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General: el golpe del 76 en argentina
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De: alí-babá (Mensagem original) |
Enviado: 11/02/2015 20:45 |
Golpe de Estado: La CIA, Imperialismo Estadounidense
Golpe de Estado: La CIA, Imperialismo Estadounidense.
MEGAPOST INFORMATIVO Designorancia T!
Es de gran importancia saber que para recortar el articulo solo puse informacion referente a nuestro pais (aunque hay informacion acerca de otros ambitos como para agregar detalles) y que en realidad esto esta pasando en todo el mundo. En este articulo se hablara acerca del Imperialismo Estadounidense, pero no en profundidad, se le dara mas enfasis a su vinculacion con las dictaduras militares. Al final del articulo podras encontrar los links hacia mis fuentes de informacion, donde podras encontrar mucha mas informacion y datos sobre este tema...
Muchas gracias por tomarte el tiempo de informarte... Laurent Place
IMPERIALISMO ESTADOUNIDENSE
Concepto: Imperialismo estadounidense es el término utilizado, a veces peyorativamente, para hacer referencia al expansionismo histórico y a la actual influencia política, cultural y económica de los Estados Unidos a escala mundial. El concepto real de imperialismo es la práctica de dominación llevada a cabo por naciones con mayor poder económico y comercial, para ampliar sus influencias sobre naciones menos desarrolladas.
IMPERIALISMO ECONOMICO DE EEUU
El imperialismo económico de EEUU se caracteriza por llevar a los países a contraer empréstitos que los atan a grandes deudas, la instalación de filiales en los países subdesarrollados para conseguir mano de obra barata, el "saqueo" de los recursos naturales, el control de la política de esos países dependientes y la instalación de gobiernos obedientes que estén dispuestos a suscribir tratados leoninos para la entrega gratuita las materias primas que el mercado mundial necesita, la compra de las empresas estatales para evitar que el país se desarrolle por sí mismo, y tratados de libre comercio que eximan a esas empresas multinacionales de pagar aduanas en esos países. “La economía norteamericana necesita los minerales de América Latina como los pulmones necesitan el aire”, había dicho Eduardo Galeano en los ’70, y se podría agregar que EEUU no sólo depende de América Latina sino de todos los demás países subdesarrollados.
La Doctrina de Seguridad Nacional plantea que cualquier intento de independencia de esos países dominados acarreaba un riesgo para la economía de EEUU, e identificaba economía con “seguridad nacional”. El informa de Kissinger llamado NSSM200 declara que un crecimiento de la población en los países capitalistas subdesarrollados aumentaba el riesgo de la aparición de un movimiento independentista.
A lo largo del siglo XX, EEUU se ha valido de diversos medios, a veces atroces, para garantizar esa dependencia. La Escuela de las Américas, los golpes de estado, los golpes de mercado (crisis planeadas), sobornos a los funcionarios nacionales de turno, las invasiones, pero también los empréstitos, la deuda externa como mecanismo de control, y el control de la natalidad son algunas de las medidas por medio de las cuales EEUU ha creído perpetuar su dominio.
La Guerra como Negocio Factible: http://www.taringa.net/posts/info/2331077/%5BIrak%5D-El-Negocio-de-la-Guerra.html
REGIMENES MILITARES EN AMERICA LATINA IMPULSADOS POR EL IMPERIALISMO ESTADOUNIDENSE:
En 1946 el departamento de defensa de Estados Unidos fundó la Escuela de las Américas, que funcionó en la zona del canal de Panamá, donde entrenó a los militares de todos los países de Latinoamérica, enseñándoles técnicas de tortura y contrainsurgencia. Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados u obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa Escuela. Los egresados de la Escuela de las Américas persiguieron educadores, sindicalistas, trabajadores religiosos, líderes estudiantiles, y a los pobres y campesinos que lucharon por los derechos de los damnificados, se afirma en el prólogo de la página SOA Watch. A lo largo de sus mas de sesenta años de existencia, la Escuela de las Américas ha entrenado a más de 61.000 soldados latinoamericanos en cursos de técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura en interrogatorios. Hoy día la Escuela de las Américas, trasladada a Georgia (EEUU) y rebautizada Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica entrena casi mil soldados y policías de distintos países latinoamericanos cada año. Durante todo el Siglo XX hubo en América Latina dictaduras militares impulsadas por EEUU.
Según la Doctrina de Seguridad Nacional, los Estados Unidos unificaron el accionar de las distintas dictaduras latinoamericanas que cometieron crímenes de Lesa humanidad, como la de Augusto Pinochet (en Chile), Alfredo Stroessner (en Paraguay), Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri (en Argentina, 1976-1983), Juan María Bordaberry en Uruguay, el general Hugo Banzer (en Bolivia, 1971-1978), la dinastía de los Somozas (en Nicaragua), El Salvador durante sus más sangrientos años de guerra civil, y Julio César Turbay Ayala con su famoso Estatuto de Seguridad (en Colombia, 1978-1982).
En 1966 la dictadura denominada Revolución Argentina, con el General Juan Carlos Onganía a la cabeza, cerró las universidades con el pretexto de que eran un "nido de marxistas", y provocó la llamada Fuga de cerebros, a partir de la Noche de los bastones largos. Las dictaduras más sangrientas pertenecen a las décadas del '70 y '80, cuando se llevó a cabo el Plan Cóndor en Sudamérica y la Operación Charlie en Centroamérica, puesta en práctica de las peores atrocidades, que incluían secuestros y desapariciones (no detenciones legales), interrogatorios que incluían torturas, reclusión en centros clandestinos de detención (no en cárceles comunes), ejecuciones masivas y entierros clandestinos de las víctimas. Se suele dar como ejemplo, el derrocamiento del gobierno democrático de Salvador Allende, por las Fuerzas Armadas de Chile encabezadas por Augusto Pinochet, con la cooperación de la CIA, la cual también financió a la oposición antes del golpe, para que los empresarios llevaran a cabo un boicot de desabastecimiento, creando así la sensación de que el gobierno tenía la culpa de la escasez.
Hasta la actualidad pocos países latinoamericanos han realizado investigaciones serias de sobre esta época, y pocos han llevado a los culpables ante la justicia. Una excepción son Argentina, y en menor medida Chile, Brasil y Guatemala. Con el regreso de la democracia en Argentina en 1983 se formó la CONADEP, organismo que investigó las desapariciones, las reclusiones en centros clandestinos de detención, las torturas y los asesinatos durante la dictadura y las detalló en el informe llamado Nunca Más.
Se llevó a cabo el sin precedentes Juicio a las Juntas Militares, aunque más tarde se las indultó y los juicios se congelaron debido a las presiones que ejerció el intento de golpe liderado por Aldo Rico. Sucesivamente se abrieron distintas causas y se llevaron a cabo juicios a los culpables de la represión ilegal, sobre todo a partir de 2003, cuando se declararon nulos los indultos por tratarse de crímenes de Lesa humanidad. Una característica particular de la dictadura argentina fue la apropiación de los hijos de desaparecidos, que eran adoptados por familias de represores. Todavía hoy organizaciones de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo (cuya lucha comenzó en plena dictadura, siendo víctimas directas de la represión. El represor Alfredo Astiz se infiltró entre los familiares de desaparecidos y fue responsable de la desaparición de la iniciadora del movimiento.
Además la política económica de la dictadura argentina, llevada por José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo, se caracterizó por la desindustrialización, la liberalización de las importaciones y los empréstitos al FMI que serían convertidos en deuda pública, aumentando la deuda externa. El número de desaparecidos por la dictadura en Argentina se estima en 30.000.
DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL
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La Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) considera a los propios ciudadanos de un país como posibles amenazas a la seguridad. La doctrina fue un producto del pensamiento de la Guerra Fría, que mantuvo al mundo dividido en dos campos antagónicos. Fue ideada por los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos y divulgada mediante el entrenamiento de los distintos ejércitos latinoamericanos, en Panamá.
Existía la convicción, en ciertas áreas del gobierno estadounidense, de que el bloque comunista (surgido después de la Segunda Guerra Mundial) tenía como principal objetivo el convertirse en la única potencia mundial y reorganizar la sociedad mediante la expansión del comunismo soviético. Sobre esta base se extendió el temor de que surgieran en los países 'subdesarrollados', especialmente en América Latina, focos de resistencia comunista.
Los EE.UU. tenían sus intereses latinoamericanos bien protegidos por los gobiernos dictatoriales que habían instalado en épocas anteriores. Pero con la influencia de la revolución cubana de 1959 y el creciente pensamiento comunista o socialista entre los estudiantes, por primera vez surgía la idea de que el pueblo del propio país podía constituir una amenaza a la seguridad nacional.
Empleando esta doctrina los Estados Unidos consiguen unificar el accionar de las distintas dictaduras genocidas latinoamericanas, instaladas por la CIA, como la de Augusto Pinochet (en Chile), Alfredo Stroessner (en Paraguay), Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo Galtieri (en Argentina, 1976-1983), Juan María Bordaberry en Uruguay, el general Banzer (en Bolivia, 1971-1978), la dinastía de los Somozas (en Nicaragua), El Salvador durante sus más sangrientos años de guerra civil y Julio César Turbay Ayala con su famoso Estatuto de Seguridad (en Colombia, 1978-1982).
Para implementar la doctrina, los Estados Unidos instalaron la Escuela de las Américas en Panamá. La idea fue de impulsar el equilibrio político en América Latina. Allí, durante casi cuarenta años, las técnicas más salvajes de interrogatorios mediante torturas fueron enseñadas a militares sudamericanos, quienes eran los encargados de efectuar el trabajo sucio de contrainsurrección.
Escuela de las Americas: 
La Escuela de las Américas (en inglés: School of the Americas), desde 2001 renombrada como Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (Western Hemisphere Institute for Security Cooperation), es una organización para la instrucción militar del Ejército de los Estados Unidos situada actualmente en Fort Benning, en la localidad estadounidense de Columbus (Georgia).
La escuela estuvo situada desde 1946 a 1984 en Panamá, donde se graduaron más de 60.000 militares y policías de hasta 23 países de América Latina, algunos de ellos de especial relevancia por sus crímenes contra la humanidad como los generales Leopoldo Fortunato Galtieri o Manuel Antonio Noriega
Operacion Condor:
La Operación Cóndor es el nombre con el que es conocido el plan de inteligencia, imposición y coordinación entre los servicios de seguridad de las dictaduras militares del Cono Sur de América -Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- y la CIA, bajo directrices radicales de sospechar movimientos de la izquierda política, en la década de 1970, que se constituiría en una organización clandestina internacional para la práctica del terrorismo de Estado y que tuvo como resultado el asesinato y desaparición de gran número de opositores a las mencionadas dictaduras.
En el marco de la Guerra Fría encuadrada en la América Latina, se establecieron muchas operaciones destinadas a hacer desaparecer opositores y a usarlos como parte de la propaganda de miedo. Una de estas operaciones fue la Operación Fénix en Vietnam. Todas ellas basadas en el Decreto Noche y Niebla de Adolf Hitler.
En 2007, la profesora estadounidense Patrice McSherry, de la Long Island University, mediante un documento secreto de la CIA, fechado en junio de 1976, confirma el secuestro y tortura de refugiados chilenos y uruguayos en Buenos Aires. Según ella, dichos planes emanaron en los años 60 en la Escuela de las Américas y las Conferencias de Ejércitos Americanos, mediante las cuales Estados Unidos enseñó a los oficiales instruidos en ellas, acciones "preventivas" en la región.
Un documento desclasificado de la CIA con fecha 23 de junio de 1976, explica que ya "a principios de 1974, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos". McSherry determinó que "(...) un documento de la CIA, con fecha del 23 de junio de 1976, comprueba que un año antes del surgimiento oficial del Plan Cóndor, oficiales de seguridad de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia se reunieron en Buenos Aires para preparar acciones coordinadas en contra de blancos subversivos".
Conclusion:
El gobierno de los Estados Unidos, la CIA, los bancos y corporaciones multinacionales estan controlando al "Tercer Mundo", mediante sobornos a los lideres nacionales, golpes de estado, golpes de mercado, el uso de la deuda externa como mecanismo de control, etc... Para "saquear" nuestros recursos naturales, conseguir una mano de obra barata, dejarnos en la misera para su progreso, expandirse economicamente, corrompiendo a las sociedades y paises, aniquilando su soberania y creando un imperio capas de controlar al mundo entero, sin que casi toda la poblacion se de cuenta de ello. Y a esto inofensivamente lo llaman Globalizacion.
En este caso, la dictadura fue la manera en la que las grandes corporaciones y bancos internacionales estadounidenses usaron al ejercito como una herramienta para concretar sus planes de dominio... que luego vendrian a ser consolidadas con la epoca Menemista y sus politicas neoliberales desde el consenso de Washingtown. Por lo que lamentablemente actualmente nos podemos considerar una colonia financiera estadounidense. Fuentes: Altamente recomendadas leerlas ya que estan mucho mas completas! Imperialismo Estadounidense: http://es.wikipedia.org/wiki/Imperialismo_estadounidense Doctrina de Seguridad Nacional: http://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_de_Seguridad_Nacional Escuela de las Americas: http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_las_Am%C3%A9ricas Operacion Condor: http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_C%C3%B3ndor Proceso de Reorganizacion Nacional:http://es.wikipedia.org/wiki/Proceso_de_reorganizacion_nacional Terrorismo de Estado: http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_sucia
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CARLOS ARES. Buenos Aires.
Casi veintisiete años más tarde se confirma lo que ya se sabía entonces. La Embajada de Estados Unidos en Argentina recogía información de primera mano durante la dictadura militar entre 1976 y 1982 y la enviaba a Washington.
Los funcionarios y agentes se reunían con altos cargos militares, políticos cómplices, sindicalistas venales y periodistas. Gracias a ellos se enteraban de inmediato de los secuestros, las torturas, las ejecuciones sumarias y de las luchas intestinas del poder.
En la sede de la embajada se llenaron fichas sobre unos trece mil ciudadanos "desaparecidos".
Nada se hizo para evitar los asesinatos. Entre los 4.677 documentos secretos desclasificados por el Gobierno de EE.UU. y entregados el martes en Buenos Aires, no hay una sola línea en la que alguien diga, al menos, "denuncien" o "detengan la matanza" de unas treinta mil personas.
Las ambiciones comerciales y políticas de Washington no tienen piedad. A fines de marzo de 1976, tras el golpe de Estado del general Jorge Videla, que inauguraba la más sanguinaria y criminal dictadura de la Historia argentina, desde la Embajada en Buenos Aires se remitía a Washington un informe en el que se consignaba con cierta satisfacción:
"No fuimos acusados de estar detrás de este golpe y la Embajada espera que continúe siendo así (...) No sería bueno ni para ellos ni para nosotros. Sin embargo, los mejores intereses para la Argentina y para nosotros mismos descansan en el éxito de este Gobierno moderado que ahora lleva adelante el general Videla (...). Nos prometió resolver rápidamente varios de nuestros problemas de inversiones (Exxon, Chase Manhattan, Standard Electric y demás)".
Los archivos abarcan toda la dictadura militar -incluida la guerra de las Malvinas- desde 1975, el último año de Gobierno de María Estela Martínez, Isabelita, la viuda de Perón, hasta 1984, un año después de asumir el Gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
La búsqueda se organizó sobre la base de trescientos temas presentados al Departamento de Estado por el National Security Archive, una ONG que ya trabajó en la revisión de documentos vinculados con Chile, El Salvador y Guatemala.
Los defensores de Derechos Humanos confían en que EE.UU. remita ahora los informes reservados enviados por los agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Departamento de Inteligencia de Defensa.
Carmen Aguiar, miembro de la Línea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, recordaba ayer que "durante el Gobierno de Carter había un funcionario, Allen Harris, a quien llamaban Tex, que atendía bien a los familiares de las víctimas y parecía preocuparse por la situación de las personas secuestradas y desaparecidas".
Hace dos años, el 16 de agosto de 2000, la secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, se comprometió ante madres y Abuelas de Plaza de Mayo a liberar los documentos clasificados y a reenviarlos a Buenos Aires.
Los textos, a veces manuscritos, incluyen análisis políticos de la situación y revelan también la trama de cómplices civiles que primero alentaron y apoyaron el golpe de Estado y luego encubrieron la represión y persecución de los opositores políticos.
El consejero William Hallman comió en un restaurante de Buenos Aires con el dirigente radical Fernando de la Rúa el 12 de octubre de 1977, según consta en el documento desclasificado 80F178. La conclusión fue la siguiente:
"La actitud cínica de De la Rúa sobre "el derecho a optar" (a irse del país) me interesó, porque entre los políticos civiles sé personalmente que De la Rúa es el más abierto defensor de la Junta Militar y creyente que casi todas las acciones tomadas por las fuerzas de seguridad son correctas".
En ese momento ya eran más de quince mil los secuestrados.
Veinte años más tarde, De la Rúa sería jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y luego presidente de Argentina entre 1999 y 2001.
Por su parte, "otro peronista, el ex gobernador de la provincia de La Rioja Carlos Menem, dijo en una reunión el 24 de julio [1982] que los militares deberían ser juzgados por sus errores, incluyendo los abusos a los Derechos Humanos. El líder del partido radical, Raúl Alfonsín, descartó cualquier posibilidad de manto del olvido".
La justicia civil condenó en 1984 a Videla y los principales comandantes de las juntas militares a penas de reclusión perpetua.
A fines de los ochenta, Alfonsín impulsó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que liberaron de proceso a los oficiales acusados.
A comienzos de los noventa Menem dictó el indulto a los militares que cumplían penas de cárcel.
Los informes, que han sido publicados en la página de Internet del Departamento de Estado de EE.UU., incluían hasta los detalles sobre cómo se torturaba a los prisioneros en campos clandestinos de concentración:
"Descargas eléctricas, el submarino (les ahogan con una bolsa), inyecciones de sodio pentotal, severas golpizas, y el teléfono (un golpe en ambas orejas con las manos ahuecadas)".
Los documentos servirán como evidencia en los Juicios por la Verdad, donde se investiga el destino de las víctimas.
Francia estudia la apertura de un juicio en rebeldía contra Pinochet
AFP. París.
La investigación sobre cinco víctimas francesas de la dictadura de Augusto Pinochet está a punto de terminar. Eso puede significar la apertura en París de un proceso en rebeldía, a finales de 2003 o principios de 2004, contra dieciocho personas, entre ellas el ex dictador chileno.
Hace cuatro años se inició el trabajo para reconstituir "el rompecabezas de la memoria de los testigos", en palabras de la juez de instrucción Sophie-Hélène Chateau.
Entre los desaparecidos están dos miembros del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) chilena detenidos durante el Plan Cóndor, que coordinaba las operaciones de los Gobiernos militares del Cono Sur de América para perseguir a opositores políticos, y un consejero político del gabinete del presidente chileno Salvador Allende, Georges Klein.
Los acusados tienen que responder por "secuestro" y "actos de tortura". Son militares chilenos en su mayoría, como el general Manuel Contreras, fundador de la DINA, la policía secreta de Pinochet. Es poco probable que comparezcan en el juicio porque las órdenes de detención internacional no han sido transmitidas a Chile.
Aun así, ese proceso no tendría precedente: sería el primero contra Pinochet, de ochenta y seis años, que goza de inmunidad en su país.
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La Jornada - Jueves 22 de agosto de 2002
EE.UU. no sólo toleró sino que alentó la represión en Argentina, revelan documentos desclasificados
La Operación Cóndor, al descubierto en los papeles del Departamento de Estado. Secuestrados en Río de Janeiro y trasladados a Buenos Aires, dos montoneros asesinados.
STELLA CALLONI, CORRESPONSAL
Buenos Aires, 21 de agosto. Uno de los cuatro mil seiscientos setenta y siete documentos sobre la pasada dictadura militar argentina, desclasificados y entregados ayer por Washington a Buenos Aires, confirma que dos dirigentes de Montoneros fueron secuestrados en Río de Janeiro y trasladados a este país, operativo que muestra la temible coordinación de las dictaduras en el contexto de la Operación Cóndor.
Los documentos del Departamento de Estado revelan que los militares argentinos que actuaron durante la dictadura (1976-1983), que dejó treinta mil desaparecidos y miles de muertos y exiliados, informaban a la embajada de Estados Unidos sobre detalles de la represión en todo el país, incluyendo detenciones, secuestros, centros clandestinos de reclusión, torturas y ejecuciones.
Y aunque Washington estaba enterado de estas prácticas, consideraba que el golpe de Estado del 24 de marzo había sido el "mejor ejecutado y el más civilizado" en Argentina, según revela otro de los documentos, citado por el diario Clarín.
En uno de los documentos que muestran que el Departamento de Estado tenía conocimiento del plan Cóndor, Jayme Blystone, oficial de la embajada estadunidense, da detalles de una reunión mantenida con una fuente argentina el 2 de abril de 1980, quien le contó cómo Horacio Campiglia y Susana Pinus de Binstock, de Montoneros, fueron capturados en Brasil por oficiales del Batallón 601, para ser traslados al centro militar argentino de Campo de Mayo, y luego engrosar la lista de los miles de desaparecidos.
La misma fuente hace revelaciones sobre otros montoneros secuestrados cuando ingresaban al país por vía terrestre desde Paraguay, Uruguay y Brasil:
"Los servicios de seguridad argentinos tendieron una trampa para capturar a doce miembros. La policía llevó a cabo procedimientos de control de documentación y drogas en la terminal de omnibuses de Buenos Aires, y los servicios de inteligencia fueron capaces" de detener a los montoneros, dice el informe de Blystone.
"Una vez que el miembro montonero era identificado, la policía solicitaba controlar su documentación, le aconsejaba al individuo ir a la estación de policía por cuestiones judiciales de rutina. Una vez que el guerrillero era introducido al automóvil para el traslado a la estación, la inteligencia militar tomaba el mando y transportaba al montonero a la cárcel secreta de Campo de Mayo", añade.
La cárcel secreta de Campo de Mayo
También refiere cómo "la inteligencia militar argentina (601) se contactó con su similar de inteligencia brasileña para solicitar permiso para realizar un operativo en Río de Janeiro y capturar a dos montoneros que llegaban desde México. Los brasileños otorgaron el permiso y un equipo especial argentino viajó por la vía aérea bajo el comando del teniente coronel Román a Río de Janeiro en un C-130 de la fuerza aérea".
Describe después que los dos guerrilleros fueron llevados a "la cárcel secreta del ejército en Campo de Mayo" y que los "montoneros de México (refugiados) fueron capturados vivos (...) los argentinos que no querían alertar a los montoneros que habían realizado una operación en Río, utilizaron a una mujer y un hombre para registrarlos en un hotel empleando los documentos falsos obtenidos de los otros dos montoneros capturados, y de esta manera dejaron rastros" de que éstos habían llegado desde México.
Un memorándum de Seguridad Regional de la embajada tiene detalles del secuestro, que servirá para ampliar la investigación del juez Claudio Bonadío por el plagio y desaparición en 1980 de unos veinte montoneros.
El investigador Carlos Osorio presentó en 2001 al Departamento de Estado una cronología de violaciones de Derechos Humanos en Argentina para tratar de buscar documentos claves en ese país, proceso que terminó en agosto de ese año, pero los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos retrasaron la entrega de los documentos reclamados por el Centro de Estudios Legales y Sociales y Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.
Algunos analistas criticaron que Washington hubiera retenido informaciones que indican la relación de la CIA, la FBI y el Pentágono con los militares argentinos.
La entrega de los documentos ayer provocó expectativas por una parte y por otra advertencias sobre versiones que indicarían una fuerte presión de Estados Unidos para que Argentina se comprometa con la política de ese país en materia de desautorizar a la Corte Penal Internacional y a no juzgar a estadunidenses involucrados en violaciones a los Derechos Humanos.
Cuando Osorio realizó sus investigaciones dijo que los archivos del Departamento de Estado "proveen una cronología vívida de una campaña de contrainsurgencia masiva e indiscriminada," aunque destacó que los documentos de la CIA o el Pentágono no entraron en esta desclasificación.
Además de confirmar procedimientos de la Operación Cóndor, en los papeles hay descripciones de secuestros realizados por el Batallón de Inteligencia 601 del ejército (también comprometido con la CIA en la guerra de la contra en Centroamérica), varios de cuyos integrantes, junto al ex dictador Leopoldo Galtieri, fueron detenidos en el contexto de la causa que investiga Bonadío.
Hay cables de la embajada estadunidense sobre las tácticas extrajudiciales o de guerra sucia practicadas en este país, porque "las fuerzas de seguridad ni confían ni conocen cómo utilizar soluciones legales," y porque "bajo las reglas actuales nadie es oficialmente responsable por las ejecuciones".
Otro memorando cita que algunos militares creían que "aún los inocentes debían ser sacrificados si corría peligro el sistema".
En 1979, la embajada estadunidense envió copias de unos diez mil casos de violaciones a los Derechos Humanos y desapariciones en este país, lo que confirma que Washington conocía todo lo que estaba sucediendo.
También la documentación revela las difíciles relaciones entre los militares y el ex presidente Raúl Alfonsín, aunque el ex presidente Fernando de la Rúa es visto como un "defensor" de la junta militar.
Otros informes indican que en mayo de 1978 la embajada de Estados Unidos informó a su Gobierno sobre la utilización de torturas en "interrogatorios de terroristas sospechosos", y especifica que los informes sobre esto habían disminuido, "no porque haya desaparecido" ese método, sino porque "había menos operaciones (de secuestros) ya que el número de subversivos ha disminuido".
Hay que recordar que para entonces miles ya habían desaparecido. En referencia a los métodos, la embajada se refiere a inyecciones de sodio pentotal, golpizas, descargas eléctricas, el submarino (inmersión en el agua) y el teléfono (un golpe simultáneo en ambas orejas con las manos ahuecadas).
En 1980, dice otro informe, "el Gobierno argentino reconoce aproximadamente tres mil cuatrocientos prisioneros en virtud del estado de sitio, detenidos a disposición del Ejecutivo. Arrestos y desapariciones continúan, aunque no en la escala masiva de los pasados dos años".
Un informante secreto que se hacía llamar Jorge Contreras daba cuenta de los centros clandestinos de detención y de la coordinación de las operaciones secretas entre los distintos organismos mediante las "fuerzas de tarea" del Batallón 601.
Pero, según otro cable citado aquí, la embajada reconoce que "los mejores intereses para Argentina y para nosotros descansan en el éxito de este Gobierno moderado".
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Clarín - Jueves 22 de agosto de 2002
DERECHOS HUMANOS: LOS DOCUMENTOS SECRETOS NORTEAMERICANOS DESCLASIFICADOS
Los informes irán a reforzar varias causas judiciales
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Los informes irán a reforzar varias causas judiciales
Silvana Boschi. DE LA REDACCIÓN DE CLARÍN.
La importancia que pudieran tener los documentos desclasificados por los Estados Unidos en las causas judiciales por violaciones a los Derechos Humanos se podrá medir recién cuando estén revisados los cuatro mil seiscientos setenta y siete informes que componen esos archivos.
Pero al menos dos jueces federales ya se pusieron en contacto con el Ministerio de Justicia para avanzar en esa tarea.
Uno de ellos es Claudio Bonadio, a cargo de la causa en la que se encuentran detenidos más de cuarenta ex militares y policías, por la desaparición de unos veinte integrantes de Montoneros, en la llamada operación "Murciélago", en 1980.
Según fuentes judiciales, Bonadio habló ayer con el ministro de Justicia, Juan José Alvarez, y acordó poner a diez empleados de su juzgado a revisar en el ministerio las cajas con documentos, para ver si encuentran datos que puedan servir a esa causa.
Por su parte, el juez federal Jorge Urso, a cargo de la causa en la que se investiga el plan represivo conocido como "operación Cóndor", solicitó ayer al ministerio el envío de los documentos que puedan agregar datos a esta investigación.
De los informes difundidos hasta ahora, hay varios que mencionan el secuestro de miembros de la organización Montoneros en Brasil, pero por fuerzas represivas argentinas, lo que confirmaría el accionar coordinado que caracterizó a este plan.
Para la abogada del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), María José Guembe, "en principio parece que hay varios documentos que van a servir para ser aportados a distintas investigaciones judiciales, como ser el tema de la contraofensiva de Montoneros sobre lo que parece que hay bastante información, o la existencia de un plan sistemático para la apropiación de menores en la dictadura".
La abogada señaló también que en uno de los documentos aparece mencionado el caso de Elisabeth Käsemann, ejecutada de varios tiros en la espalda el 24 de mayo de 1977 en Monte Grande.
Por este caso, Alemania pidió en reiteradas oportunidades la extradición del ex general Guillermo Súarez Mason.
Käsemann, una socióloga hija de un famoso teólogo alemán fallecido en 1998, estuvo detenida en el centro clandestino de detención El Vesubio, en La Tablada, jurisdicción bajo el mando de Suárez Mason en los primeros años de la dictadura.
En un documento sobre las torturas y desapariciones en Argentina enviado por la Embajada de los Estados Unidos a Washington, señala que "un caso bien conocido de abuso físico fue el de Jacobo Timerman. Otro caso bien publicitado por Amnistía Internacional fue el de Elizabeth Käsemann, una ciudadana de Alemania del este, de veintinueve años, que murió tres meses después de su arresto por las fuerzas de seguridad, en mayo de 1977".
Para el abogado Alberto Pedroncini, querellante en la causa de la apropiación de menores y en la del Plan Cóndor, "estos documentos pueden servir para reforzar las pruebas que ya existen en algunas causas, como por ejemplo la apropiación de menores en la dictadura".
TEXTUALES DE LOS INFORMES DESCLASIFICADOS
Piezas sueltas de un pasado doloroso
EL EMBAJADOR Y VIDELA. En abril de 1978, un diplomático estadounidense, presumiblemente el propio embajador Raúl Castro, se reunió con el presidente Jorge Videla. Le marcó "el negativo impacto que tenían la muerte de dos monjas (Alice Domon y Leonie Duquiet) en la visión de EE.UU. sobre los Derechos Humanos en la Argentina". Videla admitió que "las desapariciones tenían un efecto adverso en la visión del mundo sobre Argentina". En ese encuentro "Videla reafirmó lo que le había dicho al general McAuliffe: "La guerra terminó, es hora de retornar a una sociedad democrática"".
EL EMBAJADOR Y VIOLA. El embajador Castro se reunió el 15 de marzo de 1979 con el sucesor de Videla, Roberto Viola, a pedido del militar. "Adhiriendo a la tradición, primero consumimos una taza de una amarga y espesa sustancia mal llamada café. (...) Él aparecía jovial y en tono de broma me dijo: "Estoy listo para ser examinado". Le recordé que estaba ahí por su invitación y, por lo tanto, preparado para las buenas noticias. Me dijo que no había ninguna primicia". Viola después de las bromas le confirmó que se iba a fin de año y enseguida le entregó una lista con nombres de desaparecidos de 1978. "Él me preguntó si yo conocía al general Galtieri. Le contesté que lo conocía bien, que era ahora comandante del I Cuerpo (del Ejército). Viola dijo que lo había puesto a cargo del I Cuerpo como parte de su plan para reducir las desapariciones". "Le dije que había un resurgimiento del interés del Congreso (de EE.UU.) sobre el caso Timerman (...) Sus palabras exactas fueron: "Al pueblo argentino le importa un pito el caso de Timerman"".
EL INFORME DE LA "GUERRA SUCIA". El documento es del 28 de abril de 1983: "(...) Continuaron las críticas al informe de la Junta Militar sobre la guerra antisubversiva. El ex presidente provisional Italo Luder admitió que en 1975 aprobó leyes ordenando a las Fuerzas Armadas combatir en la llamada guerra sucia, pero dijo que la campaña debió haber sido llevada "dentro del marco de la ley, como en los países civilizados". El dirigente de la UCR Antonio Tróccoli dijo que el informe de la Junta no avanzó más allá de admitir que en algunos casos las Fuerzas Armadas traspasaron los límites de los Derechos Humanos. Monseñor Justo Laguna, uno de los prelados de mayor influencia, señaló su insatisfacción con el informe. Reconocidos críticos del Gobierno, como los obispos Miguel Hesayne, Jorge Novak y Vicente Zazpe, lo rechazaron por "inmoral, falso e hipócrita". El titular de la Conferencia Episcopal, el conservador Antonio Quarracino, y el obispo de Mendoza, Cándido Rubiolo, definieron el documento como aceptable".
MALVINAS Y EL BEAGLE. En un informe sobre Argentina del 6 al 10 de marzo de 1982, a menos de un mes de la ocupación de las Malvinas por parte del Gobierno de Leopoldo Galtieri, nada se comenta sobre esa posibilidad. El informe da cuenta precisamente de los conflictos regionales. El Gobierno argentino "busca al menos nuestra neutralidad en el tema del Beagle (con Chile) y espera un gesto favorable respecto a Malvinas".
LA TRIPLE A. Informe de la Embajada de agosto de 1975. "Una organización terrorista de ultraderecha, el Comando Nacional de Restauración Justicialista, surgió el 14 de agosto en Córdoba. Los diarios dicen que un grupo que se identificó como policial ingresó en la casa de la familia de Mariano Poujadas, un izquierdista muerto cuando intentaba escapar de la cárcel de Trelew el 22 de agosto de 1972. El padre, la madre, un hermano y una hermana de Poujadas fueron brutalmente asesinados. No hay información sobre el comando, pero se sospecha que puede ser de la Triple A", comandada por José López Rega.
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GOLPE MILITAR, ARGENTINA 1976
Hoy se cumple otro aniversario del golpe de Estado de la Argentina, ocurrido en 1976. Golpe de Estado que marcaría diferencias con los anteriores en el mismo país, debido a las tantas muertes de latinoamericanos, no sólo argentinos, que tuvieron lugar en el momento en que la Junta Militar, derrocara a la presidente de turno en el país. Sin embargo, las muertes de argentinos no comenzaron en ese momento, sino que comenzaron con el gobierno democrático del General Peron, cuando éste armaba grupos de matones en la CGT que actuaban en la institución que el mismo General creó llamada Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), una institución hermana de la creada en Brasil por Getulio Vargas. El golpe militar tuvo causas internas y externas al país y excusas falsas como las que vemos hoy en día en Libia. Entre las causas externas se presentaba en ese momento una coordinación de varios golpes militares simultáneos en diferentes países de América del Sur, coordinados desde el Pentágono y la CIA, en lo que se denominaría Plan Cóndor, con el objetivo de colocar gobiernos pro yanquis. Entre las causas internas del golpe de Estado, que a su vez, fueron influenciadas por las causas externas, acontecía que el General Peron muere y asume la presidencia, su mujer, llamada Isabelita, que Peron la había colocado como su vice en la fórmula, entonces, muerto Peron se acababa el consenso que sostuviera él en vida. Porque Peron era el representante de un consenso en el país. Consenso entre la burguesía, los sindicatos y los trabajadores. La viuda del General se tenía que hacer cargo de una Argentina, con una inflación considerable, con las huelgas de los sindicatos que en el apadrinamiento de Peron, se quedaban tranquilos y la presión de la pequeña burguesía, fogoneada por los medios de comunicación que pedía ORDEN, que eso significaba represión a las luchas populares, porque la excusa era que había peligro de los grupos guerrilleros que promovían estas luchas . Ahí estaba la excusa para el golpe. Combatir a los grupos guerrilleron en el país. Acontecía que estos grupos estaban agonizantes en el momento del golpe, así que era más bien un golpe mediático que presentaban los grandes medios. La causa interna principal, era revertir la distribución del ingreso en la Argentina y achicar el papel del Estado en lo económico y social que había adquirido un papel de peso con Peron. En el orden externo, ya dijimos, se escondía el Plan Condor, articulando las diferentes dictaduras del Cono Sur. Y este Plan, dirigido por Washinton y la CIA, lo que articulaba era la inteligencia para reprimir y asesinar a los a los sindicatos combativos y a luchadores populares en el Cono Sur, con el objetivo de implementar en éstos países, una política económica neoliberal, que era y es simplemente la expresión del sometimiento de las economías de América del Sur a la penetración de los monopólios yanquis y a la economía mundial. Para implementar tales políticas económicas, era necesario, deshacer las políticas keynesianas implementadas en algunos de estos países así como otras más socialistas llevadas a cabo en el Chile de Allende. El golpe militar argentino tenía una excusa falsa que era combatir a la guerrilla en el país pero a través de ella, ofrecieron su apoyo a la Junta Militar diversas jerarquías de partidos políticos argentinos, no sólo de derecha sino también de izquierda, sindicatos, grupos empresarios, jerarquías religiosas, medios de comunicación. Entonces, la receta neoliberal que prepararon los Estados Unidos, tenía sus cocineros aquí en estas pampas y no es cuestión de quedarse con un chivo expiatório, como la Junta Militar argentina, sin negar el hecho de sus asesinatos, torturas, robos de propiedades y de personas. En nuestra opinión, para que ocurran golpes militares con similitudes al golpe de Alemania de Hitler, se tienen que presentar causas internas y externas, junto con complicidades en el área de la sociedad civil, que permitan transformaciones tan radicales en un país. El gobierno de Nestor Kirchner abrió procesos a militares que habían cometido crímenes de lesa humanidad, procesos que se continúan en el gobierno de Cristina Kirchner, gracias que el ex presidente argentino y la Corte Suprema declarara inconstitucional las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final que firmara Ricardo Alfonsin tras el fin de la dictadura. Argentina es uno de los países que más procesos realiza contra los militares que cometieron crímenes de lesa humanidad en América Latina, gracias a la combinación de un gobierno reformista y a la lucha del pueblo argentino, en especial, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo porque cuando ellas denunciaban los crímenes, los partidos políticos miraban para otro lado y la pequeña burguesía, influenciada por los medios de comunicación, también. Sin embargo, no es sólo a la Junta Militar a la que hay que juzgar y condenar, en la actualidad, hay muchos grupos económicos que crecieron e hicieron negocios en el período militar, por eso es imprescindible, dejar de pagar la deuda externa que contrayeron los grupos económicos nacionales y extranjeros y dedicar esos recursos para brindarles a los argentinos, los derechos humanos básicos como alimentos, tierra, vivienda, trabajo, salud, educación, entre otros.
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El plan Cóndor
Memoria Debida
El suplemento ZONA del diario CLARIN publicó, firmado por Alberto Amato, el más esclarecedor y documentado trabajo sobre el golpe militar chileno de 1973, la complicidad norteamericana y la gestación y desarrollo del "Plan Cóndor". Esta publicación del 21 de febrero de 1999 informa en su comienzo que "A más de veinticinco años del golpe militar en Chile, documentos del gobierno de EE.UU. revelan que la decisión de Richard Nixon de derrocar a Salvador Allende fue tomada días después del triunfo electoral de la Unidad Popular, en 1970".
En 1979 la Editorial Atlántida editó un libro llamado "Mis Memorias", firmado por Henry Kissinger. De ese texto ZONA extrajo fragmentos que hoy resultan una acusación descarnada del autor contra el gobierno de Richard Nixon. Este presidente, después del triunfo electoral de Allende, "estaba fuera de sí" y según Kissinger "lo que él percibía -correctamente- como otra Cuba, había surgido a la vida durante su propia administración", aunque culpaba a los diez años de gobierno demócrata de lo ocurrido en Chile.
Relata Kissinger que Nixon se reunió con él, con el secretario de Justicia y con el director de la CIA, Richard Helms. A éste le requirió esfuerzos de la Agencia "para ver que podía hacerse para evitar que Allende llegara al poder. Si hubiera una oportunidad en diez de librarnos de Allende, deberíamos probarla: si Helms necesitaba los millones, él los aprobaría. El programa de ayuda a Chile sería interrumpido; su economía debía ser exprimida hasta que gritase". Estas instrucciones de Nixon para la CIA fueron similares a las transmitidas al embajador norteamericano en Santiago, Edward Korry, "para que preparara una evaluación a sangre fría de la posibilidad y probabilidad de un golpe militar y de los pros y contras involucrados en la organización de una futura y efectiva oposición chilena a Allende".
El embajador Korry estaba en ese puesto desde 1967 por lo que conocía bastante bien a Chile. En un documento "Confidencial 747" dirigido al secretario de Estado William Rogers, informó, relata ZONA: "Chile votó con toda tranquilidad tener un estado marxista leninista. Es la primera nación en el mundo que hace esta elección libremente y a conciencia. El doctor Salvador Allende confirmó la sabiduría de la política soviética en América Latina, criticando la táctica revolucionaria de su modelo, Fidel Castro, al llegar al poder por la vía electoral (...) Más allá de que hayamos sufrido una amarga derrota, las consecuencias serán internas e internacionales. Las repercusiones tendrán un impacto inmediato en algunas regiones y en otras el efecto será retardado". Y en un segundo informe, el embajador Korry escribió: "Chile está en su mejor momento, posee 500 millones en moneda fuerte, más que Estados Unidos per cápita. A partir del año próximo será el segundo productor más grande del mundo en cobre, superando a la Unión Soviética, gracias a las enormes inversiones de las compañías norteamericanas."
La idea del golpe previo a la asunción de Allende se convirtió en un plan bajo la supervisión del general retirado Roberto Viaux Marambio, quien lo sometió a la aprobación de Henry Kissinger y la evaluación del director de la CIA, Tom Karamessines y del general Alexander Haig. Karamessines se ocupaba de la sección "operaciones secretas" de la Agencia.
La conclusión de los analistas sobre el plan golpista de Viaux fue que era inviable, momentáneamente, una acción de este tipo.
Allende asumió la presidencia el 3 de noviembre de 1970. Seis días después Henry Kissinger firmó, informa ZONA, el "Memorándum 93 de Decisión sobre Seguridad Nacional-Ultrasecreto. Sensible. Personal". En su texto informó que Nixon" (...) decidió que la base de nuestra política respecto de Chile estará encuadrada en el concepto vertido en la Opción C del documento interdepartamental presentado el 3 de noviembre". La "Opción C" rezaba:
"(...) Mantener una postura aparentemente correcta, pero dejar en claro nuestra oposición al surgimiento de un gobierno comunista en Sudamérica: actuar en favor de mantener la iniciativa en la relación cara a cara con el gobierno de Allende. Esta opción se plantearía en la convicción de que un "modus vivendi" satisfactorio es en última instancia imposible; que las confrontaciones son, tarde o temprano, inevitables; (...) que lo más importante es que trabajemos para mantener la iniciativa en tanto le negamos flexibilidad a Allende (...)"
La opción C, según relata ZONA, incluía medidas como:
"(...) No brindar apoyo a la renegociación de la deuda chilena." "Vetar los pedidos de préstamos chilenos ante el Banco Internacional de Reaseguro y Fomento (después sería el Banco Mundial) y el Eximbank, debido a las expropiaciones políticas y económicas." "Desaconsejar la inversión norteamericana, de terceros países y multilateral privada en Chile". "Negar asistencia al país dominado por un movimiento comunista internacional". "Negar asistencia económica a los países que comercien con Cuba o Vietnam del Norte". "Si se hace evidente la hostilidad antinorteamericana, desalentar el turismo y los viajes a Chile". "Si Chile comenzara el tráfico comercial aéreo con Cuba, no brindar asistencia a las aerolíneas chilenas, ni nuevos equipos, ni rutas".
En cuanto al campo de las previsiones y acciones militares no encubiertas, la opción C disponía:
"Si Chile comienza a comerciar con Cuba: mantener la vigilancia de los barcos chilenos que transiten por el canal de Panamá. Llamar la atención a nuestros aliados de la OTAN sobre la necesidad de que ellos apoyen nuestros intereses de seguridad en el hemisferio occidental". "Si Chile desarrolla lazos de seguridad con la URSS: aumentar significativamente la cooperación en seguridad con otros países sudamericanos: "- Ofrecer a la Argentina la venta de F-4 -aviones de guerra-". "- Proporcionar material selectivo del Plan de Ayuda Militar (MAP) a la Argentina y Brasil". "- Brindar apoyo a la Argentina en su reclamo sobre el canal de Beagle". "- Aumentar la asistencia de seguridad interior (MAP y seguridad pública) para Uruguay, Paraguay y posiblemente Bolivia, en base a la amenaza de sufrir una exportación subversiva chilena".
Como quedó muy claro, ante el fracaso en el intento de impedir la asunción de Allende, desde el gobierno de Nixon se diseñó el plan de cerco económico, político y hasta militar externo sobre Chile. De lo expuesto en la "Opción C" se desprende la posibilidad de que la Argentina pudiera, eventualmente, atacar a Chile sobre la base de agravar el conflicto del Beagle y contar con el refuerzo del poder militar ofrecido por los EE.UU. Pero nuestro país ya vivía los primeros estertores de la "Revolución Argentina" y la agitación social, política, guerrillera y gremial eran el centro de la preocupación del gobierno militar. El verdadero fantasma era el de siempre: el retorno del peronismo al poder, esta vez con la cada vez más firme posibilidad del retorno de Perón. No obstante, según el documento publicado y comentado por ZONA, "(...) Se formó una comisión simultáneamente en Santiago y Buenos Aires para manejar el delicado tráfico de cables para la fuerza de tareas. Consistió en cuatro oficiales de la CIA con el aspecto, idioma y experiencia capaz de representar diferentes nacionalidades extranjeras" (...) "En Santiago, su único contacto norteamericano era un oficial de la CIA que había residido en Santiago y establecieron contactos con los intermediarios chilenos interesados en promover un golpe militar. A raíz de un arreglo especial (y único) solicitado por la CIA, el agregado militar de los EE.UU. en Santiago se puso bajo la dirección operativa del Jefe del Centro de la CIA allí. Su asistencia y contactos con militares chilenos fueron inestimables en este programa".
El "programa" de bloqueo, propaganda y sabotaje se cumplió y el 11 de septiembre el golpe de estado concluyó con el gobierno de Salvador Allende, quien murió en su puesto de mando sin entregarse. Diez días después Henry Kissinger era nombrado secretario de Estado por Richard Nixon.
En enero de 1977 el embajador norteamericano en la Argentina, Robert Hill, comunicó a la administración Carter que Kissinger había dado "luz verde" a la continuación de la represión ilegal en la Argentina. Según ese informe Henry Kissinger había mantenido una reunión secreta con el canciller argentino, almirante César Augusto Guzzetti, en junio de 1976 con motivo de la sexta Asamblea de la OEA. El ministro argentino diría dos meses después: "Mi concepto de la subversión se refiere a las organizaciones terroristas de izquierda. La subversión y el terrorismo de derecha no son lo mismo. Cuando el cuerpo social del país ha sido contaminado por una enfermedad que le devora las entrañas, forma anticuerpos. Esos anticuerpos no pueden considerarse del mismo modo que los microbios". El 11 de agosto de 1976 el general Videla, en un mensaje a todo el país, destacaba la "plena vigencia de los derechos humanos" bajo su gobierno.
En cuanto a Henry Kissinger y su papel como secretario de Estado, así lo definió Patricia Derian, secretaria de Derechos Humanos de la gestión Carter: "...Me enferma el hecho de que con un movimiento imperial de su mano, un norteamericano pueda sentenciar a muerte a la gente sobre la base de un capricho barato (...) Conforme pasa el tiempo voy viendo las huellas de Kissinger en un montón de países. Es la represión del ideal democrático". Y el escritor y analista norteamericano Gore Vidal, informó ZONA, respondió así a una pregunta sobre la detención de Pinochet: "Pinochet va a cantar si lo procesan. Y si lo hace, tengo la esperanza de que Henry Kissinger sea detenido y enjuiciado por lo que hizo con Chile y con Camboya. Creo que Kissinger es el más grande criminal de guerra libre en el planeta. Si detienen a Kissinger, en Estados Unidos va a cundir el pánico, porque el país está muy comprometido en Nicaragua y Guatemala. Hemos estado en eso continuamente desde 1953, volteando gobiernos y asesinando dirigentes".
Producido el golpe de estado de marzo de 1976 en la Argentina, Chile se convirtió en el centro de la "Operación Cóndor". Esta consistió en el apoyo mutuo y operaciones conjuntas entre la Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay para:
- eliminar las actividades de guerrilleros, activistas u opositores en el área sur de América. - impedir que los buscados encontraran refugio en países vecinos. - centralizar la información regional de inteligencia. - permitir la instalación de "delegaciones" de un país en otro. - formar equipos conjuntos para operar dentro del área. - coordinar un plan de Vigilancia de Fronteras (VF) para control del movimiento de personas entre los países del área. - formar equipos de ejecución de "blancos" para operar fuera del área. (Asesinato del ex canciller de Allende en Washington, Orlando Letelier).
El Cóndor en Buenos Aires
En el año 1979 un abogado penalista argentino fue contratado para defender a veinte ciudadanos chilenos acusados de "contrabando de divisas". Iniciada su tarea el abogado pudo enterarse de lo que sigue.
Desde 1976 hasta 1979 funcionó en Buenos Aires una delegación del Banco Nacional de Chile en un local de la Avenida Córdoba, entre Suipacha y Esmeralda. Esa oficina estaba dentro del Area I, Subzona Capital, controlada por la Policía Federal.
Todos los empleados bancarios, de aspecto no bancario, tenían credenciales diplomáticas y la pertinente inmunidad dispuesta por las órdenes de operaciones del Comando en Jefe del Ejército y detalladas especialmente en ese aspecto por las de los Comandantes de Zonas.
En realidad, esa "cueva" era la delegación de la DINA chilena en la Argentina, el "Cóndor" en el Río de la Plata. El "gerente" fue el coronel chileno Orlando Mena, dependiente del general Manuel Contreras Sepúlveda, padre del Cóndor y jefe supremo de la DINA.
El coronel Mena reportaba a la Cancillería de su país vía la agregaduría militar y la correspondencia viajaba en manos de pilotos escogidos de LAN Chile.
En 1979, por razones no conocidas, el grupo "bancario" fue sorpresivamente detenido y procesado por "contrabando de divisas".
Poco tiempo después la carátula original se cambió por la de "espionaje" y, además de los chilenos, se detuvo a un joven argentino, hijo de un coronel de nuestro ejército, acusado de vender información robada a su padre, a los chilenos encarcelados.
El escándalo finalizó en 1981, durante la presidencia de Roberto E. Viola, con un indulto a los extranjeros. El joven argentino cumplió diez años de cárcel.
Por su parte, Augusto Pinochet indultó a unos militares argentinos detenidos en Chile cuando pasaban una licencia y se los acusó de espionaje. Los detenidos de ambos países fueron liberados en las respectivas nunciaturas y pese a que en la Argentina el episodio de la liberación de los chilenos tuvo presencia periodística, los titulares se ocuparon de las andanzas de la envenenadora "Yiya" Murano, detenida ese día.
Con el Uruguay el "Cóndor" tuvo su base de operaciones en el campo de concentración "Automotores Orletti", un edificio, ex carpintería, ubicado en la calle Venancio Flores 3519, de la Capital Federal. Este lugar fue alquilado por la SIDE y funcionó como CCD durante 1976. Trabajaron allí militares uruguayos, argentinos y civiles, bajo la autoridad del general Otto Paladino, jefe de la SIDE, y del falso coronel Aníbal Gordon. Pero de ese antro, centro de torturas y asesinatos, desaparecieron también argentinos y paraguayos.
Las nacionalidades de las personas desaparecidas que figuran en los listados de este trabajo dan cuenta de la eficacia siniestra de la coordinación represiva del "Cóndor". Más al norte del Cóndor militares argentinos prestaron sus servicios oficiales en Bolivia, Honduras, Nicaragua y El Salvador. En todos los casos trabajaron como desestabilizadores de gobiernos legales o como parte de represiones brutales de gobiernos totalitarios. Tan lejos llegaron los militares argentinos en su fervor por servir a la "estrategia de defensa continental" estadounidense, que el "Informe Rattenbach" -en su acápite 96- como parte de la declaración del almirante Jorge Isaac Anaya, expresa:
"La participación de asesores del Ejército Argentino en Centroamérica y nuestra posible influencia en Bolivia, fueron factores que el gobierno apreció erróneamente, ya que supuso que tales acciones tendrían tal importancia para los EE.UU., que su gobierno estaría comprometido a mantenerse equidistante en caso de conflicto con Gran Bretaña".
A fines de 1981, pocos meses antes del desembarco en Malvinas, un ex teniente coronel somocista, egresado en 1961 del Colegio Militar argentino, se dedicaba a reclutar militares para unirse a los "contras". Trabajaba en el Estado Mayor del Ejército.
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CARLOS ARES. Buenos Aires.
Casi veintisiete años más tarde se confirma lo que ya se sabía entonces. La Embajada de Estados Unidos en Argentina recogía información de primera mano durante la dictadura militar entre 1976 y 1982 y la enviaba a Washington.
Los funcionarios y agentes se reunían con altos cargos militares, políticos cómplices, sindicalistas venales y periodistas. Gracias a ellos se enteraban de inmediato de los secuestros, las torturas, las ejecuciones sumarias y de las luchas intestinas del poder.
En la sede de la embajada se llenaron fichas sobre unos trece mil ciudadanos "desaparecidos".
Nada se hizo para evitar los asesinatos. Entre los 4.677 documentos secretos desclasificados por el Gobierno de EE.UU. y entregados el martes en Buenos Aires, no hay una sola línea en la que alguien diga, al menos, "denuncien" o "detengan la matanza" de unas treinta mil personas.
Las ambiciones comerciales y políticas de Washington no tienen piedad. A fines de marzo de 1976, tras el golpe de Estado del general Jorge Videla, que inauguraba la más sanguinaria y criminal dictadura de la Historia argentina .... "
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