El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, adimitió
este lunes dificultades económicas en la zona euro y la existencia de
un nivel elevado de desempleo entre la población.
“La recuperación económica en la eurozona está perdiendo impulso. El
crecimiento se estancó durante el segundo trimestre y los indicadores
recibidos durante el verano son más débiles de lo esperado”, señaló
Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la
Eurocámara.
El funcionario italiano expresó su disposición a activar medidas no
convencionales para poder frenar los riesgos de un periodo demasiado
prolongado de baja inflación.
En esta línea, aseguró que “ningún estímulo monetario, ni tampoco
fiscal, puede tener un efecto significativo” por sí solo, por ende,
urgió a los Estados miembros a imponer nuevos recortes sociales “para
que su actuación tenga efecto”.
Draghi explica que la demanda doméstica en la región de la moneda
única está basada en una política monetaria acomodaticia, condiciones de
financiación favorables y las reformas estructurales, mientras que
alerta de los riesgos de un aumento de las tensiones geopolíticas y de
“insuficientes reformas estructurales”.
El pasado lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), por su parte, resaltó la persistencia de un débil
crecimiento en la zona euro y urgió al BCE la puesta en marcha de
estímulos monetarios “más vigorosos” para sortear el riesgo de
deflación.
HispanTV