México se moviliza contra la represión a los maestros y por los 43 normalistas
La Policía Federal, junto a policías locales, reprimió en Acapulco, Guerrero, una manifestación de maestras y maestros. Un maestro fue asesinado y cuatro maestras fueron violadas por los uniformados. Movilizaciones en Guerrero y en todo el país a cinco meses de la desaparición de los 43 normalistas.
En la misma semana en que se cumplen cinco meses de la masacre de Iguala y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, México se volvió a ver sacudido por la brutal represión de la policía contra los maestros de Guerrero en la ciudad balnearia de Acapulco.
El martes 24 los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) y trabajadores del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), realizaron un acto en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Acapulco, en demanda del pago de sus salarios, el cual está retenido desde enero y en solidaridad con el movimiento por Ayotzinapa.
La brutal represión contra el magisterio en Guerrero, se cobró la vida del maestro jubilado Claudio Castillo Peña, de 65 años, quien murió a causa de los golpes propinados por la policía. En esta edición de La Izquierda Diario reproducimos una carta escrita para él por uno de sus compañeros de lucha y publicada por el diario mexicano La Jornada.
El gobierno intentó deslindar rápidamente a la policía federal y local del asesinato de Claudio Castillo Peña, sin embargo los maestros de la Ceteg no solo denuncian su asesinato, sino la violación por parte de la policía de 4 maestras y la desaparición de 12 maestros, según informa la revista Proceso.
“Tenemos a cuatro maestras violadas por la Policía Federal. Ayer las maestras rompieron el silencio, dijeron que en el momento de la represión se las llevaron en una camioneta, se las llevan a lo oscuro y las violaron”, dijo Manuel Salvador Rosas, integrante de la Ceteg. Y continuó “tenemos 12 maestros desaparecidos tras el desalojo de la policía, no sabemos dónde están, sus familias no saben”.
Esta represión es parte del plan del gobierno de Peña Nieto para intentar volver a normalidad luego del escándalo que significó el caso de los estudiantes desaparecidos. En medio de una situación de crisis interna de los principales partidos del régimen mexicano -y de la figura presidencial-, y de la crítica internacional de distintas organizaciones de derechos humanos, Peña Nieto pretende dar por cerrado el caso Ayotzinapa, como lo demuestran las declaraciones del Procurador General de la República, Murillo Karam, al mismo tiempo que criminaliza y reprime la protesta social.
Al cierre de esta edición se estaba llevando a cabo la 9na acción global por Ayotzinapa con miles de personas en las calles de las principales ciudades de México pidiendo por los 43 normalistas desaparecidos y en repudio a la represión contra los maestros de Guerrero.
A cinco meses de la masacre de Iguala y a dos días de la represión en Acapulco: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “Fue el Estado”, “Fuera Peña Nieto”, fueron las principales consignas que se volvieron a escuchar en el Distrito Federal.