Argentina es un país muy carismático. Vive siempre sacudido por crisis que se suceden unas a otras y una inestabilidad política que sigue una trayectoria muy diferente a la de otros Estados de la región. Estas circunstancias han provocado que sus nacionales vean al país como algo poco normal, pero lo que realmente esconden sus calles es un pueblo que lo que intenta es demostrar la mayor normalidad posible.
La cadena británica BBC ha publicado un artículo en el que analiza cuidadosamente la base de esta “normalidad anormal” que se cierne sobre los argentinos, unos ciudadanos que no tienen el mínimo reparo en esconder el gran orgullo que supone ser de Argentina a pesar de, después, dedicarse a criticar los grandes problemas que sacuden a este país
LA ARGENTINA DEL SIGLO XX
El sociólogo Alejandro Grimson señala que estas ansias de normalidad nacen de la idea que se tiene de la Argentina que se construyó durante el siglo XX. La imagen que tienen los argentinos de este país es el de un Estado en esplendor con un modelo que se encontraba a caballo entre Europa y Estados Unidos.
“Algunos dirían que Argentina fue una potencia a principios del siglo XX, otros que lo fue en los años del peronismo -década de los 50-, pero todos parecen coincidir en que ahora el país vive en una permanente crisis”, ha señalado Grimson.
Y es esta idea de crisis la que vuelve a llevar a la búsqueda de la normalidad de un país con grandes raíces europeas. El artículo de la cadena británica incide en que episodios como la muerte del fiscal Nisman son los que terminan con el sueño de la normalidad y provocan comentarios como: “Esto en un país normal no pasa” o “¿Por qué no podemos ser un país normal?”.
El discurso oficial vendía la imagen de unos ciudadanos comprometidos con el trabajo que no mostraban interés por meterse en la vida política
Varios analistas han tratado de averiguar dónde está el origen de esta forma de pensar. Importantes académicos han coincidido en que esta concepción nace del ideal de argentino perfecto que se consolidó en al primera década del siglo XX, con los discursos propagandístico construidos para asimilar a la gran cantidad de inmigrantes que buscaban labrar una nueva historia en este país 'europeo' perdido en América.
AUGE DE LOS POPULISMOS Y LAS DICTADURAS
El discurso oficial vendía la imagen de unos ciudadanos comprometidos con el trabajo que no mostraban interés por meterse en la vida política. Además, eran ciudadanos con un gran respeto al orden social y que defendían a ultranza los valores nacionales. Pero, según diversos expertos citados por BBC, este ideal llegó a su fin con el auge de los populismos y de las dictaduras, lo que a la larga se ha traducido en una cultura de gran inestabilidad política.
En la Argentina de hoy en día, las crisis y los escándalos se han convertido en algo habitual. También pesa la inestabilidad económica de la últimas décadas, con episodios como el famoso corralito o, más reciente todavía, el conflicto con los 'fondos buitre' y la amenaza del 'default'. Pero aún así, los argentinos siguen saliendo a la calle tratando de aparentar la mayor normalidad posible porque en el fondo saben que Argentina es eso, un país normal.
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