España entrena a soldados para reprimir protestas populares
Posted: 04 Nov 2014 03:15 PM PST
Oficiales y tropa destinados en el Regimiento de Caballería Ligero
Acorazado Lusitania nº8, con sede en Marines (Valencia), han sido
instruidos en ejercicios de “control de masas” civiles con material
antidisturbios convencional, durante las
semanas centrales del pasado mes de octubre, según ha podido saber el
diario digital Público de fuentes militares, que califican esta
formación de absolutamente inédita y extraña.
Se trata del regimiento que participó en el fallido golpe de Estado
del 23 de febrero de 1981, bajo las órdenes del teniente general Jaime
Milans del Bosch, que decretó el estado de sitio, tomando las calles de
Valencia con sus tanques. En la actualidad, este regimiento participa en
misiones internacionales bajo el paraguas de Naciones Unidas.
Según estas informaciones, refrendadas por un amplio material
gráfico, en estos ejercicios han participado en torno a 200 militares,
bajo el control y supervisión de miembros de la Policía Militar venidos
expresamente de la Brigada de Caballería Castillejos II, con sede en
Zaragoza, y bajo cuyo mando se encuentra la Acorazada Lusitania nº8,
acuartelada en la Base General Almirante de la localidad de Marines,
ubicada a poco más de 39 kilómetros de la capital valenciana, a los pies
de Sierra Calderona. Según informaron varios de los militares
participantes, el curso fue impartido por “miembros de la Policía
Militar venidos de la Brigada de Zaragoza. Nos enseñaron a cómo arrestar
gente, poner las esposas, controlar las masas… todo eso; aunque no nos
explicaron para qué misión necesitábamos esa formación”.
Ni oficiales ni soldados participantes en estos ejercicios fueron
informados acerca de las razones de los mismos, ni tan siquiera si había
programada alguna participación dentro o fuera del territorio nacional.
No obstante, y teniendo presente las misiones encomendadas por el
Ministerio de Defensa a la Brigada de Caballería Castillejos II, como
apoyo y colaboración con entidades públicas, y más concretamente con la
“vigilancia y protección de puntos sensibles en territorio nacional” y
“apoyo y colaboración con fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”, se
ha desatado cierta preocupación acerca de una posible misión militar de
apoyo a Policía o Guardia Civil dentro del territorio español.
Uno de los participantes en los ejercicios abundó en esa hipótesis:
“Se comenta en el cuartel que nos dijeron que hay que estar preparados
para todo, según los mandos, y más en los tiempos que corren”.
“Se rumoreaban y sospechaban muchas cosas de la finalidad de estos
ejercicios, que eran absolutamente extraños teniendo en cuenta las
características del Regimiento Lusitania, que es una unidad acorazada,
es decir de blindados. Lo que opinaba la gente es que se ve todos los
días mucha tensión en la calle, que hay muchas revueltas… entonces se
piensa que si la Policía se ve desbordada, entonces, y al amparo de la
Constitución, las Fuerzas Armadas son las que tienen que tomar
automáticamente el mando; eso es lo que se escucha y se piensa que será
por eso. De hecho, nos cuentan en el cuartel que la Policía Nacional
está desbordada, que no tiene ni medios ni gente”.
Los ejercicios fueron duros, incluso más allá de lo razonable, según
explicaron a Público algunos de los participantes, tanto de la tropa
como de los mandos. “La gente no tiene cabeza ninguna, se desmadró, hubo
mucha tensión, hubo exceso de fuerza de los mandos con los soldados y
viceversa, y los instructores de la Policía Militar decidieron parar los
ejercicios. Lo cierto es que muchos nunca habíamos usado una de esas
porras, pero a uno le dieron un porrazo que le jodieron una rodilla y
acabó tirado en el suelo sin poder moverse; otro con una marca en el
muslo como si le hubieran dado un latigazo brutal, realmente causan
mucho dolor y pueden provocar lesiones graves”.
Asimismo, uno de los militares reconoce que “las prácticas se
hicieron con tensión, no se podían hacer de cachondeo, si no la práctica
no sirve para nada. Luego, la verdad, no sabemos si será complicado
esto en una actuación real; estar ahí en una línea de esas, porque la
mayoría, por no decir todos, no hemos estado nunca en una situación así.
Por eso en los ejercicios los manifestantes agredían con exceso a los
que iban de antidisturbios y sólo se protegían los que llevaban escudo y
dejaban tirado al compañero que no llevaba protección. Luego
cambiábamos de puesto. Los antidisturbios pasaban a ser masa y
viceversa. Y por eso hubo lesionados y hubo que parar el ejercicio”.
Según cuentan los militares, “las misiones de este regimiento son de
vehículos blindados, no de proximidad con los civiles en las misiones
internacionales de conflicto encomendadas, por lo que en eso casos nunca
se utilizarían ni porras, ni botes de humo ni pelotas de goma. Esta
unidad lo que hace es patrullar en BMR [blindado medio sobre ruedas] y
actualmente, desde mayo, efectúa patrullas en la Base Cervantes de
Marjayoun, formando parte de la Brigada Este de la Fuerza Provisional de
Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL), hasta final de este mes, y ellos
no tienen ningún cometido de control de masas”.
La misión del cerca de millar de boinas azules españoles ha sido
evitar y prevenir que cualquier incidente menor que pudiera surgir a lo
largo de los 63 kilómetros de la Blue Line –la demarcación imaginaria
que divide el Líbano e Israel– no desencadenase un conflicto mayor, o
incluso una nueva guerra.
“Creemos que la Policía Militar está también haciendo este tipo de
formación en otros cuarteles, y dicen los mandos que tendrán que volver
aquí, porque técnicamente fue una iniciación y los ejercicios no
concluyeron”, asegura el informador de Público.
Dicha fuente insiste en que “los únicos que tienen el cometido de
control de masas son los de la Policía Militar dentro del entorno
militar, pero no recordamos que hayan actuado nunca formando a soldados
de otras unidades para ejercer puntualmente como Policía Militar
Antidisturbios ante civiles. Oficialmente, no sabemos cuáles son las
razones de estos ejercicios, pero las sospechas son las que son”.