19 de julio, 2012 — Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, ejercieron hoy su poder de veto para frenar una resolución sobre Siria.
El proyecto amenazaba con imponer más sanciones al Gobierno de Bachar Al Asad si no retiraba sus tropas y la artillería pesada de centros urbanos en un plazo de diez días.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, indicó que su país vetó la medida porque abría la puerta a una intervención militar.
“No podemos aceptar un documento en base al Capítulo 7 que permita que se amenace con sanciones y con una intervención militar en los asuntos internos de Siria. Los miembros occidentales del Consejo de Seguridad rechazan esas intenciones pero por algún motivo no quisieron excluir la posibilidad de intervención militar”, explicó Churkin.
Auspiciaron el proyecto Francia, Alemania, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, subrayó que el proyecto buscaba apoyar el plan de seis puntos del enviado conjunto de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Koffi Annan.
“La única forma en que los observadores desarmados de las Naciones Unidas podrían detener la violencia es si sus informes sobre las persistentes violaciones al plan de Annan y de los compromisos adquiridos por parte del Gobierno sirio permitieran al Consejo de Seguridad preveer consecuencias por ese incumplimiento”, lamentó Rice.
El mandato de la Misión de Supervisión de las Naciones Unidas para Siria (UNSMIS) expira este viernes. El proyecto de resolución proponía renovar el mandato por 45 días.