Fecha de publicación 24 octubre 2014
El
gobernante Partido Popular (PP) de España, reincidió este viernes en su
postura injerencista contra Venezuela al manifestar su apoyo a la
derecha desestabilizadora. En 2002 otro gobernante de ese partido, José
María Aznar, apoyó el golpe de Estado contra el Comandante Chávez.
El Gobierno de
Venezuela señaló mediante un comunicado que España reincidió este jueves
en su actitud injerencista contra el país suramericano al recordar que
el Partido Popular (PP) español, al cual pertenece el expresidente José
María Aznar, apoyó el golpe de Estado contra el Comandante Hugo Chávez
en abril de 2002.
El 12 de abril de 2002,
cuando se efectuó el golpe de Estado, el gobierno de José María Aznar
(período 1996-2004) emitió un comunicado junto a Estados Unidos para
respaldar el régimen derechista de Pedro Carmona Estanga, líder golpista
que en ese entonces presidía la organización patronal Fedecámaras.
En 2002 el texto
oficial, divulgado por el Departamento de Estado, expresaba "el pleno
respaldo y solidaridad" de Estados Unidos y España con los golpistas y
manifestaban su deseo para que la gestión de Carmona condujera "en el
plazo más breve a la normalización democrática plena y sirviera para
lograr un consenso nacional y la garantía de los derechos y libertades
fundamentales".
Nexos de la oposición con el PP
Un día antes del golpe
de Estado en Venezuela, el 11 de abril de 2002, miembros de la derecha
venezolana se reunieron con el vocero del PP, José Moragas, para
manifestar convicción de que la "salida militar" del presidente Hugo
Chávez era la única opción para la oposición derechista.
El diario venezolano
Últimas Noticias, fechado el 23 de marzo de 2002, reseñó que en la
reunión, organizada por el Centro de
Formación Arístides Calvani, participaron Antonio Ledezma, Oswaldo
Álvarez Paz y José Curiel, opositores al Gobierno de la Revolución
Bolivariana.
En el
encuentro, Moragas, quien se desempeñaba como Secretario Ejecutivo de
Política Internacional del PP, aseguró que Venezuela era un país
"dividido y sin relevo" por lo que llamó a los partidos a fortalecerse y
renovar su liderazgo. Calificó al gobierno del presidente Chávez como
"mesiánico y ególatra" y se mostraba "preocupado" por la ausencia de un
líder en la oposición que pudiera "canalizar" las demandas de la
derecha.
En 2004, el ministro de
Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, presentó ante la
Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso una densa argumentación
apoyándose en documentos exclusivamente españoles, donde aseguraba
que el Gobierno de José María Aznar apoyó en 2002 el golpe de Estado en
Venezuela.
Maratinos aseguró
que el Gobierno de Aznar ordenó a su embajador en Venezuela en aquel
entonces, Manuel Viturro, que se entrevistara con el líder golpista,
Pedro Carmona. Además, calificó ante la Unión Europea de "Gobierno
provisional" a la autoridad ilegítima creada por éste y evitó en todo
momento condenar su actuación.
"Creo que he demostrado
fehacientemente que mis tres afirmaciones son ciertas: que en Venezuela
hubo un golpe de Estado; que el embajador Viturro recibió
instrucciones, y que el efecto de dichas instrucciones ayudaba a
legitimar el golpe de Estado de la junta cívico-militar, dándole
cobertura internacional", indicó Moratinos.
Actitud injerencista de España
Este jueves el Gobierno
de España, liderado por Mariano Rajoy, mostró su respaldo a la derecha
golpista venezolana al declarar en Twitter que era "necesaria" la
libertad del opositor Leopoldo López, quien lideró la acción golpista
denominada "La Salida" el pasado 12 de febrero. Rajoy (del
PP) también se reunió el pasado miércoles con la esposa de López y
cuestionó la democracia en Venezuela.
Las declaraciones injerencistas de Rajoy fueron rechazadas por Venezuela
mediante un comunicado, en el cual hizo énfasis en que el mandatario
español viola la soberanía de la nación suramericana y con actos
partidistas reincide en su actitud de intromisión.
¿Quién es Leopoldo López?
López lideró la
operación desestabilizadora en febrero pasado, cuando murieron más de 40
venezolanos producto de las protestas violentas que surgieron tras su
llamado a la calle e incitación al odio.
Desde entonces, el
sistema judicial del país se ha encargado de impartir justicia en el
caso, como es debido en una nación con separación de poderes. Sin
embargo, pequeños grupos emprenden una campaña mediática e intentan
sugerir la violación a los derechos humanos en su caso para victimizar a
la derecha golpista de Venezuela.
Desde el 12 de febrero
pasado han sido varios los ataques terroristas que ha frustrado el
Gobierno venezolano, que iban encaminados a frenar la Revolución
Bolivariana iniciada por el Comandante Chávez.