Defensores de derechos humanos han dado la voz de alarma debido al
elevado número de ejecutados en Arabia Saudita durante el pasado mes de
agosto, informa el portal
News.com.au. En total asciende a 23
el número de decapitaciones en las última tres semanas.
La organización de defensa de derechos humanos
Amnesty International
se dirigió la semana pasada
al Gobierno saudí solicitándole que suspenda todas las ejecuciones
después de que cuatro miembros de la misma familia fueran decapitados
por "posesión de drogas".
"La ejecución de personas acusadas de
delitos menores y a base de 'confesiones' logradas a través de torturas
se ha convertido en algo vergonzosamente común en Arabia Saudita. Es
absolutamente impactante ver cómo las autoridades del Reino desprecian
cruelmente derechos humanos fundamentales", denuncia Said Boumedouha,
director adjunto de Programa de Amnisty International para Oriente Medio
y África del Norte.