El mandatario ecuatoriano recalcó que la manipulación mediática, la
guerra y la injerencia extranjera asedian diariamente a los varios
gobiernos progresistas de la región.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recordó este domingo que
Venezuela enfrenta un guerra económica y mediática; además de la
injerencia extranjera ya vista en Latinoamérica contra gobiernos
progresistas.
Tras su participación en el acto de asunción del presidente uruguayo,
Tabaré Vázquez, en Montevideo, Correa destacó el proceso vivido en
Chile, cuando Augusto Pinochet derrocó al entonces presidente Salvador
Allende.
“Esto ya lo ha visto América Latina; acuérdense lo que pasó con
(Salvador) Allende, la misma guerra económica, la misma injerencia, el
mismo ataque mediático. Por favor aprendamos de la historia”, comentó
Correa a periodistas locales.
De acuerdo con el dignatario ecuatoriano, los gobiernos suramericanos
son víctimas de intentos golpistas a diario mediante la manipulación
informativa y la guerra económica cuyo objetivo es mostrar de forma
errónea a una región pobre.
Por otro lado, al ser preguntado sobre la detención del alcalde
opositor del área metropolitana de Caracas (capital venezolana), Antonio
Ledezma, hecho por el que el presidente venezolano Nicolás Maduro es
cuestionado en la prensa internacional, Correa prefirió no opinar en el
asunto por no conocer los pormenores.
No obstante añadió que “no es que si alguien es opositor puede hacer
lo que sea, hay que respetar la soberanía de cada país, la
institucionalidad” recalcó el mandatario.
Correa resaltó el domingo que la región va a extrañar al presidente
José Mujica, quien traspasó el mando a Tabaré Vázquez, para su segundo
mandato al frente del país y el tercero del partido Frente Amplio (de
izquierda) consecutivo.
Ecuador ha reiterado su rechazo contra la injerencia en Venezuela,
luego de que Estados Unidos anunció la aprobación de sanciones contra el
Gobierno.
El pasado 12 de febrero el Gobierno de Venezuela presentó pruebas de
un golpe de Estado que estaba orquestando la ultraderecha nacional con
militares antipatriotas para imponer el caos en la nación suramericana y
provocar la salida del presidente Maduro.
En el intento desestabilizador está involucrado el dirigente del
partido opositor Primero Justicia, Julio Borges, así como otros
políticos de derecha que desmembraron a los militares de sus fuerzas con
el objetivo desatar la violencia en la capital venezolana e incluso
bombardear puntos estratégicos, como el Palacio de Miraflores (sedede
gobierno) y el canal internacional de noticias teleSUR.
El presidente la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello y alcalde
de Caracas, Jorge Rodríguez, denunciaron el plan y anunciaron que las
autoridades detuvieron a siete de oficiales implicados.
Telesur