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Las milicias armadas controlan 148 comunidades de Río de Janeiro, según datos oficiales
Río de Janeiro (Brasil), 1 sep (Nóvosti).
La presencia de grupos civiles armados, también conocidos como milicias, aumentó en los últimos años en Río de Janeiro hasta alcanzar 148 comunidades de este estado brasileño, según los datos de la Secretaría de Seguridad regional divulgados este lunes.
En 2004, la Secretaria de Seguridad del Gobierno regional de Río registró la presencia de estos grupos parapoliciales en cuatro favelas de la “cidade maravilhosa”, mientras que en 2014 estas organizaciones ilegales estuvieron activas en 148 comunidades de 23 de los 90 municipios del estado de Río de Janeiro.
Según la Secretaría de Seguridad de Río de Janeiro, los milicianos cuentan con la presencia de antiguos policías militares, bomberos y militares entre sus filas. “Río de Janeiro es igual que el Chicago de los años 30, en el que agentes del Estado estaban envueltos en la corrupción”, sostiene Jorge Magno Vidal, funcionario de Justicia de este estado.
Los grupos parapoliciales saltaron de la capital carioca hacia otras localidades de Río de Janeiro en 2004 y se consolidaron en los últimos seis años, coincidiendo con la instalación de Unidades de Policía Pacificadora en las favelas de la capital controladas por el narcotráfico.
La presencia de milicias en varios barrios de Río de Janeiro cuenta con adeptos y opositores entre los vecinos de estas comunidades. Mientras algunos ciudadanos alegan que las milicias combaten a las organizaciones criminales y de narcotraficantes, otros denuncian que estos grupos armados son responsables de practicar extorsiones a comerciantes, familias y políticos para mantener su existencia.
Varios integrantes de las milicias que operan en Río de Janeiro cuentan con acceso a información privilegiada de la policía, lo que dificulta los esfuerzos de las autoridades para combatir estos grupos.
La estadística del Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro muestra que en este estado se registraron 43.165 muertes violentas en los últimos ocho años y más de 38.000 desapariciones.