La diferencia entre los estadounidenses ricos y pobres ha crecido de forma espectacular en los últimos años, con un 20 por ciento que percibe más ingresos que los del 80 por ciento restante de la población, evidenció hoy un estudio.
La brecha entre los sectores sociales de la nación norteña sigue ahondándose, de acuerdo con el informe "¿Quién paga? Un análisis de distribución de los Sistemas Tributarios en los 50 estados de la Unión", publicado por el Instituto de Tributos y Política Económica (PIEE).
De acuerdo con el texto, los sistemas fiscales estatales y locales desempeñan un papel importante en la redistribución de los ingresos entre las personas.
Sin embargo, apunta, la tasa promedio de impuestos a nivel nacional en 2013 para el 20 por ciento más pobre de los estadounidenses fue de 10,9 por ciento, casi el doble de lo que debió pagar por sus ingresos el uno por ciento más acaudalado.
Al analizar la tasa de impuestos se constata que todos los estados tienen un sistema tributario regresivo, lo que significa que los residentes más pobres aportan al presupuesto más que los ricos, advierten.
De hecho, el 20 por ciento de los individuos con menores recursos pagaron al fisco al menos un 12 por ciento de sus ingresos totales en siete de los 10 estados con los sistemas tributarios más regresivos.