En la misiva, se pide que el “permiso
temporal para el estacionamiento en la base sevillana de una fuerza de
élite del Cuerpo de Marines se convierta en definitiva y, además, se
amplíe sustancialmente el máximo actual, fijado en 850 militares (1.110
durante los relevos)”.
Aunque no se concreta el nuevo límite,
las fuentes consultadas por el diario apuntan a varios miles de
soldados, en torno a 3.000.
“Los americanos han matizado que su
intención es mantener de forma permanente los 850 actuales y aumentarlos
solo en caso de crisis”, señala.
Washington y el Gobierno del conservador
Mariano Rajoy estarían interesados en modificar el convenio bilateral de
Defensa antes de las elecciones generales del próximo otoño, ya que la
irrupción de nuevas fuerzas progresistas podría impedir la renovación
del acuerdo.
La petición de Estados Unidos, que ya
tiene desplegados en la base de Rota –en el sur de España- cuatro
destructores del escudo antimisiles, consolidaría el papel de España
“como elemento clave de la estrategia del Pentágono” señala el diario de
mayor influencia en España.
El diario explica que la Fuerza Especial
Tierra-Aire de Respuesta de Crisis del Cuerpo de Marines (SP-MAGTF
Crisis Response) “fue creada en 2013, a raíz del asalto al consulado
estadounidense de Bengasi (Libia), ante la necesidad de contar en Europa
con una unidad de reacción rápida para intervenir ante posibles crisis
en África”.
De momento, los marines se han desplazado
dos veces a la base de Sigonella (Italia) para una “posible
intervención en Libia” y participaron en la evacuación de la colonia
norteamericana en Sudán del Sur y en la crisis del ébola en Liberia.
El Gobierno español informó en su día que
la misión de los militares estadounidenses en Morón es “la ejecución de
operaciones de respuesta ante crisis, contingencias de ámbito limitado y
operaciones logísticas para proteger a ciudadanos norteamericanos,
instalaciones y otro personal que se designe en regiones del norte y
oeste de África”.
Pero el diario recuerda que finalmente el
cometido de los cuatro buques de la US Navy del escudo antimisiles de
la OTAN amarrados en Rota ha sido diferente al previsto.
“El primer buque que arribó a Rota, el
USS Donald Cook, en febrero pasado, zarpó casi de inmediato hacia el Mar
Negro, para exhibir músculo ante Rusia en plena crisis de Ucrania, y lo
mismo hizo el segundo, el USS Ross”, indica.
En junio, “dos de sus tripulantes fueron atacados por nacionalistas turcos en Estambul”.
Los dos restantes destructores, el USS Porter y USS Carney, llegarán este mismo año.