El consumo de pescado ha caído en la Isla de 200.000 a 37.000 toneladas anuales

La comercialización de pescado en Cuba ha caído de unas 200.000 toneladas en los años ochenta del siglo pasado a poco más de 37.000 toneladas y no hay esperanzas de incremento a mediano plazo, advierten funcionarios del sector.

Entre las causas de la caída mencionan la pérdida de las principales zonas de pesca en aguas internacionales, la disminución de las importaciones y la sobreexplotación de la plataforma cubana, informa el diario oficial Granma en un extenso reporte.

Armando Posada Loriga, director de la División de Pesca, del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, dijo que las operaciones de los años ochenta incluían aguas internacionales y zonas cubanas. "Hoy solo disponemos prácticamente de las pescas de nuestra plataforma y las provenientes de la acuicultura", añadió.

Señaló que la crisis económica de la Isla y el incremento de los costos de la actividad pesquera llevaron a la desaparición de las flotas atuneras, arrastreras y, en casi su totalidad, la del Golfo de México, que hoy solo cuenta con cuatro barcos, de los 57 que llegó a tener.

"Esas capturas representaban más de 100.000 toneladas de pescado anuales entre las décadas de los setenta a los noventa", indicó Posada Loriga.

En general, la reducción de las embarcaciones es notoria. De las 700 que había en los ochenta hoy solo está disponible alrededor del 40%, debido al deterioro y la obsolescencia tecnológica, entre otras causas, indicaron los funcionarios.

Algunos productos, como la langosta, el camarón y las mejores especies de pescado, siempre han estado prohibidos para los cubanos porque el Gobierno los destina a la exportación y al turismo. No obstante, el suministro de pescado a la población ha caído drásticamente en las últimas décadas y las autoridades lo ha sustituido en el sistema de racionamiento por pollo.

En cuanto a las importaciones, Posada Loriga dijo que se redujeron de 61.000 toneladas en 2004, a unas 5.000 en 2013, y casi un tercio fue destinado al turismo. El funcionario justificó el fuerte decrecimiento con la subida de los precios en los mercados foráneos.

Otro responsable de la industria pesquera, Juan José Menas Lorenzo, director de Plataforma, señaló la reducción de las zonas de pesca y su sobreexplotación.

Luego del establecimiento, en la década de los noventa, de las 200 millas náuticas de pesca para cada país, Cuba perdió sus caladeros fundamentales. Tema sensible, pues "la zona económica exclusiva de nuestro país no es pródiga en peces", dijo Menas Lorenzo. Mencionó además el incremento sostenido de las áreas protegidas, que abarcan hoy el 26% de la plataforma cubana y deben seguir aumentando.

En la plataforma cubana se pescan actualmente alrededor de 54 especies de interés económico, pero en una composición totalmente diferente a etapas anteriores, ya que más del 80% ha sido víctima de un uso indiscriminado, dijo Menas Lorenzo.

Antes "se capturaban unas 1.000 toneladas de pargo y similares volúmenes de chernas. Sin embargo, actualmente no llegamos a la mitad del primero, y de la segunda apenas a unas 100 toneladas. Y estos caladeros sí son los mismos, solo que el recurso no está", ejemplificó.

Calificó de "nefastas" las consecuencias que dejaron el uso de artes de pesca masivos: tranques, chinchorros de arrastre, prácticas hoy prohibidas.

Según estudios del Centro de Investigaciones Pesqueras (CIP), el potencial de captura de pescado estimado para la plataforma cubana, que incluye la gestión estatal y privada, asciende 12.300 toneladas.

A juicio de Posada Loriga, aunque las capacidades instaladas lo permitieran, superar las cifras ofrecidas por el CIP solo reforzaría la depauperación de los ecosistemas. "No esperamos crecimiento alguno en los productos del mar", advirtió.

La acuicultura no compensa

La acuicultura no ha logrado compensar la contracción de la pesca, aunque ha pasado de unas 6.000 toneladas en los años a 25.600 en 2013.

Jesús Rodríguez Rull, director del Departamento de Acuicultura de la División Pesquera, advirtió que las instalaciones empleadas para la actividad tienen más de 30 años de explotación y sufren deterioro. Producen principalmente carpas (chinas, amura, manchadas, blancas), carpa común, tilapia y claria, esta última especie muy peligrosa para el ecosistema.

De las 122.000 hectáreas de espejos de agua existente, en la actualidad se explotan solo unas 90.000.

"Durante varios años se nos aprobó un financiamiento" para la reparación de infraestructura, "pero no hemos encontrado en el país quien se encargue de hacer el trabajo", dijo Rodríguez Rull y señaló también problemas con el pienso para alimentar a las especies. Las fábricas encargadas de proveer a la acuicultura arrastraban al cierre de mayo "un déficit de 450 toneladas, debido a problemas tecnológicos", explicó.

El reporte de Granma indicó que hoy se procesa el 90% de lo capturado tanto en la plataforma cubana como en la acuicultura.

Abel Hidalgo, director del Departamento de Industria en la División Pesquera dijo que unas 10.000 toneladas se destinarán este año a materia prima para croquetas y masas muy criticadas por la población por su mala calidad. El diario del Partido Comunista culpó de ello a las "afectaciones tecnológicas".

Pese a la caída de los suministros para los cubanos, el Gobierno exporta 680 toneladas de tenca, dijo Maritza Linares, directora de Ventas y Mercado. Además, destina 1.344 toneladas de pescado a las tiendas en dividas, donde se venden a elevados precios.

Solo 6.323 llegan al sistema de racionamiento para dietas médicas y el "consumo social", indicó Linares. A las pescaderías, a altos precios en moneda nacional, llegan 16.436 toneladas "en todas las formas de presentación del pescado (croquetas, picadillos, filetes de claria, etc)".

La libra de filete de claria cuesta unos 15 pesos.

Pesca ilegal, robos y represalias

El reporte de Granma se refirió también a la persecución de "ilegalidades" y criticó el "elevado número de personas", autorizadas o no, que operan en la plataforma cubana.

Según la publicación, hay unas 18.600 embarcaciones privadas que trabajan para el Gobierno y otras 17.600 dedicadas a la pesca deportiva sin control.

Para estos últimos, la ley establece que pueden pescar para "consumo personal o familiar" y no "con fines de lucro".

Otras 1.000 embarcaciones pescan en las aguas de la Isla sin autorización, según cifras de las Tropas Guardafronteras.

A la pesca furtiva se suman los robos de empleados estatales, que alcanzan el 20% de las capturas, dijo Armando Posada Loriga.

Oficina Nacional de Inspección Pesquera (ONIP) indicó que al cierre de 2013 el Gobierno había aplicado multas por casi cuatro millones de pesos cubanos y decomisado 119 toneladas de pescado.

Otras 54 toneladas fueron decomisadas en los primeros seis meses de 2014 y las multas superaron el millón y medio de pesos.