo disturbio puede ser considerado desde este punto de vista. 
Los acontecimientos de Hungría no fueron una cosa buena; eso está claro para todos. Pero también tienen un doble carácter. Gracias a que los camaradas húngaros adoptaron medidas acertadas durante los sucesos, éstos se transformaron de cosa mala en buena. Hungría está hoy más consolidada que antes, y todos los países del campo socialista han sacado una lección de lo sucedido. 
La campaña anticomunista y antipopular desencadenada a escala mundial durante la segunda mitad del año 1956 también fue, desde luego, una cosa mala, pero educó y templó a los Partidos Comunistas y a la clase obrera de los diversos países, y de esta manera se transformó en una cosa buena. Durante esta campaña, en muchos países abandonaron las filas de los Partidos Comunistas una parte de sus miembros. Esas deserciones redujeron el número de su militancia, lo cual fue, por supuesto, una cosa mala. Pero también hubo en ello su lado bueno. Los elementos vacilantes no quisieron permanecer en las filas de esos Partidos y se retiraron de ellos, mientras que la gran mayoría de los afiliados, de convicciones firmes, se unieron todavía más para la lucha. ¿No es esto una cosa buena? 
En síntesis, debemos aprender a examinar las cuestiones en todos sus aspectos, a ver no sólo el anverso de las cosas sino también su reverso. En determinadas condiciones, una cosa mala puede conducir a buenos resultados, y una cosa buena, a resultados malos. Hace más de dos mil años, ya decía Lao Tse: "En la desgracia habita la felicidad, en la felicidad se oculta la desgracia."[1] Los japoneses calificaban de victoria su invasión a China. Los chinos estimaban como derrota la ocupación por el agresor de vastos territorios del país. Sin embargo, la derrota de China llevaba en sí el germen de la victoria, mientras que la victoria del Japón contenía el embrión de la derrota. ¿Acaso no ha confirmado esto la historia? 
En todos los países se discute ahora si estallará o no una tercera guerra mundial. Frente a esta cuestión también debemos estar espiritualmente preparados y examinarla de modo analítico. Estamos resueltamente por la paz y contra la guerra. Pero, si los imperialistas insisten en desencadenar una guerra, no debemos sentir temor. Nuestra actitud ante este asunto es la misma que ante cualquier otro "desorden": En primer lugar, estamos en contra; en segundo, no lo tememos. Tras la Primera Guerra Mundial apareció la Unión Soviética, con doscientos millones de habitantes; tras la Segunda Guerra Mundial surgió el campo socialista, que abarca a novecientos millones de seres. Puede afirmarse que si, a pesar de todo, los imperialistas desencadenan una tercera guerra mundial, otros centenares de millones pasarán inevitablemente al lado del socialismo, y a los imperialistas no les quedará ya mucho espacio en el mundo; incluso es probable que se derrumbe por completo todo el sistema imperialista. 
Bajo determinadas condiciones, los dos términos opuestos de una contradicción se convierten inevitablemente cada uno en su contrario, como resultado de la lucha entre ellos. Aquí lo importante son las condiciones. Sin determinadas condiciones, ninguno de los dos términos que luchan entre sí puede transformarse en su contrario. En el mundo, el proletariado es el que más desea cambiar su situación, y le sigue el semiproletariado, pues el primero no tiene nada y el segundo tiene poco. La actual situación en que los EE.UU. manipulan la mayoría de los votos de la ONU y controlan muchas partes del mundo, es sólo temporal. Llegará indefectiblemente el día en que esta situación cambie. El status de China como país pobre y privado de sus derechos en la arena internacional también cambiará: El país pobre se convertirá en rico, el país privado de sus derechos, en país que goce de ellos, es decir, una transformación de las cosas en sus contrarios. Las condiciones decisivas para ello son el sistema socialista y los esfuerzos mancomunados de todo un pueblo unido. 

XI. SOBRE EL REGIMEN DE ECONOMIAS 

Quisiera detenerme ahora en la cuestión del régimen de economías. Nos disponemos a realizar una construcción en gran escala, pero nuestro país es muy pobre todavía: he aquí una contradicción. Uno de los medios para resolverla es hacer prolongados esfuerzos por practicar rigurosamente economías en todos los terrenos. 
En 1952 efectuamos una campaña contra los tres males: la corrupción administrativa, el despilfarro y el burocratismo, poniendo énfasis en la lucha contra la corrupción. En 1955 promovimos la práctica de economías, prestando principal atención al combate contra las normas demasiado altas en la construcción de obras básicas de carácter improductivo y al ahorro de materias primas en la producción industrial, y obtuvimos grandes éxitos. Pero, por aquel entonces, la política de practicar economías no se aplicó seriamente en todas las ramas de la economía nacional, ni en las entidades oficiales, unidades militares, centros docentes y organizaciones populares en general. Este año hay que estimular la práctica de economías y luchar contra el derroche en todos los aspectos de la vida del país. Nos falta aún experiencia en el trabajo de construcción. Durante los últimos años hemos conseguido grandes éxitos, pero también ha habido derroche. Tenemos que construir gradualmente una serie de grandes empresas modernas, a modo de armazón; sin esta armazón es imposible transformar en unos decenios nuestro país en una potencia industrial moderna. Sin embargo, la mayoría de nuestras empresas no deben ser de tales dimensiones; hay que construir más empresas medianas y pequeñas, aprovechar al máximo la base industrial heredada de la vieja sociedad y tratar, por todos los medios, de realizar economías, a fin de hacer más cosas con menos dinero. La orientación de practicar estrictamente economías y combatir el despilfarro, planteada en términos más enfáticos que antes por la II Sesión Plenaria del VIII Comité Central del Partido Comunista de China en noviembre pasado, ha empezado a dar resultados en los últimos meses. La presente campaña por la práctica de economías debe ser consecuente y prolongada. La lucha contra el derroche, igual que la crítica a otros defectos y errores, puede compararse al acto de lavarse la cara. ¿Acaso no hay que lavarse la cara todos los días? El Partido Comunista de China, los partidos democráticos, las personalidades democráticas sin partido, los intelectuales, los industriales y comerciantes, los obreros, campesinos y artesanos, en una palabra, todos nosotros -- los seiscientos millones de habitantes -- debemos aumentar la producción, practicar economías y luchar contra el lujo y el despilfarro. Esto tiene una gran importancia no sólo económica sino también política. Entre muchos de nuestros cuadros crece ahora una tendencia peligrosa: desgano de compartir penas y alegrías con las masas y preocupación por la fama y el provecho personales. Esto es muy malo. En el curso de la campaña por aumentar la producción y practicar economías, debemos simplificar nuestros organismos y trasladar cuadros a los niveles inferiores a fin de que un número considerable de ellos se reincorpore a la producción. He aquí una manera de vencer esa tendencia peligrosa. Debemos velar porque todos nuestros cuadros y todo nuestro pueblo tengan siempre presente que China es un gran país socialista, pero, al mismo tiempo, un país económicamente atrasado y pobre, y que esto es una contradicción muy grande. Para convertir a China en un país próspero y poderoso, se requieren varios decenios de intensos esfuerzos, que suponen, entre otras cosas, la observancia de un riguroso régimen de economías y la lucha contra el despilfarro, o sea, la aplicación de la política de laboriosidad y economía en la construcción del país. 

XII. EL CAMINO DE LA INDUSTRIALIZACION DE CHINA 

Al hablar sobre nuestro camino hacia la industrialización, me refiero aquí principalmente a la relación entre el desarrollo de la industria pesada, el de la industria ligera y el de la agricultura. Hay que reafirmar que la industria pesada es el centro de la construcción económica de nuestro país. Pero, al mismo tiempo, es necesario prestar plena atención al desenvolvimiento de la agricultura y de la industria ligera. 
China es un gran país agrícola con más del 80 por ciento de la población en las áreas rurales. Su agricultura debe desarrollarse a la par que su industria; sólo así podrá la industria disponer de materias primas y de mercado, sólo así se podrá acumular mayor cantidad de fondos para crear una poderosa industria pesada. Es de todos sabido que la industria ligera está estrechísimamente ligada a la agricultura, pues sin ésta no podría existir industria ligera. Lo que hoy la gente todavía no comprende bien es que la agricultura proporciona un importante mercado a la industria pesada. Sin embargo, lo comprenderá fácilmente a medida que la transformación técnica y la modernización de la agricultura, en su gradual desarrollo, reclamen cada vez más maquinaria, fertilizantes, obras hidráulicas, instalaciones de energía eléctrica, transporte, combustible para el consumo popular y materiales de construcción civil. Si durante el período del Segundo y Tercer Planes Quinquenales podemos dar un mayor impulso a la agricultura, logrando así un mayor crecimiento correspondiente de la industria ligera, resultará beneficiada toda la economía nacional. El desarrollo de la agricultura y la industria ligera proporcionará a la industria pesada mercado y fondos, acelerando su crecimiento. A primera vista, el ritmo de la industrialización parece un poco lento, pero en realidad no es así, e incluso es posible que se acelere todavía más. Dentro de tres quinquenios o algo más, nuestra producción anual de acero podrá pasar de las novecientas mil toneladas y tantas, registradas en 1943, la más alta cifra anual de antes de la Liberación, a los veinte millones de toneladas o aún a más. Entonces toda la población, tanto de la ciudad como del campo, se sentirá alegre. 
Hoy no es mi intención hablar extensamente sobre los problemas económicos. Carecemos todavía de experiencia en la construcción económica, ya que llevamos tan sólo siete años ocupándonos de ella; necesitamos acumular experiencias. Al principio tampoco teníamos experiencia en la revolución y, sólo después de haber dado traspiés, adquirimos experiencia y obtuvimos la victoria en todo el país. Ahora debemos lograr que el tiempo necesario para adquirir experiencia en la construcción económica no sea tan largo ni el precio tan elevado como requirió el obtener la experiencia de la revolución. De todas maneras tenemos que pagar un precio, pero esperamos que no sea tan alto como el que pagamos en la etapa de la revolución. Es necesario comprender que en esto hay una contradicción: la contradicción entre las leyes objetivas del desarrollo económico de la sociedad socialista y nuestro conocimiento subjetivo de ellas, contradicción que debe ser resuelta en la práctica. Esta se revela también como una contradicción entre personas, entre las que tienen una comprensión más o menos acertada de las leyes objetivas y las que las comprenden de manera relativamente incorrecta; es, pues, una contradicción en el seno del pueblo. Todas las contradicciones existen objetivamente, y nuestra tarea consiste en conocerlas y resolverlas, dentro de lo posible, en forma correcta. 
Para transformar a China en un país industrial debemos aprender a conciencia las experiencias avanzadas de la Unión Soviética. La Unión Soviética lleva ya cuarenta años edificando el socialismo y su experiencia es muy valiosa para nosotros. Veamos: ¿Quién ha diseñado y equipado para nosotros tantas Fábricas importantes? ¿Acaso los Estados Unidos? ¿Inglaterra, tal vez? No, ninguno de ellos. Sólo la Unión Soviética lo ha hecho, porque es un país socialista y aliado nuestro. Además de la Unión Soviética, también nos han prestado cierta ayuda algunos países hermanos de Europa Oriental. Es completamente cierto que tenemos que aprender las buenas experiencias de todos los países, sean socialistas o capitalistas; de eso no cabe duda. Sin embargo, debemos aprender principalmente de la Unión Soviética. Hay dos actitudes respecto a cómo aprender. Una es la dogmática, que consiste en copiarlo todo, sea o no aplicable a las condiciones de nuestro país. Esta no es una actitud buena. La otra es la de hacer funcionar nuestras cabezas y aprender lo que se adapte a nuestras condiciones, es decir, asimilar cuanta experiencia nos sea útil. Esta es la actitud que debemos adoptar. 
Reforzar nuestra solidaridad con la Unión Soviética y demás países socialistas es nuestra política fundamental, y en ello estriban nuestros intereses esenciales. Además, debemos fortalecer y desarrollar la solidaridad con los países de Asia y áfrica, así como con todos los países y pueblos amantes de la paz. Unidos a estas dos fuerzas, no estaremos solos. En cuanto a los países imperialistas, también debemos unirnos con sus pueblos y esforzarnos por coexistir pacíficamente con estos países, por comerciar con ellos y por conjurar una posible guerra. Sin embargo, de ningún modo debemos abrigar ideas ilusorias respecto a ellos. 

* Discurso pronunciado por el camarada Mao Tsetung en la XI Sesión (Ampliada) de la Conferencia Suprema de Estado. Fue publicado el 19 de junio de 1957 en Diario del Pueblo, después de que el autor revisó el texto transcrito de las actas y le hizo algunas adiciones. [Nota de la publicación, del PCCH]

NOTAS 


أول  سابق  2 a 10 de 10  لاحق   آخر  
الفقرة السابقة  الفقرة التالية
 
©2025 - Gabitos - كل الحقوق محفوظة